El golpe institucional en curso en Brasil, orquestado por la derecha y detonado por la Operación “Lava Jato”, que investiga los esquemas de corrupción del PT y del conjunto del sistema de partidos involucrado en Petrobras, fue aprobado en la Cámara de Diputados el 16 de abril y se constituyó en una verdadera divisoria de aguas para la izquierda.
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