En la primera jornada de lucha y movilización contra la reforma laboral de Macron, miles de trabajadores se preparan para salir a las calles. El jueves 21, ya está llamada la segunda huelga general.
Lunes 11 de septiembre de 2017
Este martes 12 será la primera gran jornada de huelga general y manifestaciones contra la reforma del mercado laboral francés. La movilización, convocada por el sindicato CGT y Solidaires, será el primer paso en la lucha contra el ajuste que quiere implementar Emmanuel Macron.
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Los portuarios de Le Havre, que se convirtieron en un símbolo de lucha durante las jornadas del 2016 contra la reforma de François Hollande, serán parte de la huelga de mañana. Algunas seccionales ferroviarias, los trabajadores químicos, los del correo y las telecomunicaciones, estarán entre los sindicatos que se pliegan a la huelga. También la Unión Confederal de Jubilados de la CGT será parte de la jornada de lucha.
Contra la reforma laboral que el Gobierno aprobará el próximo 22 de septiembre en cinco decretos (denominados "ordenanzas"), que ya había anunciado Macron durante la campaña electoral, están llamadas más de 180 movilizaciones en todo el país y en alrededor de 4.000 empresas se llamó a la huelga. La respuesta de mañana contra la avanzada del gobierno y de las empresas contra el poder de los sindicatos y las condiciones laborales será clave en el camino para frenar el ajuste que se propone el gobierno del exbaquero que cuenta con cada vez menos aprobación popular, cayendo al 40% en menos de 4 meses de mandato.
Foto: Sonrientes, el presidente Macron y Jean-Claude Mailly, de FO
Sin embargo, la CFDT, primer sindicato del país, y Force Ouvrière (FO), no se suman a la huelga lanzada por la CGT. Sin embargo, la traición de Jean-Claude Mailly, titular de FO, tiene como correlato que más de 50 seccionales locales del sindicato, como los ferroviarios, los químicos, los transportistas y los trabajadores de la energía, entre otros, se plieguen a la huelga, expresando que aún se mantiene vivo el espíritu de lucha del 2016, como en Rennes, donde hubo más de 24 movilizaciones. Como bien expresó ante Revolution Permanenteun sindicalista de FO transporte que parará este 12, “Mailly está desconectado de su base”. La presión de los trabajadores crece día a día.
El jueves pasado, el titular de la CGT, Philippe Martinez, llamó a una segunda jornada de lucha y huelga general para el jueves 21 de septiembre, el día previo a la aprobación por decreto de la reforma. Solidaires, la federación química de la CGT, y organizaciones de la juventud reclamaban por una segunda fecha de huelga y lucha nacional.
A diferencia de la movilización de este martes, el 21, gran cantidad de universidades habrán comenzado sus clases, por lo que la movilización estudiantil será un elemento clave en la relación de fuerza entre el movimiento obrero y Macron.
Pero al mismo tiempo, Jean-Luc Mélenchon de France Insoumise, que declaró que declaró que la reforma es “un golpe de estado social”, había preferido convocar “su propia” manifestación para el próximo día 23, dividiendo la fuerza de lucha del movimiento obrero y la juventud, aunque a partir de una provocación de Macron, decidió participar de la jornada del 12. Macron, que no estará en el país durante la huelga ya que viajará a la isla de Saint-Martin, destrozada por el huracán Irma, afirmó la semana pasada sin demasiado pudor: "No voy a ceder ante los vagos, los cínicos ni los extremos".
"Brutos, cínicos, vagos,... todos a la calle", escribió enseguida en su cuenta de Twitter Mélenchon, mientas que Martinez acusó al presidente de tratar de perezosos a "millones de personas privadas de empleo o con trabajos precarios".
Las provocaciones de Macron serán respondidas en las calles, cuando mañana miles se manifiesten a lo largo y ancho del país, continuando el ejemplo de lucha del 2016 y sus 14 jornadas de movilización y huelgas. A través de las asambleas será necesario imponer un verdadero frente único de organizaciones sindicales y políticas del movimiento obrero y la juventud, con el fin de imponer el retiro de las ordenanzas y la política de austeridad del gobierno liberal de Macron.