¿Qué se puede ver? El joven Marx y el fantasma del comunismo

Montaje | Ana Laura Caruso

La película El Joven Marx (2017) dirigida por Raoul Peck recorre los años de juventud de Marx y Engels entre 1844-1848. Pincelada tras pincelada muestra cómo dos pibes van sacando filo a las ideas que van a transmitir a la clase trabajadora. Parte de esas ideas son que la burguesía y los trabajadores no sólo no tienen nada en común sino que son clases sociales enemigas. Ante una clase trabajadora que va dando sus primeros pasos de organización y lucha, estos pibes explicaban que la sociedad en la que vivimos está basada en la explotación. Y así quedó reflejado en su actividad periodística. También tiene un papel destacado Jenny Marx, la compañera de Karl, allí se la ve muy comprometida en las ideas de lucha.

Si bien Marx había estudiado derecho y filosofía, cuando comienza a trabajar lo hace como periodista, escribiendo en algunas revistas como La Gaceta Renana de Prusia en la que hace sus primeros descubrimientos en torno a la situación de los obreros y relata la situación que sufren los campesinos pobres que recogen leña reseca en los bosques que eran dominio de los señores feudales. También mediante sus escritos publicará su crítica hacia el régimen prusiano, lo que provocará la clausura del diario y su exilio inmediato del territorio. Es allí cuando se emprende el viaje de Marx, que tiene como primer destino la ciudad de Paris en la que se reencontrará con Friederich Engels su fraternal amigo. A su vez escribirá en un periódico llamado Anales franco-alemanes (proyecto que había empezado en Alemania y continuará en Francia).

La película también muestra los debates de la época. Veremos la polémica de Marx con Proudhon, uno de los primeros inspiradores del anarquismo; Bakunin otro anarquista ruso que también se da una vuelta por el barrio donde los debates ardían en un fuego creciente en torno a definir “¿qué es la propiedad?” y finalmente aparecen figuras como Weitling, el socialista alemán. Toda esa muchachada no va parar de debatir -y muy apasionadamente- cuáles eran las vías para ponerle fin a la explotación y la opresión.

Por ejemplo, la Liga de los Justos, antecesora de la Liga Comunista, tenía como lema “Todos los hombres son hermanos”. Pero, ¿acaso la burguesía y los trabajadores son hermanos? pregunta Engels a un auditorio obrero... “¡No!” responden conjuntamente y así va transmitiendo las ideas centrales que quedarán plasmadas en el Manifiesto Comunista, como la del internacionalismo proletario que sienta las bases de la solidaridad de la clase trabajadora bajo el capitalismo que es un sistema mundial. Esto es muy importante porque es parte de la tradición teórica y práctica del marxismo. Marx le dará expresión concreta con la inmortal frase “Proletarios del mundo, uníos” que es el grito de guerra con el que cierra el Manifiesto Comunista.

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Esta película nos deja escenas que reflejan el recorrido que Marx hizo por casi toda Europa en su acalorada juventud. Podríamos pensar incluso que predijo su propio futuro cuando en el Manifiesto Comunista decía que “un fantasma recorre Europa, es el fantasma del comunismo”. Eso nos tienta a pensar en su propia experiencia de vida, en la que iba de aquí para allá escapando de la persecución incitada por el rey prusiano y sus “polizontes alemanes”.

Algo que no fue casualidad ya que, desde que empezó la agitación política, el joven Marx era el primero en la lista de los escritores, “agitadores” o “subversivos” cómo diría la burguesía, para ser perseguido. Si bien la peli cuenta los años de 1844 a 1848, vale decir que desde 1830 ya hay grandes convulsiones sociales que lo empujarán a sacar conclusiones cada vez más radicales. Tomando unas copas con Federico Engels, saca la conclusión de que “hasta ahora los filósofos sólo se han limitado a interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”.

León Trotsky en su reflexión A 90 años del Manifiesto Comunista dirá que “este folleto, desplegando una genialidad mayor que cualquier otro en la literatura mundial, sigue hoy asombrándonos por su frescor. Sus partes más importantes parecen escritas ayer. Indudablemente, sus jóvenes autores (Marx tenía veintinueve años, Engels veintisiete) podían ver más allá en el futuro que nadie antes que ellos, y quizá que nadie después de ellos.”

De Francia a Bruselas, de Bruselas a Londres, donde definitivamente encontrará una estadía fija y vivirá allí hasta el día de su muerte en 1883. Marx sin dudas será un nómada de su tiempo, quién no paró de difundir sus ideas desde el icónico y famoso “Manifiesto del Partido Comunista” hasta su obra magna “El Capital”. Fue un revolucionario a quien le tocó vivir las mil y una, pero que dejó un hilo rojo, el de la historia que nos conduce a lxs explotadxs a que pasemos de la rebelión a la revolución contra todo el régimen burgués, contra el sistema capitalista para terminar con el reino de la necesidad y vivir en el mundo de la libertad y la abundancia: el comunismo.

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