×
×
Red Internacional
lid bot

Zona norte GBA. Ellas se atrevieron: historias de lucha de las trabajadoras de la zona norte

El Día Internacional de las Mujeres es un día de lucha para miles en la Argentina y el mundo. Pan y Rosas volverá a salir a las calles junto a la marea verde y el movimiento de mujeres. Quiero contarte las historias de organización y lucha de las mujeres trabajadoras de la zona norte. Ellas son parte fundamental de nuestra tradición y le dan cuerpo a nuestra perspectiva. Integrarán la delegación con la que intervendremos el próximo 8 y 9 M.

Jueves 5 de marzo de 2020 19:46

Cada derecho que fuimos conquistando las mujeres fue y será a causa de estar organizadas y en las calles. Este año se debatirá una vez más en el parlamento la legalización del aborto, hecho histórico impuesto por la incansable lucha de las mujeres que decimos a gritos que no estamos dispuestas a soportar una muerta más por aborto clandestino. Desde este espacio invitamos a todas las mujeres y disidencias a marchar en la columna de Pan y Rosas, con las referentes de las principales luchas del cordón industrial más importante del país que se encontrarán allí con las trabajadoras recientemente reincorporadas del Hospital Posadas.

Estas mujeres trabajadoras de las que queremos contarte hoy fueron parte de construir el movimiento de mujeres que se puso de pie a partir de 2015. Lo hicieron en sus lugares de trabajo y en las calles. Aportaron a su desarrollo. Participaron de las primeras asambleas de mujeres, yendo a las facultades, a los Encuentros Nacionales. Se reunieron y reúnen con el activismo de la marea verde por el aborto legal. Ponen todas sus energías para que sus demandas como mujeres trabajadoras sean contempladas. Persiguen una fuerte alianza entre el movimiento de mujeres y la clase obrera. Y pelean. Pelean con todas sus fuerzas por unir lo que este régimen social quiere mantener dividido, nuestra fuerza y energía de lucha para enfrentarlo.

La agrupación de mujeres Pan y Rosas estudia todos los hechos históricos para no partir de cero e interviene en los acontecimientos de hoy con una perspectiva, el feminismo socialista. Porque el capitalismo refuerza cada día más al patriarcado, porque ambos se complementan y para que caigan los tenemos que tirar nosotras junto a nuestros hermanos de clase.

“Cuidado con las mujeres cuando se sienten asqueadas de todo lo que las rodea y se sublevan contra el viejo mundo. Ese día nacerá el nuevo mundo”.

Estas palabras fueron dichas por Louise Michel, la mujer que representó el espíritu de la Comuna de París (en 1871) donde las mujeres además de conquistar el derecho a la educación, al divorcio y al trabajo, conquistaron el derecho a combatir codo a codo con los varones.

Las mujeres del siglo XXI tenemos como ejemplo las lecciones que han dejado las revolucionarias y los revolucionarios de tiempos anteriores. Entre estas, que de las luchas que demos quede siempre la organización. Es que como decía el revolucionario León Trotsky quienes más han sufrido con lo viejo son quienes pelean con más fervor por lo nuevo. Recorramos juntas las historias de lucha y organización de las mujeres trabajadoras que viven en el corazón industrial de la Provincia de Buenos Aires, en su zona norte.

Trabajadoras domésticas de Nordelta

A finales de 2018 las trabajadoras domésticas de Nordelta dijeron basta. Cansadas del maltrato, de que no las dejaran viajar en el mismo micro que sus patronas, se rebelaron. Enfrentaron la humillación y el desprecio patronal y le cortaron la entrada principal al mega complejo de barrios privados. Este hecho de discriminación y segregación fue titular de todos los medios de comunicación. Durante semanas enteras se debatía sobre las condiciones en las que trabajaban las más esclavas de las esclavas modernas.

Estas mujeres se levantaron en medio del gran proceso que se daba en la Argentina, iniciado con el enorme movimiento de mujeres que desde 2015 irrumpía en la sociedad del que Pan y Rosas fue parte desde sus inicios. Lograron la solidaridad de la población y de las jóvenes de la marea verde. En su zona contaron con trabajadoras y trabajadores industriales, de salud, de educación, con estudiantes que fueron hasta las puertas del lujoso Nordelta a brindarles a ellas, las invisibles hasta que se levantan, el más incondicional de los apoyos y a mostrarles a las otras, sus soberbias patronas, que ellas no estaban solas. Finamente las trabajadoras domésticas de Nordelta lograron viajar en el mismo micro y que el transporte público ingrese al country, aún en contra de la voluntad de sus patronas.

La batalla de Kraft-Terrabusi

En el invierno de 2009 se desencadenó uno de los conflictos más grandes de la zona norte. Algunos lo llamaron “la batalla de Kraft-Terrabusi”. En ese entonces la Argentina era gobernada por Cristina Fernández de Kirchner; Daniel Scioli era gobernador de la provincia de Buenos Aires y Sergio Massa era intendente de Tigre donde queda ubicada la planta, en la localidad de Gral. Pacheco. La gripe A se expandía por el mundo y la falta de higiene en la enorme planta provocó la ira de las trabajadoras y los trabajadoras de los 3 turnos. La empresa hizo caso omiso a los reclamos. Amenazó con cerrar el jardín maternal que funcionaba en el predio y con no reconocer a las madres las inasistencias para el cuidado de sus hijos e hijas. La bronca obrera estalló y la patronal imperialista despidió a 166 trabajadores y trabajadoras. Pero las mujeres se pusieron al frente. Hicieron historia enfrentando los despidos, parando la planta por 37 días, saliendo a las rutas, enfrentando a esa patronal yanqui, resistiendo la represión enviada por Daniel Scioli y Cristina Fernández.

Dos años después con una organización conquistada nuevamente la fábrica luchará por los derechos de las mujeres. Las obreras junto a sus compañeros varones paran la producción en el turno noche. Lo hacen en defensa de una compañera a la que la empresa quiere sancionar por denunciar el acoso de un líder y obligan a la patronal a retroceder. Un caso casi inédito en la industria.

En 2019 vuelve a mostrarse esa tradición en la ahora Mondelez. Cuando obreras y obreros se enteran que una compañera es víctima de violencia de género, no se duda un minuto. Impulsan un paro de dos horas y una asamblea en solidaridad. Hicieron un mensaje y le dijeron: “¡No estás sola!”. Fue tal la repercusión de aquel masivo rechazo obrero que la empresa, la comisión interna y el sindicato tuvieron que dar respuestas.

Las Leonas de PepsiCo

Cerca de PepsiCo está ubicada la empresa recuperada donde se grabó La Leona, la tira que en 2016 protagonizó Nancy Dupláa y que puso en el horario central de la televisión argentina el cotidiano de una fábrica con una obrera como protagonista. Las trabajadoras de PepsiCo la miraban cada noche que no les tocaba trabajar. Cuando un año después, cerró la planta y las despidieron se pusieron al frente de la resistencia contra el ajuste y la represión del gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Pero su historia no arrancaba ese día, sino que mucho antes.

Hacía años, desde 2001, que las obreras de PepsiCo -muchas madres solteras, jefas de hogar, mujeres que con 8 meses de embarazo debían llevar el pan a la mesa, mujeres jóvenes que se habían visto empujadas a mantener una familia; todas ellas con sus cuerpos aquejados por enfermedades laborales producto de las extensas jornadas- comenzaron a tomar conciencia de cómo el yugo del patrón les había quitado la vida y de cómo esa energía la podrían utilizar en organizarse y luchar contra toda esa brutalidad.

Referente de esta gran lucha es Catalina Balaguer. Katy, como la llamamos sus compañeras de Pan y Rosas. Ella es una referente de nuestra agrupación y el PTS (FIT-U). En 2002 fue despedida por primera vez por defender a sus compañeras contratadas, pero fue reincorporada en 2006. Tras una prolongada lucha un fallo histórico de la justicia le reconocía la figura de “delegada de hecho”. En todos esos años Katy se había ganado mucho reconocimiento entre sus compañeras con las que compartía, entre sus pequeños momentos de almuerzo o escapadas al baño, sus ganas de avanzar y sobradas miserias que abundaban por aquellos tiempos de crisis.

Las mujeres en PepsiCo fueron conquistando derechos en la fábrica: categorías que en la industria de la alimentación solo tienen los varones, remuneración por guarderías, cobertura de días por hijos enfermos. Desde el punto de vista del movimiento de mujeres, PepsiCo era una fábrica donde se realizaban los paros de mujeres en todos los turnos, se participa de las movilizaciones y no hubo Encuentro Nacional de Mujeres en el que no las hayamos visto.

Con la lucha contra el cierre y junto a sus compañeros varones, las leonas montaron una carpa frente al Congreso de la Nación. La histórica asamblea de mujeres junto al colectivo NUM que fue a rodearlas con su apoyo se realizó ahí mismo. De hecho fueron las leonas, las obreras de PepsiCo en lucha, quienes de la mano de Pan y Rosas instalaron el lema "Ni Una Menos Sin Trabajo".

Comisión de Mujeres de MadyGraf

MadyGraf, la ex Donnelley, es un bastión de la clase obrera y un ejemplo de resistencia frente a los despidos y cierres de fábrica que puso a funcionar la planta bajo el control de trabajadores. Una de las claves de la fuerza con que ha funcionado esta gestión de obreros y obreras en la imprenta ha sido su comisión de mujeres. Conformada en 2011, con ayuda de Pan y Rosas y en base a una experiencia realizada por ellas mismas, dieron una férrea lucha por tomar un rol central, codo a codo con sus compañeros. En la gestión obrera tienen un principio: ningún trabajador ni familia debe soportar sus cargas en soledad. Esto ha marcado sus acciones no solo creando un fuerte sentimiento de unidad, sino apoyando cada lucha de trabajadores. Estuvieron en el Indoamericano, Gestamp, Lear, Kromberg, Kraft, PepsiCo. Y en cada lucha democrática, por la aparición de Santiago Maldonado y cada 24 de marzo.

A través de las asambleas es que se definió que las compañeras entraran a trabajar porque cuando estaban bajo patrón no había mujeres en la producción. Esto demostró que las mujeres podían realizar las mismas tareas que el resto de sus compañeros.

En MadyGraf se conquistaron derechos para las mujeres que los patrones niegan. Con la gestión obrera se extendió más tiempo la licencia por embarazo, hay día femenino y se reconocen las licencias cuando los hijos y las hijas se enferman. La gestión obrera tiene una juegoteca, única en la industria gráfica. Allí se da ESI (educación sexual integral) a niños y niñas. También la juegoteca cuanta con un lactario para que las madres puedan hacerse las extracciones necesarias y poder continuar con la lactancia. La juegoteca significó muchísimo para la vida de trabajadores y la comunidad, en especial para las mujeres. La tarea del cuidado recaía especialmente sobre las mujeres, siempre como una responsabilidad femenina.

Quienes hoy sostienen la gestión obrera vienen de esta tradición de defender los derechos de mujeres y también de las disidencias. Cuando aún estaban bajo el yugo del patrón, una trabajadora realizó su cambio de identidad y peleó con el apoyo de estas mujeres y estos hombres para mantener su puesto y sus condiciones laborales. Era preciso que ahora la empresa garantizara un baño femenino. Con dureza pelearon y la multinacional yanqui tuvo que hacerlo. Otro de los casos inéditos en el mundo industrial que contienen estas historias.

En 2014, la historiadora norteamericana que escribió sobre las mujeres en la Revolución rusa Wendy Goldman visitaba la Argentina invitada por Pan y Rosas. La comisión de mujeres la invitó a conocer la gestión obrera. Impactada, con estas palabras se refirió en aquel momento a esta experiencia: "Los trabajadores y la comisión de mujeres de Madygraf están escribiendo una historia diferente a todo lo que nos han dicho que es natural e inevitable. Un camino de emancipación, de lucha contra de la explotación y la opresión".

Es que la comisión de mujeres de MadyGraf tiene una importancia vital para el movimiento de mujeres y una participación constante, tanto que se la puede ver en cada reunión del movimiento y en la marea verde. Ellas abren permanentemente las puertas de su fábrica y el club obrero que funciona en el mismo predio para que otras mujeres confluyan, se conozcan, se organicen. Impulsan y alientan a que en todo lugar de trabajo y estudio se conformen muchas más comisiones de mujeres. Su ejemplo ha sido tomado todos estos años por trabajadoras y familias en lucha. Por nombrar las últimas, Coca- Cola, Ansabo o Molinos Minetti de Córdoba. O las que quedarán grabadas para siempre en los ojos de quien escribe como la comisión de mujeres de Lear, formada por las trabajadoras y las familiares de los despedidos, los indomables y las indomables que supieron resistir y que fueron salvajemente reprimidos en la última etapa del gobierno de Cristina Fernández. También la comisión de mujeres de MadyGraf jugó un rol muy importante con las trabajadoras domésticas de Nordelta, las invitaron a su fábrica para compartir experiencias y organizarse. Junto a todo esto han realizado enormes asambleas de mujeres que vistieron de verde a la gráfica.

Kromberg, las obreras de Lila

Era junio de 2013, cuando en el Parque Industrial de Pilar, 700 obreras y obreros de la multinacional alemana Kromberg & Schubert quemaban gomas en la puerta. El motivo: una docena de trabajadores despedidos por reclamar mejores condiciones laborales y aumento de salario. En la planta el 80% eran mujeres. Cuando alguien iba llegando al piquete de lejos se veían los delantales color lila de las obreras. De ahí surgió su apodo.

Dos días bloquearon los portones. Y al tercer día las obreras proponen ir por el gigante de Argentina: bloquear todas las entradas del segundo Parque Industrial más grande de Latinoamérica. Doscientas fábricas totalmente paralizadas desde las 5am a las 19h. Se consigue un primer triunfo: conciliación obligatoria y todos adentro. Al finalizar la empresa ratifica los despidos. Doce días más de bloqueo de portones, un gran corte de Panamericana, todo esto con organizaciones solidarias, estudiantes y el apoyo de la vanguardia obrera de la zona norte. El apoyo fue grandísimo. Si bien no se conquistaron todas las reincorporaciones, fue un antes y un después. Obreras y obreros consiguieron importantes reivindicaciones con esta tenaz lucha. Hoy en Kromberg paran una hora, hasta la actualidad, los 3 de junio, día emblema por Ni Una Menos contra de la violencia machista.

Hay compañeras y compañeros que sentaron un precedente y consiguieron ser reincorporados por primera vez en la historia de Kromberg Argentina.

Las mujeres de Worldcolor

La gráfica World Color, sin dudas fue un ejemplo de organización en el Parque Industrial de Pilar. En una planta donde también las mujeres eran mayoría, pero también eran las más reventadas. Podían estar hasta siete años contratadas, como comúnmente se llama, por agencia. Y muchas trabajaban a destajo. Sin derecho a comedor o al micro que transportaba a los efectivos. En 2010, hombres y mujeres juntos lucharon juntos por la organización gremial, por tener comisión interna y se logró la efectivización y el respeto del convenio a todas y todos. Luego de esto las mujeres fueron el motor para conseguir el pago de guardería. Se logró que efectivicen a las contratadas y que las compañeras tercerizadas de limpieza pasen a planta permanente. Se consiguió que los fines de semana sean no laborables, sin perder parte de los salarios. En 2015, en sintonía con la patronal de Donnelley, World Color, que también era de capitales estadounidenses, cierra sus puertas. Las mujeres nuevamente al frente. Buscan apoyo y solidaridad de múltiples sectores de trabajadores de distintas ramas y de estudiantes. Desde ese entonces, hace 5 años, vienen sosteniendo una cooperativa. Hoy siguen siendo la mayoría mujeres.

Al respecto Sandra Montenegro trabajadora y referente de la lucha de World Color dice: "A partir del cierre empieza una lucha más consciente de nosotras, poniéndonos a la cabeza de los fondos de lucha, de recorrer universidades y demás para poder seguir llevando adelante lo que estábamos haciendo y que esa ayuda económica llegara a los compañeros y a las compañeras. Eso a mi me marcó muchísimo personalmente. Para mí fue un antes y un después. Siempre digo, después del feminismo, de Pan y Rosas, de la izquierda, de la lucha de World Color, una no vuelve a ser la misma".

Las docentes de Tigre, guardapolvos que enseñan luchando

Corría el mes de abril de 2015 y en el partido de Tigre como en otros lugares de la Provincia de Buenos Aires, las docentes -porque son un sector con más de 80% mujeres- salían a reclamar por sueldos adeudados. 700 docentes sin poder llevar el pan a su casa, muchas jefas de hogar entre ellas. El año anterior, en 2014, toda la provincia de Buenos Aires había sido el suelo de la gran lucha que despertó la participación como hacía mucho tiempo no pasaba entre la docencia y el apoyo de las familias, testigos de cómo día a día se deteriora la Escuela Pública.

Aquel 2015, las docentes de Tigre venían de cinco días de permanencia en la Jefatura Regional VI junto a la seccional de su sindicato (SUTEBA Tigre) y ese día realizaron un corte de la Autopista Panamericana a la altura de la Ruta 197, que había sido votado en asamblea. Tomaban con esto el ejemplo de otras luchadoras y luchadores, de otros cortes a los que habían acompañado en solidaridad, pero esta vez como protagonistas las docentes enseñaban a luchar.

Se obtuvo el reclamo y los sueldos adeudados fueron pagados, si bien quedaría y queda un camino por recorrer para conseguir todos los derechos sobre la educación y el trabajo de maestras y maestros, profesoras y profesores.

Para darlo vuelta todo

Las trabajadoras de PepsiCo, del Hospital Posadas, las trabajadoras del Nordelta, las obreras de Kraft/Mondelez parando contra la violencia machista, las docentes, las obreras de Madygraf y Worldcolor junto a sus compañeros son ejemplos que muestran que la lucha del movimiento de mujeres que recorre el mundo también llega a lo más profundo de las mujeres trabajadoras. Desde Pan y Rosas, peleamos por unir las miles de jóvenes de la marea verde a estas trabajadoras, que pueden ser un gran apoyo para el despertar de nuestra clase. Porque para las socialistas solo unidas a nuestros compañeros, organizadas y luchando juntos es que podemos darlo vuelta todo.