Dos contrapuntos marcados: la clase media apoyando las medidas de ajuste y nosotros, los trabajadores y las trabajadoras, resistiendo el ajuste en las calles.
Miércoles 5 de abril de 2017 16:29
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El sábado pasado se llevaron a cabo varias convocatorias en distintos puntos del país, y en todos ellos, se concentró un buen número de manifestantes, en apoyo a la actual gestión de gobierno. Nos obliga, como trabajadores, a dar la contundente respuesta que la CGT quiere solapar.
1A: La Marcha del Contenido Vacío
Sectores de ciudadanos manifestaron su apoyo, este 1 de abril, a la gestión del Gobierno de Macri fundamentalmente, aunque al menos en Mendoza, no quedó claro si también se bancaba al Gobierno de Cornejo. Según los medios locales fueron cerca de 3.000 personas que según Diario UNO, “vociferaron el latiguillo de cambiemos sí se puede, acompañado de otros cánticos como piqueteros a laburar y no al paro". Además de cánticos contra los docentes en lucha.
Me niego a caer en las chicanas descalificadoras y el agravio, ya que por marchar, he tenido muchas veces que soportar todo tipo de agravios e insultos, por parte, quizás, de los mismos que el sábado salieron a la calle a bancar a Cambiemos.
Como laburante, Delegado Gremial, y militante del PTS, hace tiempo entendí que muchas veces la movilización es el camino para visibilizar un descontento, por eso, me sorprendió mucho el apoyo a un Gobierno al que yo, personalmente, no le encuentro absolutamente nada que rescatar mientras avanza hacia los dos años de gestión. Entonces, considerando tan legítima esta marcha por la Democracia, como cualquier otra, observé decenas de testimonios de manifestantes de todo el país, esperando que alguno de ellos iluminara algo positivo de la gestión macrista, que quizás yo me esté perdiendo.
Por la Democracia
Con más o menos vehemencia, manifestantes de todo el país, se golpeaban el pecho, plantándose con firmeza en defensa de Mauricio, ante un hipotético, inminente intento de desestabilización por parte de algún resabio del Kirchnerismo. Curiosamente, los conductores de los medios eran quienes direccionan las preguntas y comentarios hacia esta teoría.
Es llamativo, que se alce la defensa de la Democracia, ligada a la gestión de un Gobierno que en 15 meses pegó 18 decretazos, para establecer su voluntad por encima de las discusiones en el Congreso de la Nación. En Mendoza, el Gobernador Cornejo, cierra paritarias y modifica Convenios Colectivos de Trabajo por decreto, cerrando las discusiones de un portazo. Actitudes para nada democráticas, entonces, ¿qué Democracia defienden estos manifestantes del 1A?
Y lo más absurdamente curioso, es que un grupo multitudinario se reúna a reivindicar la última dictadura militar, mientras levanta las banderas de la Democracia.
No vuelven más
Otra consigna de la marcha, fue el No Vuelven Más, refiriéndose al periodo kirchnerista y todo lo que implica. Para estos patriotas del 1A, los casos de corrupción de la era K, se reduce a que son todos chorros, a que deben estar todos presos, y lo vociferan con el alma frente a la primer cámara de TV que les pasa cerca. Está muy bien, señor defensor de Mauri, pero si usted es tan republicano, debería confiar en que la justicia determine tal sentencia. Además de eso, creo que esta gente no razonó que este gobierno recauda en impuestos de ciudadanos, un 500% más de lo que recaudaba la gestión anterior, ¿dónde está toda esa mejora en la recaudación impositiva?
Para este ejército de la alegría macrista, la herencia K dejó muchos vagos que ahora van a tener que laburar. Yo deseo que todo desocupado se inserte en un mercado laboral genuino y, aunque lejos estoy de esta perversa y revanchista mirada sobre aquellos a los que el kirchnerismo usó con un plan social, nunca se creó un trabajo legítimo para incluirlos socialmente. El problema es que a esos que no tenían un empleo, se les suma una gran cantidad de nuevos desempleados, que creó el macrismo. Por eso cuando cantan los piqueteros a laburar, bueno, justamente de eso se trata. Los piqueteros, son seres humanos y necesitan comer, y depende del Estado si les da un plan social o les genera fuentes de trabajo.
Más allá de todas las coincidencias nocivas para los trabajadores, entre macrismo y kirchnerismo, es muy curioso que camino a dos años de gestión macrista, se siga culpando de todo lo malo a la gestión anterior.
Un Hueco en Los Argumentos
La calidad argumentativa de estos paladines de la Democracia, deja mucho que desear ya que les costaba mucho, fundamentar porqué estaban ahí y cuáles eran las mejores medidas del Gobierno. Una orgullosa doctora, rescató como positivo, que liberaran el cepo al dólar, para poder ahorrar como se me dé la gana, pero acto seguido se quejó de que cobraba $40 la consulta y se la pagaban cuatro meses más tarde, solo en un manifestante de esta marcha cabe esa contradicción. Doctora, ¿cómo hace para ahorrar en dólares, si gana tan poco?, ¿o se alegra porque todos los amigos de Mauricio sí pueden hacerlo? Otra manifestante rescataba la cantidad de obra pública, pero trastabilló con su propia lengua cuando quiso detallar dichas obras. Al resto no se los sacaba de argumentos como: por la democracia, quiero una república o hay que darle tiempo al Gobierno.
Los Medios de Comunicación
Como siempre ocurre, los medios de comunicación, sobre todo la TV, son los que unifican el relato y lo pasan digerido y direccionado, según los intereses del propietario del multimedio, a las grandes audiencias. En este caso, lo que me resultó más detestable, es que se resaltara lo apolítico de la manifestación. Hablaban de ciudadanos comunes que quieren vivir tranquilos. Pero en esta apología del analfabetismo político, subyace la más peligrosa incitación al desinterés en la realidad política del país, y a preocuparse solo cuando la tranquilidad se ve alterada. Los medios trazaban paralelismos, con las manifestaciones de obreros, o docentes, y esta, donde había, como dijo una joven entrevistada, "gente sana".
Ausentes y Oportunistas
El Gobierno y todos sus funcionarios resultaron ser los primeros y más sorprendidos por la magnitud de un apoyo manifiesto en las calles. Las calles que ellos tanto desprecian. Siempre especuladores, como buenos empresarios de raza, se mantuvieron al margen de la acción hasta que la cosa se puso a favor, y salieron sus representantes, desde Mauri para abajo, a expresar su emoción con un conmovido tono de patrón de estancia.
Los ausentes fueron los que verdaderamente la están pasando bien con este gobierno porque tanto los trabajadores que reclaman, o la gente bien que apoya, están, como dijo una paqueta señora en su marcha republicana, en un país que está todo estropeado; pero hay que aguantar, según ellos, pero porque tienen una espalda más grande para aguantar, y los que reclaman, es porque la calidad de vida se les fue por la alcantarilla. Los que no reclaman, ni manifiestan apoyo públicamente, son las grandes multinacionales, los exportadores el campo, ni todos los que se vieron favorecidos por la liberación del cepo, o la quita a las retenciones. Esos miran por sus propios medios de comunicación, a quienes apoyan, o a quienes reclaman, como si fueran piezas de un macabro juego en el que siempre ganan ellos, sin importar quien gobierne.
Profundo Odio de Clases
Lo expresado hasta ahora, me ubica en la vereda de enfrente de todos estos republicanos de sábado a la tarde. El desprecio y el odio reflejado hacia la clase popular que come choripán, o que se deja llevar en colectivo a una manifestación, demuestran una subestimación de las necesidades de los trabajadores, que me hace sentir que esta gente no tiene el más mínimo resabio de humanidad. Si alguien va a una manifestación para comerse un chori, es porque realmente debe estar pasando hambre. Más que despreciable, es una situación preocupante. Si no tiene hambre y va por un chori, debe ser que se siente parte de lo que apoya; y si una organización necesita trasladar a sus simpatizantes, los colectivos resultan especialmente útiles, y los considero un recurso válido, en cualquier circunstancia.
Esta legítima manifestación del new age macrista, está cargada de ribetes muy peligrosos, la gente sana que salió el sábado, salió a defender lo que ellos entienden por democracia, que se limita al simple hecho de vivir en paz sin importarle en lo más mínimo el ciudadano de esta república que no viva en paz.
La gente que salió el sábado, salió a pedir que los que tienen hambre, no se quejen por los lugares donde ellos transitan, porque ellos tienen derecho a circular, aunque la familia de los demás no coma. La gente que salió el sábado, salió entendiendo que los docentes, están al servicio de sus hijos, y no al servicio de la educación pública. Salió pidiendo que la democracia reprima, golpee, y castigue a quien no acepta su destino con la sumisión necesaria para no molestar a nadie.
Estas razones, son las que me alejan por completo de esta gente, sin odiar a nadie en particular, pero sintiendo un rechazo extremo hacia esa clase social que me exterminaría sin dudarlo, si pudieran hacerlo, por el simple hecho de tener otra expectativa para mi vida y para mis hermanos obreros. Por el simple hecho de proponer que el orden establecido podría mejorarse hacia una vida más justa para todos.
6A: Nuestra Marcha
Cuando yo participo de una marcha, entiendo que estoy contribuyendo a visibilizar lo que está mal y es injusto, tanto para mí como para los demás. Veo que esta gente marchó el sábado en base al egoísmo y a la falta de solidaridad pidiendo que su lugar sea plácido, sin importar que ocurre con quienes quedan fuera de su visión.
Los trabajadores sabemos que la realidad no nos permite darle tiempo al Gobierno de Macri porque nuestras familias tienes más necesidades sin resolver que paciencia y voluntad de sacrificio. No confiamos en gente que vive infinitamente mejor que nosotros, mientras nos pide un esfuerzo, y nos condena por quejarnos.
Por eso el próximo jueves 6 de abril, debemos rehusarnos a seguir el mandato de la CGT, que propone un Paro General de una forma dominguera, para que el laburante se quede a tomar mate en casa, y no demuestre su descontento ante políticas que nos achican el salario, con paritarias de miseria, impuestos por las nubes y el aumento constante de la canasta básica.
La marcha de quienes nos desprecian, está muy lejos de ser multitudinaria si consideramos que Macri se consagró Presidente con el 52% de los votos, pero también el 1A tuvo una convocatoria pobre si la comparamos con los 400.000 manifestantes que apoyaban a los docentes en lucha, hace 10 días.
Compañero, Amigo, Laburante, los trabajadores tenemos la obligación de salir a las calles el próximo jueves 6 de abril, porque en Mendoza, particularmente, la realidad no es de esos 3.000 que se reunieron en la Peatonal menduca el 1A. En Mendoza, tenemos más de 300.000 nuevos pobres durante la gestión Cornejo. Esa es la realidad que debemos poner en las calles mendocinas y exigir respuestas concretas que apunten a solucionar la vida de todos, no solo de los que aún tienen la panza llena y pueden esperar tiempos mejores.