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Red Internacional
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Francia. El gobierno de Hollande y la oposición de derecha acentúan el clima represivo

Sarkozy propone “lugares especiales de detención” para “posibles terroristas”.
Por su parte, el primer ministro Valls reconoció que hay 15 mil personas bajo la mirada policial. El jueves 15 habrá una jornada nacional de lucha contra la represión.

Lunes 12 de septiembre de 2016 09:45

Este domingo, el primer ministro francés Manuel Valls reconoció que hay 15 mil personas bajo la mira policial y los servicios de inteligencia nacionales por “posible radicalización”, en medio de una advertencia por posibles ataques. Es decir, una verdadera persecución bajo el signo de la islamofobia y el racismo.

Valls declaró en una entrevista en radio Europe 1 que “va a haber nuevos atentados en Paris”, luego de que la semana pasada habrían desmantelado dos posibles atentados; uno en la estación de trenes Gare de Lyon, en el centro de la capital francesa, y otro, en cercanías de la Catedral de Notre Dame, de manera de intentar legitimar a través del miedo, afirmando que “habrá víctimas inocentes” la creciente militarización del país y las represiones, bajo la vigencia del estado de emergencia, extendido en julio hasta el 26 de enero del año próximo.

¿Un Guantánamo francés?

El ex mandatario y candidato a presidente por los republicanos, Nicolás Sarkozy, propone crear lugares especiales de detención para ciudadanos franceses que estén “bajo sospecha” de tener vínculos con miembros del Estado Islámico. "Y no me digan que sería Guantánamo", afirmó Sarkozy. "En Francia, cualquier confinamiento administrativo está sujeto a una fiscalización posterior de un juez", agregó. En julio, luego del atentado en Niza, su compañero de partido y presidente de la comisión encargada de investigar los atentados de 2015, Georges Fenech, había sugerido llevar a los sospechosos a la isla atlántica de Ré, donde hay una cárcel que, según dijo, necesita ser renovada con urgencia.

Hollande y Valls salieron al cruce de los dichos del ex presidente. El mandatario francés, en un discurso el jueves pasado, apeló a los históricos valores de la democracia francesa y se preguntó “¿Es que Guantánamo y la Patriot Act han preservado a los americanos? Somos Francia y la democracia es nuestra arma". Por su parte, el primer ministro agregó que “Se equivoca al tratar de romper el cuello del imperio de la ley” en relación a la propuesta de Sarkozy. Ya en julio, Valls se había pronunciado al respecto. "Encerrar a individuos en centros con la sospecha como única base, es moral y jurídicamente inaceptable. Por otra parte, no sería eficaz. Mi gobierno no va a ser el que cree un "Guantánamo a la francesa", había declarado.

Sin embargo, pareciera ser que para el oficialismo “el imperio de la ley” cuando el gobierno arresta trabajadores en sus domicilios como a los portuarios de Le Havre como ocurrió la semana pasada, generando una huelga y bloqueos en el puerto como respuesta a esta ofensiva del gobierno. O cuando intenta, junto con Alemania, que la Unión Europea legisle sobre los cifrados de los mensajes de Telegram y WhatsApp, obligando a las aplicaciones a colaborar en “la lucha contra el terrorismo”, entregando intercambios de mensajes para que puedan ser utilizados como pruebas en procesos judiciales, pero, por supuesto, siempre bajo “el imperio de la ley”…

Estos hechos, junto con la ofensiva racista e islamófoba que se expresó durante el verano boreal con la prohibición del “burkini” en numerosas playas del país o el confinamiento inhumano en el campamento de refugiados conocido como “la jungla de Calais” donde se encuentran hacinadas casi 10 mil personas, y que tiene como “solución” la construcción de un muro racista entre Francia e Inglaterra, son parte de la situación del país, atravesado por una crisis política cada vez mayor.

Hace unos días atrás, el debilitado Hollande, el presidente más impopular de Francia en décadas (tiene sólo un 12% de aprobación) y que acaba de sumarse a la carrera presidencial, aunque aún no lo ha formalizado, recibió otro golpe con la renuncia de Emmanuel Macron, su ministro de economía y finanzas, quien abandonó al gobierno para dar batalla en las presidenciales del 2017 con su nuevo partido ¡En Marcha!

Aunque se esmere en los discursos en tomar distancia del derechista Nicolás Sarkozy o de Marine Le Pen, en los hechos el gobierno “socialista” de Hollande ya inició la militarización del país, la persecución y la represión, bajo la bandera de la “unidad nacional” y la “guerra de civilizaciones”.

Esta semana que comienza, Hollande deberá enfrentarse nuevamente al movimiento de jóvenes y trabajadores que saldrán a las calles en su lucha contra la ley El Kohmri y la represión del gobierno, para que ningún manifestante sea condenado.

Este 15 de septiembre está llamada una nueva jornada nacional de movilización, continuando la pelea contra la reforma laboral y “su mundo”, que inundó las calles de las principales ciudades del país desde el mes de marzo y que el próximo jueves demostrarán nuevamente que “si tocan a uno, ¡responderán por miles!”