Wang Yi, Ministro de Relaciones Exteriores de China, dijo que EE.UU. están "empujando a nuestros dos países al borde de una nueva guerra fría".
Lunes 25 de mayo de 2020
El pasado domingo se generó un amplio revuelo luego de que Pekín acusar a Estados Unidos de estar empujando la relación entre ambos países hacia una nueva “guerra fría”.
"Es hora de que Estados Unidos renuncie a sus ilusiones de cambiar a China y detener a 1,400 millones de personas en su histórica marcha hacia la modernización", señaló Wang Yi haciendo referencia a las medidas que ha tomado en el último periodo EE. UU., intentando impedir los avances tecnológicos de China particularmente en lo que tiene que ver con el desarrollo de la red de telefonía móvil 5G, base para el desarrollo de la Internet de las cosas.
Por otro lado, señaló que los ataques políticos de EE. UU. a China por el coronavirus, así como asuntos relacionados al comercio mundial "están tomando como rehenes las relaciones entre China y EE. UU. y empujando a nuestros dos países al borde de una nueva guerra fría".
Esto en el marco de que Donald Trump al igual que voceros y representantes de la derecha en Estados Unidos y a nivel internacional, han llamado el “virus chino” al SARS CoV-2, haciendo un uso racista del término y buscando generar odio hacia la comunidad china y hacia el gobierno de este país.
No obstante, la confrontación comercial y las declaraciones, tienen el claro objetivo de intentar impedir o al menos retrasar el avance de China como potencia en el área de las telecomunicaciones, así como en la capacidad de desarrollo científico tecnológico como la nanotecnología, el desarrollo de microchips o la ingeniería genética.
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Por su parte, un aliado fundamental de Estados Unidos, el Reino Unido ha comenzado a sumarse a la cruzada contra China luego de que políticos derechistas han presionado por una serie de controles más estrictos para proteger a las empresas británicas en dificultades por las adquisiciones chinas.
Esto ha llevado a que recientemente el Reino Unido anunciara una revisión de emergencia del acuerdo que permitiría que la empresa china de telecomunicaciones Huawei ayude a dirigir la próxima red de telefonía móvil 5G.
Un escenario de confrontación entre las principales potencias económicas que mantienen fuertes tensiones comerciales en el marco de una crisis global, una realidad que es producto de la propia dinámica de competencia entre países potencia que conlleva este sistema.
Buscan dirimir qué país es el más poderoso y en un contexto de crisis la disputa se incrementa, sobre todo, con un presidente racista y de ultra derecha en un Estados Unidos en decadencia.