Tom Pérez ganó la presidencia del Partido Demócrata (DNC). Algunos describen esta elección como una pérdida para la clase obrera, ya que Ellison y Pérez son en realidad dos caras de la misma moneda.
Viernes 3 de marzo de 2017
Después de meses de campaña, el candidato favorito del establishment Tom Pérez, ha ganado la presidencia en la convención del Partido Demócrata (DNC). Durante semanas, no estaba claro si Pérez, apoyado por Joe Biden, y también implícitamente por Barack Obama, derrotaría a Keith Ellison, avalado por Bernie Sanders y Elizabeth Warren. De alguna forma, esta carrera parecía reabrir la división Sanders-Clinton en el Partido Demócrata. Al final de cuentas, Ellison perdió por 35 votos (235 a 200).
Esta elección se produce en un momento político muy particular. La elección de Trump fue un golpe inesperado para el Partido Demócrata, que trabajó activamente para hacer de Trump el candidato republicano, con la esperanza de que esto facilitaría la elección de Hillary. Esto fue claramente un cálculo erróneo. Para empeorar las cosas, los republicanos ahora también controlan la cámara, el senado y la mayoría de las legislaturas locales y estatales. Al mismo tiempo, el movimiento de resistencia contra Trump ha estado organizando acciones a gran escala, desde las masivas protestas del 21 de enero, las protestas del aeropuerto, y "Un día sin inmigrantes". En este contexto, el Partido Demócrata está tratando de reconstruirse y ha elegido a Tom Pérez para dirigir el partido en esta tarea.
El voto para el presidente del Partido Demócrata no está abierto a nadie - ni siquiera a ningún demócrata. Los votantes son los presidentes y vicepresidentes del partido de cada estado, que elegidos en cada uno de ellos.
Lo primero que Tom Pérez hizo en su discurso al asumir el cargo, fue reconocer a Keith Ellison, pidiendo que suspendiera las reglas y lo convirtiera en vicepresidente de Partido Demócrata; esto fue recibido con entusiastas ovaciones y aplausos por la multitud. Pasó gran parte de su discurso de aceptación haciendo énfasis en la unidad, particularmente con Ellison, a quien llenó de elogios.
Pérez fue secretario de trabajo de Obama y fue procurador general adjunto en la división de derechos civiles del departamento de justicia durante la era Bush. Es considerado parte del ala de Clinton-Obama del partido demócrata, ya que apoyó a Clinton en las primarias. Después de que Ellison se presentó a la elección y se convirtió claramente en un favorito, Pérez entró en la carrera a instancias de los funcionarios del gobierno de Obama.
Como muchos han argumentado, hay pocas diferencias programáticas entre Ellison y Pérez; sobre todo, las diferencias se reducen a qué ala del Partido Demócrata representa cada uno. Clio Chang en The New Republic dice: "Ambos tienen atos récords de votaciones progresistas, los dos tienen el apoyo de varios sindicatos, y ambos tienen ideas ampliamente similares sobre cómo quieren reformar el DNC. Los partidarios de Pérez se apresuran a enfatizar que, como ‘el miembro más progresista del gabinete de Obama,’ es tan progresista como su oponente”. Los medios de comunicación han hecho eco de esta forma de entenderlo, ya que los debates para la presidencia de DNC han dejado muy claro que el los acuerdos entre Pérez y Ellison superan ampliamente los desacuerdos.
Dada esta falta de diferencias programáticas sustanciales entre los dos candidatos, es significativo que el ala de Obama del partido haya alentado a Pérez a competir contra Ellison, un movimiento que probablemente fue un desaire del ala de Sanders del Partido Demócrata. Sin embargo, el New Yorker dice “Varias personas con las que hablé describieron a un Obama muy interesado en su resultado ... La conexión de Ellison con Sanders es preocupante para muchos de los que están en la órbita de Obama, así como en la de Clinton y Sanders, lo que no ayudó a aliviar la preocupación durante la carrera electoral del DNC". El ala de Obama, al nombrar a Pérez, intentó mantener el control del partido.
Sin embargo, desde que entró en carrera electoral, una parte central del mensaje de Pérez fue la unidad del Partido Demócrata. Siempre tuvo cuidado de no oponerse demasiado a Ellison, haciendo hincapié en los puntos de acuerdo. Después de que ganó, aparecieron junto a Ellison en una conferencia de prensa, Perez usando un pin de Ellison, y Ellison, el pin de Perez. Por su parte, Ellison destacó la importancia de los sindicatos en su discurso de aceptación y la necesidad de construir un Partido Demócrata que lucharía a favor de los sindicatos.
Muchos ven la victoria de Pérez como una re-ejecución de las elecciones primarias Clinton-Sanders, demostrando que el Partido Demócrata es de hecho un partido del establishment donde las opiniones de los trabajadores y los jóvenes no son bienvenidas. Este sentimiento se reflejó en el hecho de que cuando Pérez fue anunciado como ganador, una parte de la audiencia trató de gritar a la presidenta del DNC, Donna Brazile, cantando "¡Un partido para el pueblo, no para el gran capital!"
Sin embargo, esta crítica se basa en la suposición de que si Ellison hubiera ganado, el Partido Demócrata sería un partido de trabajadores y jóvenes radicalizados por el momento político actual. Nada más lejos de la realidad.
¿Keith Ellison, un progresista?
Ellison anunció su carrera para la presidencia de DNC sólo unos días después de la asombrosa derrota de Clinton, prometiendo energías renovadas y construir un partido que pueda ganar las elecciones. Fue uno de los primeros partidarios de Sanders en las primarias y luego apoyó a Clinton en las elecciones generales. Anteriormente fue un organizador de la comunidad y fue visto generalmente como el candidato más progresista en la carrera electoral. Por esta razón, fue apoyado no sólo por Sanders y Warren, sino también por sindicatos como el AFL-CIO y por la corriente política en ascenso DSA (Democratic Socialists of America – Socialistas democráticos de América).
Ellison fue el primer musulmán elegido para el Congreso y su fe lo convirtió en objeto de ataques dentro del Partido Demócrata. Durante su carrera para el presidente del partido, sus escritos del pasado, que defendían la nación del Islam "resurgieron" en manos de los medios. Los donantes millonarios del Partido Demócrata se unieron a la campaña de difamación y condenaron públicamente las supuestas alegaciones de antisemitismo de Ellison sin ninguna prueba. Desde entonces, Ellison ha tenido que discutir el tema una y otra vez.
El islamismo en el Partido Demócrata es ciertamente coherente con la extensión de la Ley Patriota aprobada por Obama, que atacó desproporcionadamente a los musulmanes, pero también es muy contraria a la retórica florida de inclusión empleada por el partido. Además, en ningún momento Ellison o cualquier otro candidato dijo fuertemente lo que las acusaciones de antisemitismo realmente eran: ataques contra Ellison basados en su religión. Más bien, tuvo que responder las preguntas debate tras debate. En el último de ellos, incluso habló sobre su apoyo a Israel, diciendo: "Esto es lo que digo. He votado por 27.000 millones de dólares en ayuda bilateral a Israel en el curso de unos seis o siete votos ... Creo que la relación entre Estados Unidos e Israel es especial e importante. He defendido ese principio estando en servicio durante toda mi carrera, y pueden confiar en que cuando presida el DNC esta relación continuará. Mantendremos el consenso bipartidista del apoyo estadounidense a Israel si soy el presidente del DNC ".
Aunque Ellison era el candidato de Sanders, expresó muy poco el sentimiento anti-establishment. Habló poco sobre Wall Street y el 1% y sobre querer eliminar esta influencia en la política. No enfrentó al candidato “del establishment" Pérez y en algunos debates, le permitió aparecer más progresista que él. Si vemos la declaración final en el debate más reciente del DNC, en el que Ellison dijo: "El presidente de DNC tiene que ganar las elecciones y en esta etapa, creo que he ganado más elecciones que nadie", y más tarde, "he recaudado más de un millón de dólares para el Partido Demócrata de mi estado”. Estas declaraciones no sólo colocan a Ellison como parte del establishment político, sin la delimitación del ala más conservadora del Partido Demócrata, sino que también discute el dinero que él recaudó sin mencionar un plan para combatir los intereses de las corporaciones al interior del DNC. Anteriormente en el debate, se unió a otros nominados para defender su decisión de asistir a un evento de recaudación de fondos en lugar de unirse a las los millones de mujeres en la Marcha de Mujeres. Esto, junto con sus llamados a la unidad en el Partido Demócrata y la completa falta de un enfoque para diferenciarse del establishment político democrático en los debates, demuestra que su retórica tiene poco en común con Sanders.
Sin embargo, Ellison tiene algo en común con Sanders. Al igual que él, Ellison ha capturado la atención de las personas que buscan un verdadero cambio social y luego logró introducirlas en el Partido Demócrata dándoles la ilusión de que los demócratas lucharán por la clase obrera y los oprimidos. Al igual que Sanders, Ellison atrae a los izquierdistas que luchan por la justicia social hacia el Partido Demócrata, que tiene récords en deportaciones, bombardeos con aviones no tripulados y encarcelamiento masivo.
Éste es sin dudas el caso con los miles que se han traído recientemente a DSA (Socialistas Democráticos de América). Muchos se unieron a la DSA porque están buscando una respuesta más radical que la que Partido Demócrata puede ofrecer a los inmensos problemas de la sociedad capitalista. Han estado buscando una organización socialista. En este contexto, la decisión de la DSA de respaldar a Ellison en una primaria en la que ni siquiera tienen la palabra, ha servido efectivamente al Partido Demócrata, y el descontento hacia el DNC, ha sido conducido directamente hacia el apoyo político del Partido Demócrata.
¿A dónde va el Partido Demócrata?
Los demócratas están tratando de reconstruirse después de una profunda crisis que comenzó con el candidato anti-establishment Bernie Sanders, que atrajo a millones con su mensaje contra la política para enriquecerse y las profundas desigualdades en la sociedad. En ese momento el DNC hizo todo lo posible para asegurarse que Sanders, que medía mejor en las encuestas contra Trump, perdiera las elecciones primarias al interior del partido. Los demócratas siguieron profundizando su crisis con la pérdida de la presidencia de los Estados Unidos, de la Cámara y del Senado. Antes de la elección del DNC, era evidente que el Partido Demócrata había elegido un mensaje de volver a una estrategia de base, a la organización de la comunidad y a la estrategia de tener un Partido Demócrata fuerte en los 50 estados. Los temas centrales no fueron Wall Street, el 1%, o la voracidad de las corporaciones, y esto seguiría siendo cierto incluso si Ellison hubiera ganado las elecciones.
Sin embargo, el Partido Demócrata quiere pintarse como progresista y como el liderazgo más eficaz para resistir a Trump. Por eso es esencial que se posicionen para representar a la base de Sanders. Pérez pronunció esto en su discurso de aceptación diciendo: "Estamos en el momento ’¿dónde estabas?’ en la historia de Estados Unidos... Algún día van a estudiar que esta era en la historia de Estados Unidos, y van a preguntar: ¿Dónde estabas en el año 2017 cuando tuvimos el peor presidente en la historia de Estados Unidos? Y siempre podremos decir, si estamos sentados aquí, si estamos sentados afuera, o si estamos mirando a través de Estados Unidos, siempre podremos decir que el Partido Demócrata unido lideró la resistencia... ". Pérez declaró cual la estrategia de los demócratas para reconstruirse perfectamente: van a utilizar al movimiento Resist Trump para ser elegidos en toda América.
Los demócratas planean usar un movimiento que resiste en contra de la xenofobia y el sentimiento anti-inmigrante para elegir a más demócratas. Este es el partido que deportó a más inmigrantes indocumentados bajo la última administración más que ninguna otra en la historia; el partido de Bill Clinton, que comenzó la construcción de un muro fronterizo, y el partido de Hillary Clinton, que votó a favor de tal muro en los años 90. Los demócratas quieren liderar un movimiento contra las agresivas políticas anti-musulmanas de Donald Trump cuando fue Obama quien lanzó tres bombas por hora sobre los 7 países afectados por la prohibición musulmana, una lista que la administración Obama pudo hacer. El Partido Demócrata, ya sea dirigido por Ellison o Pérez, no es un partido de la clase obrera y los oprimidos. Los que están en las calles luchando contra las políticas de Trump también deben luchar contra el Partido Demócrata, que sentó las bases para el gobierno de Trump.
Este artículo, Two Sides of the Same Old Coin: Ellison, Perez, and Democratic Party Establishment fue publicado originalmente en Left Voice, parte de la Red Internacional de La Izquierda Diario.
Traducción: Gloria Grinberg
Tatiana Cozzarelli
Docente, actualmente estudia Educación Urbana en la CUNY.