La iniciativa surge de estudiantes que integran el Observatorio Laboral y Social y las agrupaciones Oktubre y Pan y Rosas que, ante el reclamo de las familias del asentamiento en Ledesma y quienes se encuentran sin techo en San Salvador, plantean la necesidad de rodear de solidaridad y no ser indiferentes. Recibirán las donaciones a partir del próximo sábado.
Jueves 24 de septiembre de 2020 12:16
Durante esta semana estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales lazaron una colecta solidaria con las familias sin techo, las más de 300 familias que encuentran en el asentamiento de Ledesma hace cuatro meses, y las Familias Unidas por la Necesidad que salieron a la calle ante la falta de respuesta en la capital de la provincia.
En medio de la crisis sanitaria y económica crecen los despidos, la pobreza y son cada vez más las familias que no tienen un derecho tan elemental como es la vivienda, miles que esperan años sin tener respuestas, viven en condiciones de hacinamiento, sin los servicios esenciales.
Muchas veces son tres o cuatro generaciones en una misma casa, otras tantas que ya no pueden sostener los alquileres, que se quedaron sin ingresos. Son más de 90 los asentamientos solo en San Salvador y más de 20 mil familias que están inscriptas en el Instituto de Vivienda de Jujuy, datos que reflejan un problema estructural, en una provincia donde el 45% de las tierras están en manos de 6 terratenientes y empresarios.
Sin embargo, la única respuesta por parte de los distintos gobiernos es la represión o judicialización cuando intentan resolver la falta de tierra por sus propios medios. También los medios de comunicación alientan el discurso punitivo, y no se presentan respuestas a la altura de las necesidades los miles que hoy no pueden quedarse en sus casas porque no tienen un techo.
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En este sentido, los primeros lazos de unidad se vieron reflejados en la marcha del jueves pasadodonde distintos sectores de trabajadores, docentes, vendedores ambulantes, estudiantes, amigos y familiares de Cesia Reinaga, de Ariel Valerian, salieron bajo la consigna “nos seguimos cuidando, pero también cuidamos nuestros derechos”.
#LaViviendaEsUnDerechoNoUnDelito
Con este lema los y las estudiantes difunden su apoyo a las familias de los asentamientos que necesitan la colaboración de toda la comunidad educativa para que no triunfe el discurso punitivo.
Si cientos de estudiantes de la UNJu, docentes, los centros de estudiantes rodean de solidaridad a las familias que pelean por un techo, los desalojos no estarían en discusión y estarían en mejores condiciones de que les den una respuesta. Si se mantiene el camino de la coordinación en acciones comunes por vivienda, salud, educación que hoy también está en peligro mientras se intenta avanzar en una universidad para pocos, se pondría en el centro de la agenda las necesidades de las mayorías.
Como en Guernica y otros puntos del país, Jujuy no queda afuera de este problema estructural. Sectores del pueblo trabajador que más están sufriendo la crisis y no tienen nada que perder salen con fuerza a defender sus derechos, resistir los desalojos y la represión. A ellos y ellas hay que llenar de fuerza, a las y los trabajadores de la salud que están en la primera línea, a la pelea por la educación, pero el gobierno cede cuando sale la policía, cuando sale la derecha.
La crisis se agrava y se necesita una respuesta a la altura. Las conducciones de los centros de estudiantes no solo vienen dando la espalda al problema de la deserción, sino que son totalmente indiferentes a estos problemas sociales. Desde las agrupaciones Oktubre y Pan y Rosas llaman sumarse a esta pelea, rodear de solidaridad a las familias y unir las fuerzas del movimiento estudiantil por todos estos derechos.
Las personas que quieran colaborar con la colecta, con alimentos, agua, ropa, se pueden acercar a la calle San Martín n° 823 el día sábado de 14 a 18hs o comunicarse al 388 5303869.