La empresa minera Southern Perú, en estos últimos días, ha endurecido su política antisindical y anti obrera, lo cual quedó evidenciado claramente con el injusto despido de varios trabajadores, que acataron la Huelga Nacional Indefinida del último 19 de julio.
Jueves 21 de septiembre de 2017
Un atentado contra la clase trabajadora
El 12 de septiembre de este año, siete trabajadores, entre ellos: Néstor Jara, Enrique Belisario, Carlos Herrera, José Espejo, Víctor Valerio, Juan Chui Choque y Abner Gama, fueron despedidos de sus puestos de trabajo.
La empresa argumenta que faltaron de manera injustificada a sus labores argumentando, que las funciones que realizan eran consideradas como “indispensables” para la producción y que, por tanto, no debieron acatar la huelga.
Esta decisión de la empresa incluso se contradice con la norma laboral vigente, que señala que una de las causales de despido es haber faltado más de tres días consecutivos, durante un mes. Esta causalidad no se dio, ya que la huelga solo duró dos días.
Las verdaderas intenciones de la Southern
Con estas medidas arbitrarias, Southern Perú, busca debilitar al Sindicato Unificado de Trabajadores SUT-SPCC y Anexos, que hoy es el gremio mayoritario de la empresa e incluso el más grande de la gran minería en todo el país, el cual se prepara para encarar el próximo año la negociación colectiva.
Lo que más le incomoda a la Southern es que después de muchos años de atomización y “pragmatismo” sindical, los obreros de esta importante mina de cobre del sur peruano, empiezan a organizarse y a luchar, como claramente quedo evidenciado cuando en abril pasado llevaron adelante una huelga de 12 días, en el marco de defender sus derechos como trabajadores, que venían siendo vulnerados por la intensificación de la jornada laboral y la reducción de las utilidades, que es la manera como los empresarios pretenden que los trabajadores paguen las consecuencias de la crisis económica internacional. Con esta medida de fuerza, los obreros de Southern lograron arrancarle importantes reivindicaciones a la patronal.
Uno de los ejes de esta huelga fue la lucha por la no instalación de las cámaras de video – vigilancia, porque, según argumentaban los trabajadores, esos materiales serían utilizados como recursos probatorios por la empresa para implementar procesos de despidos masivos que les permitan deshacerse de los trabajadores estables a fin de que la producción se sostenga, cada vez más, en los tercerizados; quienes a la fecha representan el 70% del total de los trabajadores mineros. La historia va demostrando que los obreros y el SUT-SPCC tenían razón, ya que a la fecha vemos que tres trabajadores han sido despedidos utilizando como medio probatorio de su supuesta falta, los videos que registran estas cámaras.
Solo la unidad y la lucha son garantías de victoria
Frente a estos actos arbitrarios de la Southern, que se dan en un marco político nacional de endurecimiento de las políticas neoliberales y represivas del gobierno de PPK, las mismas que fueron duramente golpeadas por la huelga docente, los trabajadores de Southern - organizados en torno al Sindicato Unificado de Trabajadores SUT-SPCC y Anexos – vienen preparando para los próximos días, una huelga indefinida contra los despidos de esta empresa minera. Por esa razón, queda como tarea implementar la unidad obrera en torno al fortalecimiento del SUT-SPCC, para desde allí encarar la lucha contra los abusos de una de las transnacionales mineras que no solamente vulnera de manera sistemática los derechos de los trabajadores, sino que también contamina el medio ambiente y atenta de esa manera contra la vida y la economía de miles de campesinos de los valles de Moquegua, Tacna y Arequipa (proyecto Tía María).
Por esa razón, hacemos un llamado a los demás sindicatos de la grande, mediana y pequeña minería a solidarizarse con la lucha de los trabajadores de Southern. Así mismo, instamos a la CGTP y a las otras centrales sindicales del país, a pronunciarse cuanto antes sobre este tema. Que la lucha de los trabajadores mineros de Southern sirva también para crear lazos de coordinación entre la clase trabajadora a fin de que podamos dar vida a una instancia nacional de organización para así poder responder de manera unitaria y centralizada a la arremetida del gobierno y las patronales que, como ya dijimos, lo que buscan es que las consecuencias de la crisis económica internacional la terminemos pagando los trabajadores y el pueblo.
No permitamos ni un despido más en Southern. Exijamos juntos la inmediata reposición ds sus fuentes de trabajo de los trabajadores despedidos. Que la crisis la paguen los empresarios y no el pueblo trabajador. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.