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Red Internacional
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Hostigamiento laboral. Guatemala: despidos y persecución en la Municipalidad de Jalapa

Durante los últimos 3 periodos de gobierno en la Municipalidad de Jalapa, Guatemala, las autoridades municipales han impulsado una política antisindical y anti obrera caracterizada por despidos, persecución, hostigamiento y modificaciones en el terreno laboral que buscan silenciar las protestas por parte de los trabajadores de la municipalidad contra las precarias condiciones y la mala gestión desde el mandato de Mario Alejandro Estrada Ruano, hasta el actual gobierno de Omar Estuardo Camposeco. A continuación reproducimos los testimonios de dos trabajadores que denuncian la represión durante este periodo.

Sábado 21 de diciembre de 2024 11:21

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La persecución laboral que enfrentaron los trabajadores del Sindicato Primero de Mayo (SITRA1MAYOMJ), se enmarca en un contexto de lucha sindical, marcado por el intento constante de deslegitimación y hostigamiento de parte de las autoridades municipales. La participación activa de los trabajadores municipales en el Sindicato Primero de Mayo (SITRA1MAYOMJ) fue vista por muchos como una amenaza a los intereses establecidos dentro de la Municipalidad de Jalapa, especialmente durante los mandatos de los alcaldes Mario Alejandro Estrada Ruano (2016-2020) y Alfredo Sandoval (2020-2024), en los cuales Omar Estuardo Camposeco Dardón fue parte esencial del concejo municipal, aumentando la represión contra los trabajadores organizados.

Durante la administración 2016-2020, bajo la presidencia de Mario Alejandro Estrada Ruano, las tensiones entre la autoridad municipal y el sindicato alcanzaron su punto máximo. En ese período, ocurrieron intensas acciones sindicales con el objetivo de reinstalar a trabajadores injustamente despedidos y garantizar el pago de sueldos caídos que no habían sido entregados por la gestión del alcalde Estrada Ruano. La lucha fue dura, y las respuestas del gobierno municipal fueron claras: intentaron desestabilizar al sindicato a través de represalias, tanto económicas como laborales. La actividad sindical se intensificó, y se convirtió en un punto focal de confrontación política, donde la Administración de Estrada Ruano intentó amedrentar a los trabajadores sindicalizados a través de despidos y represalias.

A pesar de estas dificultades, los esfuerzos del sindicato lograron frutos ya que se reconoció la importancia de la lucha, sin embargo, durante la siguiente administración, presidida por Alfredo Sandoval, el nivel de persecución aumentó. A partir de 2020, el concejo municipal, con la participación de Omar Estuardo Camposeco Dardón, continuó con un patrón de represalias hacía los sindicalistas. En este periodo, el hostigamiento se intensificó no solo a nivel administrativo, sino también emocional y psicológico. Los cambios en los manuales de puestos y funciones laborales fueron implementados de manera arbitraria, afectando a los trabajadores que habían sido vocales en la defensa de los derechos laborales.

Los cambios no fueron meras reformas; fueron medidas diseñadas para excluirlos, disminuir su influencia y control sobre las decisiones laborales, lo que resultó en un despido indirecto disfrazado de ajustes administrativos. Además, el acceso a insumos y herramientas de trabajo fue restringido de forma sistemática, favoreciendo a los nuevos empleados y dejando a los sindicalistas en una posición desventajosa.

Uno de los aspectos más dolorosos de esta persecución fue la falta de respuesta de las autoridades municipales ante las solicitudes y denuncias formales. La injusticia laboral se convirtió en una práctica constante, mientras la administración de Omar Camposeco, aún como parte del concejo, implementó medidas punitivas hacia quienes se opusieron a su visión autoritaria. Los miembros del sindicato, en particular los que desempeñan roles de liderazgo, experimentan un incremento significativo de hostigamiento, tanto verbal como físico, en el día a día laboral.

Los esfuerzos por mantener el diálogo y el respeto mutuo fueron sistemáticamente ignorados, y las mesas de negociación que solicitaron nunca fueron convocadas de manera efectiva. En lugar de encontrar soluciones, el clima de hostilidad y persecución aumentaron, convirtiendo el ambiente laboral en un espacio insostenible para quienes estaban comprometidos con la defensa de los derechos laborales y humanos.

A través de estos testimonios, los trabajadores pertenecientes al Sindicato Primero de Mayo (SITRA1MAYOMJ) de Jalapa, buscan visibilizar las injusticias sufridas por los trabajadores de la Municipalidad de Jalapa y, sobre todo, hacer un llamado a la reflexión sobre los derechos laborales fundamentales que deben ser garantizados sin distinción de ideologías, afiliación sindical o cualquier otra causa que atente contra la dignidad de los trabajadores.

Este relato no es solo una historia personal, es una denuncia que refleja el abuso de poder, la vulneración de los derechos humanos y la falta de compromiso por parte de quienes ocupan cargos públicos de respetar la ley y las normas laborales. Mientras las luchas sindicales continúan, la esperanza de justicia sigue viva.