El documental “Buscando a Panzeri” de Sebastián Kohan Esquenazi muestra el vida del periodista deportivo, su confrontación con el poder y la hipocresía del mundo del fútbol. Charlamos con Sebastián Kohan Esquenazi, realizador del documental.
Gustavo Grazioli @Discolo1714
Jueves 6 de agosto de 2020 21:29
A principios de los setenta, en Argentina existió un periodista llamado Dante Panzeri. Su figura gravitó en la fina línea del amor/odio y su incansable labor por confrontar a los poderes y a toda la hipocresía del mundo del fútbol, hizo que su nombre fuese a parar al bajo fondo de los archivos. Seguramente alguno se topó con ediciones perdidas de libros como Dinámica de lo impensado o Burguesía y gangsterismo en el deporte, pero lo cierto es que siempre jugó para el equipo de los marginales.
Esa vida y esos principios llamaron la atención de inmediato a Sebastián Kohan Esquenazi, periodista radicado desde hace unos años en México, y su objetivo se definió rápidamente: recuperar a Panzeri. Lo primero que hizo para certificar su conversión al panzerismo fue reeditar Dinámica de lo impensado a través del sello Capitán swing en 2012 y lo que vino después, lo más reciente, fue el documental Buscando a Panzeri.
“Cada intento que hacía por recuperar a Panzeri me daba cuenta que era muy difícil. No estaba la familia, no había material de archivo y en internet se encontraba muy poco. Mi primer zanahoria fue reeditar Dinámica de lo impensado. Creo que es el mejor libro de fútbol que hay. Es el libro que más critica al fútbol y el que más lo ama. Deja claro que el fútbol es un juego y al mismo tiempo te explica por qué va a dejar de serlo”, cuenta Kohan Esquenazi.
El fútbol es eso que pasa dentro de la cancha y no lo que está afuera o lo que lo rodea parecía advertir Panzeri con visión futurista. Su enfática defensa al juego y su reprobación a los negociados, fueron parte de sus características principales en el ejercicio de la profesión. “La mitad de los conceptos que tengo en relación al fútbol son de Panzeri y de Bielsa. Si no existieran esos dos personajes, sería una persona con muchísimo menos capacidad para hablar de fútbol y de la vida misma. Me pareció que la teoría de Panzeri hacía mucha falta dentro de las conversaciones periodísticas y futboleras”, confiesa.
Dentro de todo el recorrido de la trayectoria de Panzeri que se puede ver en el documental, aparece su época como director de la revista El Gráfico. Ahí se cuenta como se despachaba, en el pie de las fotos, contra DT y masajistas que posaban en las fotos de las formaciones de los equipos antes de salir a jugar. También se lo ve discutir con Constancio Vigil, hijo de los dueños de Editorial Atlántida, por la imposición de publicar una columna de Álvaro Alsogaray, y posteriormente renunciar a su cargo en la revista de sus sueños. “Lo que sucede es que el entrenador o el masajista eran una especie de símbolo de lo que estaba a punto de empezar a pasar y de lo que terminó pasando en el futuro: lo importante dejó de estar adentro de la cancha. Fue un visionario”, aclara su director.
La tarea que emprendió Kohan Esquenazi en el documental no fue sencilla y le llevó ochos años. Al inicio se lo ve buscar como un detective a todo aquel que se apellide Panzeri y a todo tipo de vínculo familiar que lo pueda acercar aún más al periodista. “Al principio encontré distancia de parte de la familia. Panzeri murió muy afectado por la relación con sus colegas. Él era un Quijote que todo el tiempo luchaba contra todo, inclusive contra sus propios colegas. Debe ser muy difícil ir por la calle y que digan: este tipo es el que nos está tirando mierda todo el tiempo. Y esa vida que se inventó de luchador inclaudicable le pasó factura. A veces es bueno bajar un poco la guardia y no discutir todo el tiempo para vivir un poco más tranquilo. Es casi imposible cuestionar todo sin hacerte mala sangre”, cuenta, luego hace un silencio del otro lado del teléfono y concluye: “Cuando me junté con ellos para hablar no me recibieron con los brazos abiertos. Primero quisieron saber quién era, pero después se dieron cuenta que lo mío era sensato y me aceptaron”.
El documental por otra parte revela una obsesiva búsqueda de archivo y se nota una selección quirúrgica a la hora de elegir los testimonios. Los muchos periodistas que aparecen sin dudas cuadran dentro del universo Panzeri y sin caer en homenajes sensibleros, las palabras que aportan son justas. Algunos de ellos son Alejandro Caravario, Ariel Scher, Ezequiel Fernández Moores, Matías Bauso, Diego Bonadeo y Daniel Guiñazu, entre otros. También se intenta hablar con Bilardo pero el ex Campeón mundial se niega a dar testimonio de alguien que ya no está. “Tuvo mucha diplomacia para salir del apuro de un boludo que lo llamó para hablar de un tipo que lo había hecho mierda en la prensa. Pero le agradezco que me haya contestado que no al menos”.
Lo que se concluye y queda claro después de ver Buscando a Panzeri, es que su ética marcó otra forma de contar y desenmascarar a los poderosos de turno y de siempre. Panzeri se opuso firmemente a todo y también tuvo sus claros y oscuros, buenas y malas. “La incomodidad que genera Panzeri para mi tiene un tanto que ver con el enfrentamiento a los poderosos y también con ese micro enfrentamiento cotidiano donde no te dejaba pasar nada. Era un librepensador y quedaba mal con todo el mundo. Era él mismo y eso me pareció increíble. Debe haber muy pocos personajes de ese estilo”, finaliza Kohan Esquenazi.
El documental se puede ver ingresando a la web de Puentes de Cine.