Suites individuales, unidades de terapia intensiva equipadas, laboratorios de alta complejidad en los sanatorios de lujo de CABA. Casi el 69% de las instituciones de salud de la Ciudad con internación general y especializada se encuentran en manos privadas. Hoy más que nunca sus recursos tienen que estar a disposición para enfrentar la pandemia.
Jueves 26 de marzo de 2020 11:43
Entre los anuncios que hizo el gobierno estos últimos días, no se incluyeron medidas esenciales tales como el testeo masivo, medida recomendada por el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus ("Test, test, test"), que permitiría controlar la propagación del virus.
A su vez, las y los trabajadores de la salud vienen denunciando la falta alarmante de personal, de medidas de aislamiento efectivas y de insumos básicos como barbijos adecuados, guantes, cofias, alcohol en gel, entre otros. Esta carencia de equipos de protección personal (EPP) implica un riesgo para ellos y para todas las personas que acuden a las instituciones de salud
Los recursos están. Desde que asumió Alberto Fernández se destinó para el pago de la deuda externa ¡por día! el doble del total correspondiente al refuerzo de emergencia al presupuesto de salud, que fue de $1.700 millones.
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La pandemia puso de relieve la crisis de larga data del sistema sanitario, disgregado en 3 subsectores en nuestro país: el público, el de las obras sociales y el privado. Este último, el sector de las prepagas y laboratorios privados cuenta con recursos que se deberían unificar, en un único sistema de salud único para ponerlos bajo la órbita del Estado, junto a comisiones de higiene y seguridad de trabajadores para optimizar los recursos y la atención.
No todos pierden, sino que estos empresarios amasan ganancias lucrando con la salud de la población y a costa de precarizar y poner en riesgo a sus trabajadores, tal como vienen denunciándolo, por ejemplo, los del hospital Italiano, quienes se organizaron y tomaron medidas para exigir lo que corresponde.
Para dar otro ejemplo, Claudio Belocopitt, dueño del 75% de Swiss Medical Group, uno de los hombres más ricos de Argentina según la revista Forbes, tiene una fortuna de más de 1.000 millones de dólares.
Este gigante del negocio de la salud en Argentina reparte el 50% de los usuarios de la medicina privada junto con OSDE. Ellos tampoco ponen sus fortunas al servicio de la emergencia sanitaria.
Analizando esta situación en la ciudad de Buenos Aires, las principales clínicas que utilizan Swiss Medical, OSDE, Galeno, sumando otros establecimientos comunes entre ellas, suman 2738 camas/suits, 745 camas de Terapia y Unidad Coronaria y 195 quirófanos de alta complejidad, esto sin contar las clínicas de otras prepagas que seguirían sumando a la lista.
Algunos recursos de clínicas privadas de la Cuidad de Buenos Aires
UTI/UCO*: Unidad de Terapia Intensiva / Unidad Coronaria
(Fuente: elaboración propia, en base a información de las páginas web de las empresas y sanatorios mencionados).
Por otro lado, si analizamos los establecimientos con internación general en CABA, vemos que casi el 62% se encuentran en manos privadas. En cuanto a los establecimientos con internación especializados, existen un total de 176, de los cuales 1 es universitario privado y 120 privados, es decir, casi el 69% pertenece al subsector privado.
Establecimientos de salud con internación general en la Ciudad de Buenos Aires
Establecimientos de salud con internación general y especializada en la Ciudad de Buenos Aires
(Fuente SISA -Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina, Ministerio de Salud-, elaboración propia)
Sabemos que la cuarentena obligatoria como medida aislada no alcanza, la unificación del sistema de salud debe combinarse en un plan integral que destine todos los recursos necesarios para combatir la pandemia, como la realización de test masivos que permitan detectar los casos asintomáticos. Para realizar los tests, los sanatorios privados también tienen recursos, como por ejemplo el Hospital Austral en Buenos Aires.
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También deben declararse de utilidad pública los laboratorios y empresas que fabrican respiradores, batas, barbijos y todo lo indispensable para atender la #PandemiaMundial, puestas a producir al máximo de su capacidad, y si es necesario, incorporando más personal y donde los trabajadores tengan el control de garantizar que los empresarios no se hagan los “vivos”, como así también exigir sus propias medidas de seguridad e higiene.
Si además unificamos y centralizamos el sistema de salud a nivel nacional, incluyendo la totalidad de los recursos del sistema público, privado, de obras sociales y de la Universidad, podríamos lograr una más eficaz administración de los recursos disponibles y la tecnología.
De esta manera, se podrían activar circuitos de atención optimizando los cuidados para las personas que lo requieran. A la vez, aumentando los recursos disponibles se podrían atender tempranamente los síntomas para evitar lo más posible la instancia de cuidados críticos.
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Sin embargo, teniendo en cuenta que entre obras sociales, prepagas y hospitales públicos, la ciudad de Buenos Aires dispone de 7,1 camas cada 1000 habitantes eso no alcanza.
La Argentina de conjunto dispone de 4,5 camas cada 1000 habitantes, mientras el recomendado por la OMS es 8 camas cada 1000 habitantes, como es el caso de Alemania entre otros países.
Pero, además, teniendo en cuenta que la Ciudad de Buenos Aires es la ciudad más poblada del país, con más densidad poblacional y factores de riesgo como el hacinamiento y población envejecida, necesitamos la mayor cantidad de recursos para optimizar la atención.
Por eso es necesario el aumento del presupuesto sanitario, basado en el no pago de la deuda externa, impuestos a las grandes empresas que se llevaron millones, centralizando los recursos de las prepagas, las principales empresas farmacéuticas, productoras de alcohol en gel, guantes y barbijos, bajo control estatal. Todas estas empresas no pueden seguir lucrando con la vida de la población.