El portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dijo que "La profundidad del horror sobrepasa nuestra capacidad de describirlo. No había visto ese nivel de devastación en 20 años en la ONU. La capacidad de supervivencia de la gente en el norte ha sido destrozada y en el sur pende de un hilo”.
Viernes 22 de marzo 15:49
A principios de esta semana se conoció un informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (Integrated Food Security Phase Classification - IPC), que mide las situaciones de crisis alimentarias, donde se aseguraba que en norte de la Franja de Gaza se encuentra ante una situación de hambruna inminente.
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A esta alarmante advertencia se sumaron este viernes las declaraciones de un funcionario de UNICEF que tras recorrer Gaza habló de una situación de "aniquilación total", sin que haya quedado "nada en pie" en lugares donde antes había ciudades prósperas y superpobladas.
En las declaraciones recogidas por el diario The Guardian, James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dice que "La profundidad del horror sobrepasa nuestra capacidad de describirlo. No había visto ese nivel de devastación en 20 años en la ONU. La capacidad de supervivencia de la gente en el norte ha sido destrozada y en el sur pende de un hilo”.
Además, Elder dijo que vio a una docena de niños “esqueléticos” en el hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, en el norte de Gaza: “Estamos viendo casos de desnutrición grave... Niños que están al borde de la muerte, sólo piel y huesos... y estos son los que han logrado llegar al hospital. Existe un temor real por aquellos que no pueden”.
La situación de hambruna es tal que los propios médicos y personal hospitalario trabajan turnos de 36 horas y luego se unen a sus familias para tratar de conseguir algo de agua potable, comida o refugio.
Estas declaraciones e informes llegan cuando incluso algunos gobiernos de Europa y Estados Unidos piden algún tipo de alto al fuego, presionados por el enorme movimiento contra el genocidio de Israel y en solidaridad con el pueblo palestino que en el caso de EEUU ha llegado a meterse en las elecciones internas del partido demócrata con un sector insatisfecho con la política de Biden, mientras que los manifestantes llaman a presidente "genocida" Joe, por su apoyo a Israel. Sin embargo, Netanyahu anunció este viernes ante el secretario de estado de Estados Unidos, Antony Blinken que no solo no está dispuesto a dar un alto el fuego sino que está avanzando en los plantes para atacar la ciudad de Rafah, aún si EEUU no lo apoya.
Elder describió la perspectiva de un ataque a Rafah como “aterradora”. “Una ofensiva militar en Rafah sería absolutamente catastrófica. Los últimos puntos con agua potable y hospitales que quedan [en Gaza] están allí y no hay ningún otro lugar adonde ir. Khan Younis y la ciudad de Gaza ya casi no existen”, dijo. "Rafah es la última esperanza de Gaza y es absolutamente desconcertante que todavía continúe una conversación sobre una posible operación militar".
Israel lleva adelante un genocidio sobre el pueblo palestino en Gaza y ya ha asesinado a más de 32.000 personas, la mayoría de ellas niño, niñas, mujeres y ancianos. En las últimas semanas ha asesinado a al menos 400 personas que esperaban ayuda humanitaria y comida, mostrando que los bombardeos van de la mano con una política de terror sobre la población local, que ya siquiera estaría seguro ni junto a un convoy de ayuda.
Desde el inicio de los ataques el Ejército israelí pidió a la población de la Franja de Gaza que se vaya del norte hacia el sur, donde supuestamente habría una zona segura. En este tiempo Israel no solo ocupó militarmente todo el norte sino que lo destruyó por completo. Ahora, se dispone a atacar Rafah, la ciudad del sur fronteriza con Egipto, donde viven hacinados más de un millón de palestinos que huyeron del norte. El objetivo para coronar su política genocida es una limpieza étnica de gazatíes en una escala que no se veía desde la fundación artificial del estado de Israel en 1948.
Pero Netanyahu no goza de total impunidad, las masacres que lleva adelante el Estado de Israel y el Ejército sionista son cuestionadas por millones alrededor del mundo. Como hacía décadas no se veía un movimiento mundial en solidaridad con la causa palestina se puso en movimiento a medida que se veía claramente la política colonial de Israel. Ese movimiento, que ya está convirtiéndose en un problema incluso para los gobiernos aliados a Israel, y que ha hecho movilizaciones multitudinarias, bloqueos a las fábricas de armamento para el Ejercito israelí, o en los puertos donde se embarcan esas armas, y también campañas de boicot a las marcas asociadas a Israel, es el que tiene la llave para frenar esta masacre.