Este jueves 6 de diciembre se realizan unas nuevas elecciones a Junta Interna de ATE Promoción Social, del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se presentan dos listas: la Roja Plateada que viene dirigiendo hace años la junta interna y la Verde y Blanca, que responde a la actual conducción de Ate Capital.
Jueves 6 de diciembre de 2018 00:00
A diferencias de hace dos años, donde solo se presentó la Agrupación Roja Plateada, esta vez se vuelve a presentar la lista Verde y Blanca kirchnerista, que tiene como referente al “Tano” Catalano, Secretario General de Ate Capital. Esto se da en el marco de que este sector viene haciendo campañas de “unidad” en varias elecciones de juntas internas. Sin embargo cuando observamos la práctica de la conducción de esta agrupación en la conducción de la seccional ATE Capital, notamos que solo queda en promesas electorales.
Repasemos que fue uno de los peores años para las trabajadoras y trabajadores, pero sobre todo para los estatales, con despidos, paritarias muy por debajo de la inflación, precarización, e incluso las y los municipales somos de los pocos sectores que no recibimos el bono de fin de año. Incluso hoy con la implementación del sistema biométrico (huella digital) nos quieren aumentar la cantidad de horas trabajadas por los mismos sueldos, que se encuentran en su mayoría por debajo del nivel de pobreza.
La unidad como discurso o realidad
Frente a este nivel de ataque, el sindicato solo ha salido de forma aislada, con luchas sectoriales, sin organizarse desde los lugares de trabajo, ni poner todas las fuerzas que cuenta en las calles. Incluso promovió la división ya que vaciaba las acciones que convocaba Ate Nacional o los conflictos donde ellos no estaban. Es decir, en el año donde más poder adquisitivo perdieron las y los trabajadores estatales, pudieron más las disputas internas entre las seccionales capital y nacional, que la necesidad de una unidad en serio en las calles para resistir los ataques. Por eso vemos que esta campaña de “unidad” es solo un slogan de campaña que no llevan a cabo donde dirigen, y por consiguiente sabemos que no pretenden hacerlo realmente en Promoción Social, si fuesen electos.
Nos encontramos frente a una ofensiva de Cambiemos para hacer pasar el presupuesto del FMI, y donde queda cada vez más evidente que van a seguir ajustando a las y los trabajadores y sectores más pobres para poder pagar la deuda externa que sigue creciendo. Ajuste que solo pueden pasar mediante represión, y en consecuencia abundan discursos de derecha, tanto del oficialismo como de la oposición del PJ, y se entiende las directivas de Bullrich a la policía para que puedan utilizar armas de fuego y disparar por la espalda. No hace falta aclarar que los muertos los vamos a poner el pueblo.
En nuestro ministerio, y sobre todo en Promoción Social (que abarca las direcciones de Niñez y Adolescencia; Mujer; y Adicciones) podemos observar como nuestro trabajo con los sectores más vulnerables de la ciudad se hace cada vez más limitado frente a las necesidades. Encontramos que cada vez hay más demanda por cuestiones muy básicas, pero a su vez hay menos recursos, achicando partidas presupuestarias; sin vacantes en hogares, con edificios que se caen a pedazos y tienen peligro de incendio; manteniendo los mismos montos para las becas y subsidios a lo largo del año como si no hubiese habido una inflación de casi 50%, etc. Es en este Ministerio donde se nota de forma inmediata cuando hay una crisis socioeconómica. Sin embargo se encuentran los salarios más bajos de todo el gobierno de la ciudad. Y a esto se suma las respuestas del gobierno a las necesidades de los sectores más vulnerables, como lo que sucedió hace dos semanas que reprimieron a familias en una sede del ministerio, incluso golpeando y gaseando a niñas y niños, cuando solo reclamaban más viandas para comedores.
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Es por todo esto que si no sale a luchar hoy, en los lugares de trabajo y en las calles, nos pasan por arriba. Y en consecuencia es una debilidad que nuestra seccional siga los lineamientos de la estrategia kirchnerista de “Hay 2019”, y se movilice de forma testimonial en momentos importantes (votación del presupuesto o el repudio al G20 por nombrar solo los últimos meses).
Solo hace falta mirar lo que sucedió estos días en Francia para ver como se volteó el aumento del combustible en las calles; no mediante una estrategia electoral.
Construyamos un espacio democrático y en unidad con los sectores que quieran pelear
A partir de esta práctica que viene teniendo la Agrupación Verde y Blanca en la conducción de ATE Capital y en las juntas que dirige, es que desde la Agrupación Marrón Clasista llamamos a votar críticamente a la Agrupación Roja y Plateada (Ate desde Abajo). Por más que tenemos diferencias políticas son compañeras y compañeros que nos encontramos habitualmente en las calles dando las peleas, y organizándose desde las asambleas y de forma antiburocrática.
Sin embargo también expresamos que frente a un contexto donde se van a agudizar los ataques a las y los trabajadores y a los sectores más necesitados con los que trabajamos, vemos que se torna necesario ampliar esta herramienta gremial de forma democrática. Tanto al gobierno, pero también frente a las burocracias de nuestro sindicato, no se lo pueden enfrentar de forma aislada, mediante maniobras, y diluyendo las posiciones políticas. La unidad la debemos lograr en la acción pero a partir de debatir posiciones políticas de forma clara y tomando decisiones en las asambleas, que abarquen a afiliados de ATE, pero también de Sutecba y no afiliados. En los últimos dos años, y pese a todos los ataques, solo hubo 6 asambleas generales. Y en algunos sectores ni siquiera se realizaron asambleas como para que los delegados tengan mandatos para presentar en las reuniones de juntas. En un ministerio de 5000 trabajadores se torna en una necesidad construir un espacio donde puedan expresarse esos miles de compañeras y compañeros.
Como afirmamos más arriba, ni al plan del macrismo ni al de Rodríguez Larreta, podemos vencerlo de forma corporativa y con medidas internas en los pasillos del ministerio. Las migajas no alcanzan cuando los ataques se vienen agudizando. Es esencial que desde Promoción Social seamos un ejemplo para construir una herramienta que coordine con otros sectores. Los ataques recibidos, desde nuestros sueldos de miseria; como el presentismo que está obligando a compañeras y compañeros a renunciar ya que necesitan tener 2 o más trabajos para subsistir; los mal encasillamientos y no reconocimiento de funciones que se vienen realizando hace años; los contratos de locación y tercerización que no cumplen con derechos mínimos; los diferentes salarios por iguales tareas; la presión de trabajar con sectores muy golpeados pero sin recursos que provoca un desgaste en las y los laburantes; etc. son ataque que no los vamos a derrotar solos las afiliadas y afiliados de ATE de Promoción Social.
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Debemos coordinar con los sectores que estén luchando, como en este momento son ejemplos los Astilleros de Rio Santiago, Siam, trabajadores de la Salud, etc. No podemos diluirnos internamente en una seccional que tiene una estrategia puramente electoral, y que para eso incluso se une con los sectores conservadores de los “pañuelos celestes” (incluso convocaron a marchar a Lujan, con Moyano, a rezar a la virgen, la iglesia y con claro perfil electoralista) faltando el respeto a la gran marea verde que movilizó a millones por sus derechos, y que las trabajadoras y trabajadores de Promoción somos parte de forma activa).
En estas elecciones debemos seguir el ejemplo del Ministerio de Trabajo, donde derrotaron a la Agrupación Verde y Blanca junto a Patria Grande. Podemos construir un faro desde Promoción Social para todos los sectores que están siendo atacados y ser un canal de expresión para los miles que quieren salir a pelear, pero no encuentran un canal de expresión. Construyamos políticamente junto a estos sectores vulnerables con los que trabajamos que vienen siendo duramente golpeados. Y sigamos exigiendo que nuestras conducciones sindicales se pongan a la cabeza, no discursivamente, sino en las calles y en los lugares de trabajos para enfrentar este ajuste.