En una rueda de prensa celebrada este jueves en Barcelona, la plataforma RidersXDerechos (organización de trabajadores de plataformas de envíos @ridersxderechos), ha denunciado la posición de la empresa Glovo tras la muerte de un repartidor mientras estaba trabajando el pasado sábado.
Viernes 31 de mayo de 2019 00:06
En una sala con numerosos medios de comunicación, los portavoces de la plataforma han instado también a que Inspección de trabajo actúe para investigar y aclarar las causas de la muerte del joven nepalí Pujan Koirala, y determinar si se ha producido negligencia por parte de la empresa.
L'aula del @CollectiuRonda plena durant la roda de premsa pic.twitter.com/AtKwWGQpEu
— #GlovoMata (@ridersxderechos) 30 de mayo de 2019
Oriol Alfambra, uno de los portavoces señalaba que "se debe investigar si Glovo venía tomando las medidas necesarias para evitar estas situaciones. Por mucho que la empresa diga que el rider repartidor no era "colaborador" de la compañía y que utilizaba la cuenta de otro repartidor".
En ese sentido, otra de las portavoces de la plataforma RidersXDerechos remarcaba que "Glovo sabe desde hace tiempo que los trabajadores utilizan cuentas de terceros y no ha hecho nada para regularizarlo". Y de la misma forma, ha denunciado la situación de ultraprecariedad a la que los somete la empresa al decir que "todos nos hemos saltado un semáforo para hacer un pedido más, sobretodo cuando se reciben correos de la empresa diciéndote que no haces suficientes pedidos".
De esta forma, los portavoces señalaban también que la primera condición que ponen tras los contactos que ha intentado establecer la empresa con la plataforma es que "se inicie un camino hacia la regularización de todos los trabajadores de Glovo y que reconozca la relación laboral", así como la exigencia también de un plan de riesgos laborales, formación en prevención y "cobrar un mínimo por hora".
Por último, los portavoces han denunciado que este modelo, el "capitalismo colaborativo" incita a "poner tu vida en peligro para llegar a fin de mes", tal como le ocurrió definitivamente este sábado a Pujan.
Empresas como Deliveroo, Glovo, Stuart y Ubereats entre otras, son las que garantizan condiciones de trabajo enormemente precarias, sin ningún derecho, ni protección médica, ya que no existe contrato alguno para estos (falsos) autónomos. Los repartidores en bicicletas están expuestos a una alta siniestralidad, ya que recorren 60 y 80 kilómetros diarios y cuando sufren algún tipo de accidente, no se los considera como un accidente laboral sino como enfermedad común.
Sin embargo, tras la muerte del joven repartidor el sábado pasado, ni bien transcurridas 24 horas, más de un centenar de riders se manifestaban ante la sede de Barcelona y como explicaba Dani Gutiérrez, un ex trabajador de Glovo y Deliveroo y portavoz también de la plataforma, “queremos denunciar la explotación a la que Glovo nos tiene sometidos, a la cual se intenta cubrir con la desregularización que precariza nuestras vidas, la presión a la que se nos somete a la hora de repartir, la carga de volumen excesiva, la rapidez en las carreteras que nos llevan a jugarnos la vida sin ningún tipo de prevención de riesgos laborales, sin ningún tipo de material de seguridad vial. Y así acabó pasando lo que desde hace mucho tiempo hemos dicho que pasaría, que es que alguno sufriría la muerte”.
Concentració a la seu de Glovo per la mort d'un treballador.#GlovoNosMata pic.twitter.com/Y1TdFsBQcT
— EsquerraDiari.cat (@EsDiariCat) 26 de mayo de 2019
Las trabajadoras y trabajadores muestran así que las ‘causas de los hechos’ empiezan en el modelo de precariedad laboral de la empresa, una más entre tantas impulsoras del llamado “capitalismo colaborativo”. La explotación del siglo XXI empieza y en este caso también acaba con la vida de los trabajadores.
Una realidad que sufre y vive la juventud precaria en todo el Estado y que ha provocado un brote de solidaridad y concentraciones en ciudades como Madrid, Bilbao o Valencia entre otras, mostrando que si “la precariedad mata”, la juventud trabajadora se organiza.