Fue provocado por un operativo dentro del proceso de reurbanización no habiendo informado a los vecinos de la afectación. Vecinos y vecinas reclaman una solución habitacional definitiva. El gobierno sigue sin dar una respuesta a la situación crítica de vivienda que incluye desalojos violentos en el barrio.
Viernes 20 de enero de 2023 16:11
La demolición por “error” se dio el miércoles 18 como parte de un operativo del proceso de urbanización llevado a cabo por la UPE (Unidad de Proyectos Especiales) que depende del Ministerio de Desarrollo y Hábitat. Esta demolición generó un derrumbe en el que resultaron heridos tres obreros que quedaron atrapados en las viviendas y tuvieron que ser trasladados al Hospital Fernández. El gobierno de la ciudad sigue sin dar respuesta y solución habitacional a una crisis que se agudiza en la segunda villa más grande de la Ciudad de Buenos Aires.
Las casas se encontraban en lo que se conoce como Bajo Autopista (Illia) en la zona de la Villa 31 Bis donde más de 30 familias con menores a cargo perdieron todo lo que tenían y pasaron la noche en la calle.
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Desde la UPE se hicieron presentes el día jueves y la “solución” que les ofrecieron es llevar a las familias a paradores pero sin brindar ninguna explicación de lo sucedido ni una garantía o solución a largo plazo. Mientras las familias continúan desamparadas.
El GCBA viene llevando adelante un proceso de reurbanización repleto de irregularidades, con viviendas vacías que siguen sin ser entregadas, decenas de desalojos violentos como venimos denunciando desde este medio. Dentro de la operatoria de la Ley de Urbanización 6129 las relocalizaciones no pueden ser forzosas y solo se pueden realizar con previo acuerdo de las familias afectadas. A su vez sus alcances son muy limitados ya que el requisito es brindar soluciones habitaciones únicamente a quienes fueron censados en el 2016 y están afectadas por el proceso de re urbanización.
Esto deja por fuera a miles de familias que no se encontraban en su domicilio en el momento del censo o que se encuentran en situación de alquiler. Mientras abundan las viviendas en emergencia habitacional, los casos de hacinamiento crítico y emergencia eléctrica en donde los incendios son moneda corriente, sin garantizar el derecho a una vivienda digna.