El próximo 9 de junio se celebrarán las elecciones europeas. Unos comicios marcados por el ascenso de la extrema derecha y el curso militarista de todos los gobiernos del continente. Frente a esta ofensiva reaccionaria es necesario oponer una alternativa política antimilitarista, antiimperialista y socialista. Publicamos a continuación el llamado de la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado español, parte de la red internacional La Izquierda Diario.
Lunes 1ro de abril 10:35
Los tambores de guerra resuenan cada vez con más fuerza en Europa. A dos años del inicio de la guerra de Ucrania y en medio del brutal genocidio contra el pueblo palestino por parte del Estado colonialista de Israel, la presidenta de la Comisión Europea anuncia que “Europa debe prepararse para la guerra”. Discursos belicistas que se replican en otras capitales europeas como Berlín o París. En el Estado español, Margarita Robles advierte sobre la “amenaza total y absoluta” de una guerra con Rusia y Pedro Sánchez se suma a los llamados para fortalecer la industria militar española y europea. Recientemente, el Gobierno del PSOE y Sumar ha ofrecido la estación naval de Maò en Menorca a la OTAN para ser utilizada como base de operaciones de las fuerzas implicadas en la guerra de Ucrania y en la cobertura del genocidio de Israel en Palestina.
Desde el inicio de la reaccionaria invasión de Rusia en Ucrania, en el marco de un clima profundamente reaccionario, el conjunto del arco político se ubicó en el campo de la OTAN y el militarismo imperialista, mientras un sector residual -nostálgico del pasado estalinista de la URSS- se posicionó en el campo de la defensa del régimen reaccionario de Putin. Pero también surgió una voz de quienes nos movilizamos contra la guerra y el militarismo desde una posición independiente de ambos bandos, con las consignas “No a la guerra. Fuera las tropas rusas de Ucrania. Ni Putin, ni OTAN. No al envío de armas, no al militarismo, no al aumento de los presupuestos militares.” Lo hicimos enfrentando el sentido común guerrerista que buscan imponer nuestros gobiernos imperialistas. Y también cuestionando a la izquierda institucional que, siendo parte del gobierno progresista, votó a favor de los presupuestos más militaristas de la historia, como Podemos-Sumar en la anterior legislatura.
En diferentes plataformas, actos y movilizaciones, como las impulsadas por la Asamblea Popular contra la Guerra de Madrid, hemos venido denunciando que la reaccionaria invasión rusa a Ucrania se ha utilizado de excusa para el crecimiento descomunal del militarismo de la OTAN, defendiendo que la única salida progresiva a esta deriva reaccionaria es el desarrollo de la lucha de clases y la solidaridad internacionalista de la clase trabajadora y los pueblos. Cientos de miles de muertos, junto a millones de desplazados, son la primera consecuencia trágica de esta guerra. Pero el auge del militarismo de los Estados imperialistas preanuncia nuevas y más terribles catástrofes para los trabajadores y pueblos oprimidos de todo el mundo.
De igual modo, en los últimos meses nos hemos encontrado en las grandes movilizaciones y acciones contra el genocidio al pueblo palestino, denunciando la complicidad de los gobiernos imperialistas y en particular del gobierno “progresista” español con el Estado de Israel. Con esta perspectiva hemos impulsado y participado en común en asambleas y plataformas unitarias, defendiendo la exigencia de ruptura inmediata de relaciones con Israel y el cese de la venta de armas, así como la necesidad de poner en pie un gran movimiento internacionalista contra el genocidio y en apoyo al pueblo palestino.
Sabemos que el militarismo y la guerra tienen como contracara la militarización de las fronteras y el aumento de las políticas racistas y xenófobas en la Europa fortaleza hacia las personas migrantes y racializadas. Por este motivo, nos hemos movilizado y lo seguiremos haciendo para exigir la derogación de las leyes de extranjería, el fin de las deportaciones, la anulación de todos los pactos de “externalización de las fronteras” de la UE con países como Turquía, el cierre de los centros de internamiento para extranjeros y la regularización inmediata de todas las personas migrantes.
Frente al ascenso de la extrema derecha en Europa, con discursos xenófobos, racistas, negacionistas, machistas y lgtbfóbicos, pensamos que el mayor desafío que tenemos las y los socialistas internacionalistas es impulsar la movilización unitaria de la clase trabajadora, las mujeres, la juventud, los movimientos antirracistas y LGTBI para enfrentarlos. La fuerza de millones de trabajadores y trabajadoras, junto a todos los sectores oprimidos, es la única que puede activar el “freno de emergencia” ante las nuevas catástrofes a las que nos están llevando los capitalistas. Por eso, señalamos que no hay que caer en las trampas de los “gobiernos progresistas”, que nos llaman a apoyarlos como “mal menor” contra la derecha, mientras defienden sus mismas políticas racistas o de ataque a la clase trabajadora. Ellos son los que le abren el camino a la derecha.
Esta situación se desenvuelve en el marco de una creciente crisis ecosocial y la amenaza de la emergencia climática generada por la irracionalidad del capitalismo imperialista. Las políticas de capitalismo verde, como el Pacto Verde Europeo, han demostrado ser una farsa cuyo único objetivo es explotar nuevos nichos de valorización del capital. Mientras los gobiernos abrazan cínicamente el discurso ecológico, la guerra y el militarismo avanza, se vuelve al consumo de carbón y el discurso ecológico “contra la abundancia” sirve de justificación para ir hacia una economía de guerra. Frente a este escenario es vital plantear una perspectiva que ponga en el centro la necesidad de expropiar a quienes nos llevan a la catástrofe, poniendo la producción y la distribución bajo control de la clase trabajadora en favor de una transición ecosocialista.
Ante el escenario de las próximas elecciones europeas, desde la CRT estamos convencidos de que la presentación de una candidatura anticapitalista e internacionalista, conformada de forma unitaria por diferentes organizaciones y activistas que venimos luchando en común por muchos de estos puntos, sería un gran punto de apoyo para luchar por esta perspectiva.
Entre nuestras organizaciones existen importantes diferencias en diversas e importantes cuestiones programáticas, tácticas y estratégicas, las cuales fundamentan nuestra existencia como grupos distintos. En particular, partimos de visiones diferentes sobre el balance del ciclo político anterior, el rol político de la emergencia de Podemos, así como de las batallas necesarias para construir una alternativa política de independencia de clase al neorreformismo. Sin embargo, como se ha expresado en diversas declaraciones, artículos y posicionamientos públicos de nuestras organizaciones, creemos que coincidimos en que las formaciones de la izquierda neorreformista o “progresista” de Europa, entre ellas la izquierda institucional del Estado español (Podemos, Sumar, Izquierda Unida, Bildu, ERC), no representan ninguna salida para enfrentar el militarismo ni los ataques que ya se preparan para descargar sobre la clase trabajadora el tránsito hacia una economía de guerra. Aunque se presentan como garantes del avance de derechos sociales -que en el mejor de los casos han sido migajas frente a la crisis que viven las mayorías sociales-, han avalado sistemáticamente las políticas militaristas e imperialistas del Gobierno español, al que sostienen desde dentro y fuera del consejo de ministros. Por ello es necesario construir “otra izquierda” que retome la máxima de los socialistas internacionalistas que enfrentaron el curso reaccionario que llevó a la primera guerra mundial: “guerra a la guerra, el enemigo principal está en casa”.
Asimismo, en el último período hemos logrado importantes acuerdos que nos han permitido intervenir en espacios unitarios con un programa común, como en la Asamblea Popular contra la Guerra o en el movimiento de solidaridad con Palestina, que representan una importante base de acuerdo. Por ello pensamos que, sin desmerecer ni ocultar las diferencias que existen entre nuestras organizaciones, no hay motivos sustanciales que impidan intentar expresar en común una posición internacionalista, antiimperialista y socialista en estas elecciones. Una candidatura unitaria contra el militarismo, el auge de la extrema y las falsas promesas neorreformistas que parta de un programa socialista y de independencia de clase cuyos ejes, desde nuestro punto de vista, podrían resumirse en:
1) La rechazo al giro reaccionario y militarista de la UE y el Gobierno español, planteando un programa internacionalista socialista contra el rearme, contra el envío de armas a Ucrania, por la retirada de todas las misiones españolas en el extranjero y contra la complicidad del Gobierno con el genocidio en Palestina.
2) La denuncia de la políticas racistas y xenófobas de la UE, aplicadas a rajatabla por el Gobierno español, en defensa de un programa que defienda la libertad de movimiento, la derogación de todas las leyes de extranjería y la regularización inmediata de todas las personas sin papeles.
3) La lucha contra el auge de la extrema derecha en el continente y en el Estado español, desmontando la demagogia de su discurso racista, antifeminista y antiderechos, denunciando al mismo tiempo desde una perspectiva feminista, antirracista y socialista el rol del Gobierno progresista en abrirle el camino a la derecha.
4) La denuncia del saqueo y la expoliación imperialista de las multinacionales españolas en otros países, exigiendo la anulación de las deudas públicas externas de los países oprimidos con el Estado español y el capital financiero internacional.
5) La defensa de un programa transicional que dé una respuesta anticapitalista y socialista a los principales problemas económicos y sociales que sufren las mayorías sociales (inflación, desempleo/precariedad, vivienda, energía), denuncie los futuros ataques que se preparan (Pacto de Estabilidad presupuestaria) y la impostura de las políticas del capitalismo verde frente a la crisis climática (Pacto Verde Europeo) desde una perspectiva ecosocialista.
6) La defensa de una Europa socialista de las y los trabajadores y los pueblos, frente al discurso ilusorio de una Europa imperialista democrática y las falsas salidas soberanistas.
Estos ejes generales no pretenden ser exhaustivos ni exclusivos, sino un primer aporte para el debate sobre los que creemos deberían ser las líneas principales de una candidatura que se proponga ser la voz de una alternativa política antimilitarista, antiimperialista y socialista.
Este llamamiento está dirigido también a otras organizaciones, colectivos, militantes, activistas y personas que hoy comparten el rechazo al curso militarista del Gobierno “progresista” y la complicidad con el genocidio en Palestina; a las y los trabajadores que miran con desconfianza a un ejecutivo que gobierna para las grandes empresas del IBEX35 y se rebelan contra las burocracias sindicales que mantienen la paz social mientras avanza la inflación y la carestía de la vida; a la juventud indignada con una “izquierda” integrada en el régimen que ha mantenido la precariedad, los recortes educativos y la represión; a los sectores del movimiento de mujeres, de las disidencias sexuales y el movimiento antirracista, que no aceptan el doble discurso del Gobierno y luchan por terminar con el machismo, la lgtbifobia y el racismo institucional, por la derogación de las leyes de extranjería o la separación efectiva de la Iglesia y el Estado; o a los sectores del movimiento democrático catalán que quieren seguir luchando por el derecho de autodeterminación en forma independiente de los partidos de la burguesía.
Desde la CRT estamos convencidos de que, ante el auge del militarismo imperialista, el fortalecimiento de la extrema derecha, el avance de la crisis ecosocial y, especialmente, el fracaso de la estrategia neorreformista, quienes nos reivindicamos de la izquierda anticapitalista y socialista tenemos la responsabilidad de plantar cara al conformismo y la desesperanza, abriendo un debate franco y de cara a la vanguardia sobre las tareas que tenemos por delante y como expresarlas políticamente, poniendo en pie una alternativa política internacionalista y socialista contra la deriva reaccionaria a la que nos lleva el capitalismo imperialista y las clases dominantes.
Las próximas elecciones europeas pueden ser un gran escenario para visibilizar esta perspectiva. Sin embargo, el escenario electoral es solo uno de los terrenos en los que es posible desarrollarla. Como expresamos en las resoluciones adoptadas en la última conferencia de nuestra corriente internacional, la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional (FT-CI), la necesidad de construir bloques y coaliciones militantes que tomen en sus manos la lucha contra el genocidio en Palestina, el militarismo y el saqueo imperialista desde un punto de vista de independencia de clase y socialista es una tarea urgente. Por ello, independientemente de este llamamiento concreto por las elecciones europeas, queremos reafirmar esta propuesta a Anticapitalistas, así como a todas las organizaciones, militantes e individuos que compartan este punto de vista internacionalista y antiimperialista.