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Red Internacional
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#CORONAVIRUSARG. El sistema de salud rionegrino frente a la pandemia

El Coronavirus vuelve a poner en cuestión la situación en la que se encuentra el sistema de salud de la provincia. La falta de inversión permanente por parte de los gobiernos, la densidad poblacional y las distancias ponen en jaque la débil infraestructura en salud.

Miércoles 18 de marzo de 2020 13:06

El sistema provincial de salud cuenta con 37 hospitales generales divididos en 6 zonas sanitarias y está conformado por tres subsectores que son fiscalizados y controlados por el Ministerio de Salud. El sector público es el de mayor extensión. Esto significa que, según los casos, hay derivaciones que implican recorrer grandes distancias y hacinamiento en los hospitales zonales. El más grande de la provincia se encuentra en Bariloche y recibe casos de toda la zona andina.

En el informe del Departamento Provincial de Estadística del Ministerio de Salud Río Negro, presentado en 2018, los hospitales y centros de salud no están en condiciones para dar respuesta al brote de coronavirus. Para ésto es necesario contar con mayor cantidad de camas, personal, insumos y aparatología así como tomar una serie de medidas de emergencia para evitar la propagación de la enfermedad viral denominada Coronavirus en la provincia.

Un sistema colapsado

Las sucesivas derivaciones, dan muestra del endeble sistema de salud. Según la complejidad de los casos, un paciente de Ñorquinco, debe ser derivado a El Bolsón (100 km) o Jacobacci (160 km) y de acuerdo a la complejidad, de allí a Bariloche (165 km) o Fiske Menuco (Gral. Roca, 346 km) respectivamente. Si a mayor concentración de población existen mayores riesgos de contagio, los habitantes de poblaciones menores que sean derivados deberán “competir” por las plazas de internación existentes.

El Miércoles en la conferencia de prensa virtual brindad por el gobierno, el ministro de Salud Fabián Zgaib, dio a conocer que, entre los hospitales públicos y privados, existen 160 plazas de internación entre terapias intermedias e intensivas en toda la provincia. Para el día jueves ese anunció la apertura de compra por parte de la provincia de 100 respiradores, monitores, bombas y camas para cubrir la posible demanda que la emergencia requiera. Sin embargo según recomendaciones de la OMS, la inversión anunciada seria insuficiente dada la tasa de posibles contagios.

Las ganancias de las empresas de salud no pueden valer más que nuestras vidas

Mientras la provincia se encuentra en emergencia económica para garantizar el pago de los vencimientos de deuda producto del Plan Castello, indigna constatar que dicho “plan maestro de infraestructura” no ha contemplado hasta ahora un solo peso de inversión para el sistema de salud. Con los u$s 650 millones que se pagan mes a mes en deuda, hoy podrían equiparse los centros de atención en salud plenamente sin descuidar el tratamiento de otras áreas, formalizar la relación laboral del personal de salud precarizado o informal, así como contratar mayor personal.

En Bariloche la obra de ampliación del hospital Ramón Carrillo se encuentra paralizada y con el cierre del sanatorio del Sol, que dejó a 54 trabajadores y trabajadores en la calle, se redujo la capacidad de internación y atención en la ciudad más densamente poblada de la provincia y con mayor disparidad en la asistencia de salud.

Nos hallamos ante una crisis que evidencia las falencias del sistema de salud producto del abandono de años, para superarlo se necesitan medidas urgentes y a largo plazo. El Gobierno tiene que garantizar la provisión de test gratuitos de detección temprana para todos y no solo para los casos relacionados con viajes al exterior o de contacto con casos confirmados como anuncio el ministro de salud.

Desde el PTS en el FIT-U, proponemos disponer del sector privado de la salud, el sector que balancea nuestras vidas con sus ganancias, centralizando todo en un sistema único dirigido por el Estado para poder dar una respuesta eficiente y para todos. Necesitamos poner todos los recursos de la provincia al servicio de las necesidades de la población, y no de las ganancias de los empresarios de la salud.

Por ello es indispensable cortar con la sangría de la deuda externa provincial, dejando de pagarla para destinar todos esos recursos económicos a la atención de la población ante esta emergencia. Porque nuestras vidas valen más que las ganancias de laboratorios y empresarios de la salud.


Alhue Bay Gavuzzo

Bióloga, Técnica profesional del CONICET - Universidad Nacional de Río Negro.

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