×
×
Red Internacional
lid bot

Centroamérica. Guatemala: a un año del gobierno de Bernardo Arévalo el costo de la vida sigue en aumento

A un año que inició el actual gobierno de Bernardo Arévalo y Karin Herrera del Movimiento Semilla, la clase trabajadora guatemalteca siguen sufriendo el alto costo de la vida y bajos salarios. Los trabajadores denuncian esta situación y se plantan para seguir peleando por sus demandas.

Viernes 24 de enero 19:58

Escuchá esta nota

Continúa el alto costo de la vida

El índice inflacionario según el Banco de Guatemala (banca central) cerró en un 1.7 por ciento, el mas bajo desde 2010, sin embargo, la percepción de la población no es tal, cuando en los mercados y tiendas minoristas la imagen es que los precios son demasiado altos. Es más, los vendedores en los mercados aducen que ellos juegan con un margen mínimo entre los precios que le ponen los distribuidores y el que se le puede poner a los consumidores.

Por su parte los analistas plantean que la metodología que mide el Índice de Precios al Consumidor tiene varios cuestionamientos, ya que según éstos la división de alimentos tuvo alzas en los últimos meses del año pasado, y justamente es en esta división y en la de transporte, las catalizadoras en el aumento de los precios a nivel general.

Así según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Canasta Básica Alimentaria Urbana (CBAU) a diciembre quedó en Q904.55 el costo mensual por persona que había comenzado en enero con Q846.30, por lo que la variable registra un incremento del 6 % anual, o sea Q58.25 por persona. La Canasta Ampliada Urbana (CAU) por su parte se incrementó Q141.26 ya que pasó de Q2 mil 48.66 en enero a Q2 mil 189.92 en diciembre, y su costo de Q68.29 a Q73 diarios. Finalmente, la Canasta Ampliada Rural de Q1 mil 287.49 en enero saltó a Q1 mil 377.70 a diciembre, o sea un incremento de Q90.21, y su costo diario pasó de Q42.92 a Q45.92.

Sobre la metodología para calcular los costos de las canastas vital y ampliada, ya hace unos años el Sindicato de Trabajadores del INE denunció que esta fue deliberadamente abaratada al incluir productos chatarras. Supuestamente alimentos producidos por la parásita burguesía industrial de Guatemala, cuya capacidad instalada es baja, con ganancias en base a una productividad de bajos salarios, elaborando mercancías relativamente baratas y dañinas a la salud.

Protestas y reivindicaciones de los trabajadores

Frente a esta situación del alza de los precios, el pasado 15 de enero, en el marco del primer aniversario del actual gobierno, el Colectivo Independiente Sindical Guatemalteco (CISG) realizó un plantón en la céntrica Plaza de la Constitución enfrente del Palacio Nacional de la Cultura, sede del Poder Ejecutivo en la Ciudad de Guatemala. Entre los presentes sobresalieron integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de Guatemala, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Enfermería y Multidisciplinario de Guatemala, el Sindicato de Trabajadoras Domésticas de Maquila, Nexas y Conexas; el Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Guatemala y el Sindicato Primero de Mayo de la Municipalidad de Jalapa, entre otros.

Al plantón se sumo la Coalición Académica Estudiantil conformada por varios colectivos estudiantiles de la Universidad de San Carlos. Denunciaron las acciones criminalizadoras de parte del Ministerio Publico contra estudiantes y trabajadores que se sumaron a la lucha contra el fraude electoral en la elección de rector en 2021 por una mafia burocrática, quienes controlan la única universidad publica en el país. De igual forma exigieron medidas claras al gobierno para paliar el alto costo de la vida, al mismo tiempo que se pronunciaron por la unidad obrero estudiantil.

En el caso de los sindicatos, durante el plantón, estos denunciaron en un comunicado que, pese al recién aumento decretado por el presidente de la Republica del 10 por ciento, el mayor en muchos años, es aun insuficiente con respecto al costo de la vida. Esto justo después que las representaciones patronales y laborales en la Comisión Nacional del Salario Mínimo no llegando a ponerse de acuerdo. Denunciaron que quienes han representado al sector sindical en esa comisión se han enquistado cual verdaderas burocracias.

Además, condenaron que se mantenga la desigual circunscripción que existe entre agrícola, no agrícola y maquila, reproduciendo una desigualdad que beneficia a los exportadores amparados en beneficios fiscales y salarios de sobre explotación que les proporciona la Ley de Maquilas y Zonas Francas. Este aumento al salario mínimo fue en la circunscripción agrícola de Q3,843.55; la no agrícola de Q3,973.05; y la de maquila de solo de Q3,528.29.

De igual forma voceros del CISG exigieron medidas serias de parte del Ministerio de Trabajo por los despidos en diversas municipalidades del país y denuncian que en varias instituciones del gobierno central, persisten las violaciones a los derechos laborales, a partir de contubernio entre las actuales autoridades en los Ministerios de Educación y Salud, con funcionarios heredados de las administraciones pasadas. Arremetieron con las componendas con los dirigentes de los denominados sindicatos mayoritarios como el STEG en educación, dirigido por el burócrata Joviel Acevedo.

Es más, con estos sectores burocrático de este sindicato se sigue negociando secretamente la renovación del Pacto Colectivo, pese a que la ministra de Educación, Anabella Giraca, aduce imposibilidad legal tras una resolución de la Corte de Constitucional (CC) que ampara a Acevedo; cuestión que nada se hace por darlo a conocer. Por otra parte, la influencia del burócrata Joviel Acevedo, en la selección de funcionarios medios, como ha hecho con otros gobiernos previos, sigue operando.

Te puede interesar: Sindicatos en Guatemala no ven mejoras reales con el gobierno de Arévalo

Es de remarcar que el empresariado siempre abogó para que los pactos colectivos en la administración pública fueran desechos, que al igual que en las empresas privadas, no se permita la libre sindicalización, violando la misma legalidad, persiguiendo y hasta asesinando a líderes sindicales. De hecho, la Inspectoría General de Trabajo actualmente es manejada por redes corruptas vinculadas a la asociación de cámaras empresariales Cacif, por lo que otra exigencia del CISG es que se termine con ese contubernio.

Otras luchas que las y los trabajadores públicos han llevado a cabo durante este gobierno, es que se agilicen los procesos de transferencia hacia plazas presupuestadas, de renglones sin estabilidad laboral hacia otros que dan estabilidad. De hecho, se aprobó que en el Presupuesto para 2025 exista fondos para eso, sin embargo, esto queda en el papel y no se cumple. Ese sentido Sindicatos como el del San Juan de Dios y el de las enfermeras ya señalado han exigido que se cumpla para el personal del Ministerio de Salud, igual situación en el Ministerio de Educación donde la Coordinadora del Magisterio en Resistencia (CMR), ha denunciado el mantenimiento de funcionarios corruptos en las supervisiones educativas departamentales.

Es necesario organizarse desde abajo

Estos sindicatos que se declaran independientes en salud y educación y otras áreas de la administración pública, deben tener una política de denuncia a los planes de las distintas facciones burguesas en sus pretensiones de eliminar las conquistas laborales en los pactos colectivos. Pero también una política donde las bases directamente decidan y determinen los pasos a seguir en la pelea por las reivindicaciones, e imponer a los sindicatos denominados mayoritarios un verdadero plan de lucha, y no que las direcciones burocráticas decidan a sus espaldas; así como la búsqueda de la articulación y unidad con sectores como es el CISG o la CMR, realizando asambleas de base en cada lugar de trabajo.

El gobierno ha venido con una política que no responde a los intereses las mayorías de la clase trabajadora y de los grandes sectores populares, como lo vemos con las políticas salariales, el aumento del costo de vida, y la persecución sindical que sigue ocurriendo. Ante esta situación es fundamental que las y los trabajadores se organicen de manera independiente, confiando solamente en sus propias fuerzas, unificarse alrededor de las demandas más sentidas, movilizándose para conquistar un salario al nivel de las necesidades básicas y familiares para la clase trabajadora y levantando un programa de lucha en función de sus intereses.