Trabajadores, jóvenes, mujeres, inmigrantes, LGBTI: ¡Berlín necesita un frente de la izquierda anticapitalista!
Viernes 16 de septiembre de 2016
Entre los berlineses es un lugar común odiar nuestra propia ciudad. Eso no tiene que ver con nuestra forma de hablar. Es la expresión de una catástrofe social en la capital del paíss.
Berlín es la capital de la precarización. Uno de cuatro empleos es precario, tanto en las empresas estatales como en las privadas.
Gracias a las privatizaciones del gobierno que formaban juntos la socialdemocracia y Die Linke (entre 2001-2011) en la ciudad, los alquileres suben extremamente rápido.
Casi todos los colegios están en ruinas. Y los maestros se van a la huelga para exigir “Igual salario para igual trabajo”.
Se recorta en todos lados, solo el ‘estado de vigilancia’ se expande. Cuando grupos de refugiados o la izquierda se manifiesta, siempre hay un mar de policías listos para reprimir.
Todos los partidos políticos del parlamento son responsables de esta crisis berlinesa. Esto se demuestra en la campaña electoral.
El SPD hace campaña con el lema “Berlín permanece…” Porque según ellos, Berlín debería seguir siendo lo que se convirtió durante los últimos 25 años de gobiernos socialdemócratas: un bufé para los inversores, una carga para los pobres.
La CDU añade a este programa la “seguridad“, que es necesaria cuando los berlineses protestan. Ellos quieres más policías y más represión.
Los Verdes siguen molestos con el SPD por no haber llegado al gobierno el 2011. Ahora quieren ser la CDU de forma más amable, quieren una ciudad neoliberal y racista – tal vez con más caminos de bicicletas.
Die Linke fue parte del gobierno desde 2001 hasta 2011 e impuso las privatizaciones. En ese momento, ningún gobierno del CDU tenía un programa más derechista que la coalición entre la socialdemocracia y Die Linke. Ahora se postulan nuevamente con los mismos políticos privatizadores. Incluso el demagogo racista Thilo Sarrazin, que como ministro de finanzas de Berlín estuvo a la cabeza de los más brutales ataques, está feliz con una coalición con Die Linke – porque son más ‘responsables’ que los Verdes.
Lo único nuevo es el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). Este partido solo ofrece más racismo, represión y más recortes. Y todos los otros partidos del establishment hacen una campaña conjunta de “votar contra la AfD” y así fortalecen su perfil de “alternativa”.
Vale la pena luchar
¿Qué hacer contra esta miseria en Berlín? No podemos confiar en que nuestra situación mejore gracias a algunos de estos partidos. ¡Solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas!
Los refugiados luchan por su derecho a estudiar en escuelas normales, a vivir en edificios normales y a trabajar en empleos normales.
Los estudiantes se manifiestan en huelgas estudiantiles contra el racismo – cuatro veces en los últimos dos años salieron miles a la calle-. La próxima huelga estudiantil tendrá lugar el 29 de septiembre.
Los trabajadores subempleados luchan por “Igual salario a igual trabajo”. No quieren seguir subempleados, sin convenio colectivo y con sueldos bajísimos. En los últimos meses hubo paros y huelgas en el Jardín Botánico, el Museo Técnico, entre los trabajadores del Charité Facility Management en el hospital Charité y en los colegios.
Por lo menos en el Jardín Botánico los trabajadores están en la recta final de su lucha. Su ejemplo demuestra cómo enfrentar la política del gobierno. No a través de negociaciones sin lucha con el capital, sino con protestas y huelgas. Esto es un ejemplo para cientos de miles de trabajadores de la ciudad.
Votar nulo
Ningúno de los partidos que se presentas en estas elecciones va a cumplir con nuestras demandas. Nosotros -trabajadores, jóvenes, mujeres y LGBTI, inmigrantes y refugiados-tenemos que organizarnos y luchar.
Pero para unificar nuestras luchas necesitamos una voz política: un frente de la izquierda anticapitalista que se organice desde los colegios y las universidades, las fábricas y los sindicatos de forma independientemente del estado.
Nos parece equivocado cuando personas que se consideran revolucionarias hacen campaña electoral para Die Linke con la esperanza de que este partido cambie su carácter reformista. Porque después de las elecciones seguirá con su política de recortes y privatizaciones.
Contra los crecientes precios de los alquileres luchamos por el derecho a una vivienda digna para todos – esto solo se podrá conquistar quitándoles la vivienda a los especuladores y fondos de inversores. Necesitamos buenas condiciones de trabajo para todos – y eso solo será posible si conquistamos el control sobre las empresas. Las tasas de desempleo fueron reducidas porque ahora un trabajador o una trabajadora tiene varios empleos – queremos el recorte de las horas de trabajo para todos por el mismo salario. No queremos seguir pagando la crisis capitalista.
Como no hay ninguna alternativa anticapitalista en estas elecciones llamamos a votar nulo. “Vale la pena lucha” es un lema correcto, no solo para el día de votación, sino para también después del 18 de septiembre.