A instancias de las bancadas opositoras (correístas -Unes-, el Partido Social Cristiano -PSC-, un sector de Pachakutik -indigenistas-, y de la Izquierda Democrática), con 88 votos de un total de 116 legisladores presentes, se aprobó la continuidad del juicio político a Guillermo Lasso acusado de malversación de dineros públicos. Se profundiza la crisis del gobierno neoliberal.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Martes 9 de mayo de 2023 21:17
Votación en Asamblea Legislativa que habilitó el juicio político a Guillermo Lasso. Prensa Latina.
El oficialismo, obviamente votó en contra con 23 votos, 5 legisladores de la Izquierda Democrática se abstuvieron, mientras que la mayoría de Pachakutik se ausentó.
La moción para avanzar con el juicio político fue presentada por la representante de la bancada que responde al ex presidente Rafael Correa, Viviana Veloz, argumentando que pretendían: “enjuiciar políticamente al presidente de la República, Guillermo Lasso por la infracción constitucional de peculado (Malversación de fondos públicos N. de R.)”.
La intención de la oposición es que la Asamblea Nacional (parlamento, que en Ecuador es unicameral. N. de R.), de proseguir el juicio, es que entre el 20 y 22 de mayo se vote la censura y en consecuencia la destitución del neoliberal Guillermo Lasso. Para eso deberá conseguir 92 votos del total de los 137 legisladores.
El correísmo ganó impulso luego de las elecciones de febrero último donde ganó varias gobernaciones y alcaldías, posicionándose en 9 provincias del país, entre ellas, las 3 más pobladas, ganando también 61 alcaldías, como Quito y Guayaquil, centro económico de Ecuador. Esto, sumado al rechazo al referéndum que el mismo presidente lanzó, significó para él un fuerte revés. Teniendo en cuenta que el año pasado Ecuador vivió fuertes movilizaciones contra las medidas económicas de Lasso, donde el movimiento indigenista, trabajadores y jóvenes protagonizaron largas jornadas de enfrentamiento al gobierno, soportando diariamente fuertes represiones ordenadas por el ejecutivo.
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En ese momento, junio del año pasado, las movilizaciones pusieron contra las cuerdas a Lasso, pero la Confederación de Nacionalidades Indígenas -que dirige Leónidas Iza-, junto a los dirigentes de otros movimientos indígenas, acordaron con representantes del Gobierno y el rol mediador del Episcopado, un "Acta por la Paz", que le dio óxigeno. Esto sumado a que las direcciones de los sindicatos de trabajadores se negaron a participar fuertemente y a unificar la lucha con la de los pueblos originarios.
Fue cuando el correísmo buscó salidas institucionales para que no fueran las movilizaciones las que acabaran con el Gobierno de Lasso, que como ahora, tenía un fuerte desprestigio frente a las masas. Hay que recordar que en pleno proceso de lucha la bancada UNES -que responde a Rafael Correa- trató de avanzar en el parlamento con el mecanismo denominado "muerte cruzada", que de avanzar se procedería a cerrar la Asamblea Legislativa y llamar a nuevas elecciones. De esa manera el correísmo buscaba desviar el proceso de movilizaciones que en las calles exigía medidas económicas a favor de las mayorías populares, dándole una respuesta electoral. Ahora con el juicio político pretenden el mismo objetivo.
Por ese motivo es que el verdadero enfrentamiento al gobierno y al conjunto del régimen (para lograr los cambios estructurales que contemple las necesidades de las mayorías trabajadoras y campesinas) solo puede venir de la mano de la movilización independiente de trabajadoras, trabajadores, movimiento indigenista y la juventud del Ecuador.
