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Red Internacional
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PLAZA CONGRESO. En un importante acto contra las reformas, la izquierda exigió un plan de lucha

La Plaza del Congreso fue epicentro de una manifestación política contra las tres reformas del Gobierno, que también abre el debate. ¿Por qué los convocantes que no ponen toda la carne al asador? ¿Cómo seguir? Las propuestas que llevó el sindicalismo combativo.

Jueves 30 de noviembre de 2017

Tal como estaba anunciado, minutos después de las 15 horas comenzó el acto “contra las reformas laboral, jubilatoria y tributaria” convocado frente al Congreso.

Las columnas comenzaron a llegar a la Plaza después del mediodía. Se destacaban las de Bancarios o Camioneros, después las docentes y los movimientos sociales, con el acompañamiento de delegaciones de otros gremios de las corrientes sindicales convocantes. Así, a lo largo de la tarde tomaba forma una movilización muy importante, de oposición política, convocada al menos por un sector de gremios de la CGT y la CTA. En medio del clima reaccionario y las contrarreformas del Gobierno, la movilización expresó parte del rechazo social que estos generan.

Sin embargo, al mismo tiempo quedaba claro que las cúpulas que habían convocado la jornada no se habían jugado para que esta sea lo masiva y contundente que se necesita. No hubo campañas en los lugares de trabajo, ni asambleas, ni mucho menos paros (salvo docentes y por la mañana el subte) que hubieran permitido ante todo la participación amplia de los trabajadores de esos gremios. Algunos de los sindicatos convocantes tienen un gran poder de fuego en los servicios (bancarios, camioneros, aeronáuticos o subtes), otros una gran extensión y presencia social, como los docentes y estatales. Si se hubieran tomado medidas de fuerza e impulsado la movilización amplia de las bases, sin dudas hubiésemos asistido a una jornada masiva.

Hoy se empezaba a tratar, por ejemplo, la reforma previsional. Un brutal ataque a las condiciones de vida de los jubilados.

Críticas, presiones y “un plan de lucha” incierto

El acto en el escenario montado de espaldas al Congreso duró poco más de 40 minutos. Fueron cuatro los oradores: Hugo Yasky y Pablo Micheli, por las dos CTA, Pablo Moyano (Camioneros) y Sergio Palazzo (Corrientes Federal).

Yasky destacó “la unión de la Corriente Sindical, la CGT con Pablo Moyano, las dos CTA, los movimientos sociales, los jubilados, esta unión es el nacimiento de una etapa distinta”. Dijo que “hoy empieza la cuenta regresiva para los ajustes” pero no dijo cómo piensa hacer correr el reloj. Micheli sumó la crítica “a muchos gobernadores que le dicen a los senadores que voten esa vergüenza que es la reforma previsional, fiscal y laboral” y le pidió una autocrítica al Triunvirato de la CGT. Moyano prefirió destacar la “presencia de compañeros de la Comisión Directiva de la CGT y seccionales del interior” y propuso a los legisladores a escuchar a la Iglesia que criticó tibiamente algunas reformas.

El cierre quedó, como era de esperar, al referente de la Corriente Federal Sergio Palazzo. El bancario recorrió algunas de las consecuencias que tendrán las tres reformas para los trabajadores, los jubilados y la juventud. A pesar de criticar los pactos que llevaron a esta situación, llamó a la reflexión “a aquellos compañeros que defienden esta entrega de derechos, hacemos un llamado de unidad al movimiento obrero”.

En su cierre, Palazzo aseguró que “esto tiene que ser el inicio de un plan de lucha” y anunció una reunión para la semana que viene, pero no quiso anunciar ante los miles de manifestantes cómo tenían pensado continuar con la pelea para realmente voltear las reformas.

Todos coincidieron en criticar las reformas del Gobierno, valorar la unidad que se había logrado en las calles y presionar a los legisladores para que no voten las reformas. Pero nadie se jugó a decir cómo continuar la pelea.

El planteo del sindicalismo combativo y la izquierda

Los sectores combativos ya habían adelantado que serían parte de la jornada. Pero al mismo tiempo, querían “golpear juntos pero con banderas separadas”. O sea, mostrar sus propias propuestas y exigencias para que toda la clase trabajadora se ponga de pie y así puedan frenarse las reformas.

Por eso desde Avenida de Mayo llegó al acto la columna independiente. Iba encabezada por los trabajadores de PepsiCo, el Sutna y la Unión Ferroviaria de Haedo y las banderas con consignas. Una decía “Abajo la Reforma Laboral, No al pacto Macri-CGT”, otra la exigencia de “Paro y plan de lucha nacional”.

Detrás marcharon organizaciones y referentes de gremios como los Suteba opositores, AGD-UBA, Ademys, Comisión Interna Stani y la Agrupación Bordó de la Alimentación, trabajadores aeronáuticos, telefónicos, docentes y estatales, entre otros.

Allí se destacó, por la cantidad pero también por la composición, la columna del Movimiento de Agrupaciones Clasistas que impulsa el PTS-Frente de Izquierda junto a trabajadores clasistas independientes en decenas de gremios, siendo por lejos la columna de trabajadores más importante del bloque de la izquierda y los sectores antiburocráticos. Cerca de 100 trabajadores de las grandes fábricas alimenticias (PepsiCo, Mondelez Victoria y Pacheco, Felfort), así como de otros sectores industriales (metalúrgicos, neumático, mecánicos, jaboneros). También se destacaron los aeronáuticos de Ezeiza y Aeroparque, junto a una gran cantidad de trabajadores telefónicos, choferes y del subte por hablar de los servicios. Los docentes, que habían impulsado el paro en las escuelas de Provincia y Capital, llegaron con fuertes delegaciones de cada una de las seccionales sumando unos 400 trabajadores de la Educación de la Lista Marrón de Capital, GBA y La Plata. También los estatales, muchos de ellos delegados, de dependencias nacionales, provinciales y municipales. Más de 1000 trabajadores de las agrupaciones clasistas, acompañados además por la militancia del PTS.

Se acercaron al acto cantando "con esto solo no va alcanzar, necesitamos plan de lucha nacional". Ese canto resumía de alguna manera el balance de la jornada.

Así lo resumía más tarde Camilo Mones, referente de los trabajadores de PepsiCo en lucha que luego fue parte del el acto que realizó el MAC y el PTS al finalizar. “Creemos que fue una movilización muy importante, de oposición política a las reformas del gobierno. Por eso participamos con todas nuestras fuerzas, aún en un horario que no es sencillo. Justamente, creemos que si las centrales y sindicatos convocantes se hubieran jugado a desarrollar la movilización, con asambleas y paros, hubiéramos dado un mensaje político mucho más masivo y contundente. Por eso, mientras denunciamos el pacto de la CGT, desde las agrupaciones clasistas vamos a seguir participando de cada acción unitaria que movilice a los trabajadores contra los ataques y allí seguiremos exigiendo que todos los que dicen oponerse a estas Reformas y sobre todo los convocantes de la marcha de hoy, tienen que organizar un plan de lucha en serio para derrotar estas reformas. Aca estuvieron los gremios que controlan los bancos, los camiones, la aeronavegación, los subtes, estan los gremios docentes y parte de los estatales. Si se ponen en movimiento esa fuerza de verdad. de estas reformas no queda nada. . Cada vez que se trate una reforma, tenemos que salir a las calles y diciembre tiene que ser caliente para quienes quieren condenarnos a la precarización y jubilaciones de hambre. Así que insistimos con la exigencia de paro y plan de lucha nacional, empezando por los sindicatos que hoy convocaron”.

En el acto hablaron compañeros y compañeras aeronáuticas que sufren despidos y Nicolás del Caño que planteó también la necesidad de que todos tomemos en nuestras manos la lucha contra la represión que ya se cobró la vida de Santiago Maldonado y de Rafael Nahuel .

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Hay un hecho que merece un breve párrafo aparte. Los compañeros de PepsiCo encabezaron la columna independiente junto al SUTNA y la UF. Como no había llegado su bandera pusieron la de la Agrupación Bordó. El PO y alguno de sus dirigentes, exaltadamente les plantearon que no podían hacer eso porque "las agrupaciones marchan atrás de los sindicatos". No previeron los compañeros que "las agrupaciones" como la propia Bordó de la Alimentación, tenía más manifestantes que el SUTNA. El desprecio por la militancia real de los trabajadores y sus luchas, hoy tuvo un nuevo capítulo.