Con un corte en 9 de Julio y Av. de Mayo se hizo una manifestación en apoyo al líder qom, procesado por “usurpación” del territorio ancestral. Las comunidades originarias de Formosa acampan hace más de cuatro meses.
Miércoles 1ro de julio de 2015
Hace más de cuatro meses que representantes de comunidades indígenas de Formosa, nucleadas en la organización Qopiwini (qom, pilagá, wichi y nivacle), acampan en la esquina de 9 de Julio y Avenida de Mayo en la Ciudad de Buenos Aires. Reclaman ser recibidos por la presidenta, el fin del despojo de sus territorios, que se cumplan los acuerdos firmados en 2011, el cumplimiento de las leyes nacionales e internacionales que los protegen y justicia por Roberto López, entre otras cosas. A todo eso se suma el procesamiento al cacique qom Félix Díaz. En estos cuatro meses presentaron notas, petitorios, realizaron cortes de calles y se movilizaron a los tres poderes. Ninguno de ellos les dio respuesta. El gobierno nunca los recibió.
Ayer se realizó una ceremonia ancestral alrededor de una fogata, para afirmar los reclamos que vienen sosteniendo y expresar su apoyo a Felix Díaz, qarashé de la comunidad Potae Napocna Navogoh (La primavera), quien está procesado por “usurpación” del territorio.
“Hacer fogata es retomar parte de nuestra cultura ancestral”, dijo Jorge Palomo, referente wichi de la comunidad de Laguna Yema. “La fogata se debe al apoyo al hermano Félix que está procesado por la justicia de la provincia de Formosa, y como pueblos indígenas preocupa mucho. Ojalá la justicia razone y la sociedad se entere de estas injusticias que estamos padeciendo como pueblos indígenas y también por cómo nos ignora la presidenta y los tres poderes del Estado a nuestro acampe que, como saben, estamos hace más de cuatro meses y no tenemos ni una respuesta”.
El Juzgado Criminal y Correccional N° 2 de Clorinda, Formosa, a cargo del juez Santos Gabriel Garzón, elevó a juicio la causa en la que Félix Díaz está imputado por el delito de usurpación. El CELS (Centros de Estudios Legales y Sociales) denuncia que es una persecución y solicitó la nulidad de la elevación a juicio ya que “esta medida no es más que la concreción de un proceso penal únicamente dirigido a criminalizar a Félix Díaz. Una acusación sostenida en el tiempo con tales grados de imprecisión, falta de claridad y sustento sólo puede ser explicada desde el evidente afán punitivo puesto en marcha en contra nuestro defendido”.
Los referentes de las comunidades y las personas y organizaciones solidarias, reunidas alrededor de la fogata, expresaron su apoyo a la causa. Desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) Alejandrina Barry, hija de desaparecidos, participó para “traerles toda la solidaridad. Ustedes son un ejemplo de resistencia, de lucha enorme, la violación de los derechos humanos en ustedes es algo terrible por parte del Estado y del gobierno, el desalojo de sus tierras, la represión que están sufriendo, lo que muchos decimos un ’nuevo genocidio’”, les manifestó Barry a los referentes originarios. “Es tan brutal este sistema de injusticia con un gobierno que no quiere ni siquiera que salgan a hablar, que se escuche su voz, los quieren silenciar hasta en los reclamos más elementales, estando ustedes acá hace más de cuatro meses, resistiéndola a pesar de todo”, agregó. Y finalizó asegurando que “por supuesto cuentan con un apoyo enorme que no tiene que ver con ningún gobernante, pero sí con un montón de gente que se solidariza con su causa. Nosotros siempre estamos a disposición desde el CeProDH y desde el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, para defender las causas judiciales y todo lo que sea necesario, vamos a estar acompañándolos porque son un gran ejemplo…”
Félix Díaz expresó en un comunicado de prensa que “nadie puede acusar a un indígena por vivir en su territorio tradicional, se trata de una grave falta a la normativa indigenista, a la justicia (…) No descansaremos hasta que nuestros derechos se cumplan”.
