Los resultados del Caucus de Iowa revelan un Partido Demócrata en crisis y muestran que la democracia es sólo una palabra vacía para los demócratas.
Miércoles 5 de febrero de 2020 14:07
TOM BRENNER/GETTY IMAGES
Después de casi dos años y medio de preparación para la temporada de las Primarias Demócratas, los votantes de todo el país esperaban ansiosamente los resultados de Iowa, que fue sede del primer concurso de la temporada.
Pero más de un día después de que se cerraran las asambleas electorales de Iowa, todavía no se ha declarado un ganador final, lo que ha desatado el caos en el Partido Demócrata y los ha puesto en ridículo.
El martes por la tarde, el Partido Demócrata de Iowa (IDP) finalmente publicó los resultados parciales de la elección, pero solo incluyen alrededor del 60% de los recintos.
Sorprendentemente, a pesar de la clara oleada de apoyo a Sanders, el Partido Demócrata de Iowa informa que no es Sanders, sino Pete Buttigieg el que está en la cima de la tabla de clasificación.
En el momento en el que estamos publicando este artículo, Bernie Sanders tiene una ventaja de alrededor de 1.200 votos en el recuento de votos populares. Sin embargo, de alguna manera, el IDP pone a Pete Buttigieg a la cabeza de los delegados estatales, el factor que en última instancia determinará la carrera. A Buttigieg se le asignó el 26,9 por ciento de los delegados mientras que Sanders sólo el 25,1 por ciento. A pesar de toda la protesta sobre la victoria de Hillary Clinton en el voto popular sobre Donald Trump en 2016, los demócratas han logrado crear un sistema en Iowa tan atrasado y antidemocrático como el despreciado colegio electoral.
En Iowa, se ha puesto de relieve una vez más el carácter profundamente antidemocrático del sistema electoral estadounidense. Esto se debe a un sistema de “caucus” (cónclave, asamblea o reunión electoral) en Iowa que, similar al del colegio electoral, representa en exceso a los distritos rurales y en defecto a las ciudades y pueblos universitarios. Así que mientras Sanders ganó más votos en la primera y última ronda, terminó con menos delegados que Buttigieg. Aunque algunos en el Partido Demócrata dicen que quieren abolir el colegio electoral, su propio sistema de primarias es igualmente antidemocrático. Este sistema es una estafa a los votantes que pasaron más de dos horas de su día después del trabajo tratando de votar. Los principales medios de comunicación están avalando la estafa: el miércoles por la mañana los principales canales de noticias anunciaron a Buttigieg como el ganador en Iowa, mientras que apenas mostraban el recuento de votos populares.
Una elección al menos poco clara
Los resultados de Iowa están rodeados de dudas. Después de que las asambleas electorales cerraron, el IDP misteriosamente dejó de informar los resultados porque querían hacer "control de calidad". Resulta que la aplicación para teléfonos inteligentes que Shadow Inc. usó para hacer el recuento resultó ser defectuosa y el IDP se vio obligado a hacer un recuento manual. El misterio no termina aquí. La empresa matriz de Shadow Inc., Acronym, tiene varios vínculos con el establishment del Partido Demócrata. La compañía fue fundada por la esposa de Michael Halle, un antiguo jefe de campaña de Hillary Clinton en Iowa. Halle ahora sirve como asesor de la campaña de Buttigieg. David Plouffe, ex director de campaña de Obama, también es miembro de la junta de Acronym. La empresa recibió decenas de miles de dólares de la campaña de Buttigieg por servicios de software tan recientemente como el pasado mes de julio.
Era altamente sospechoso entonces que con el 0% de los recintos reportando al alcalde Pete Buttigieg se anunciara "victorioso" en el Caucus de Iowa. Con las revelaciones de los lazos entre su campaña y Shadow Inc. saliendo a la luz, el hashtag #MayorCheat comenzó a ser popular en Twitter. Más tarde en la noche, la campaña de Sanders publicó su propia encuesta interna que colocó a Sanders en la cima.
La suspensión de la publicación de los resultados del caucus se produjo después de una oleada de informes iniciales que mostraban a Sanders con un rendimiento superior y a Biden con un rendimiento inferior, lo que llevó a acusaciones de elementos fraudulentos de las elecciones que circulaban por redes sociales. Incluso los medios principales, como CNN y NBC, criticaron duramente al IDP por estropear el proceso de la elección. Muchos comenzaron a especular que Iowa ya no sería la primera contienda de la nación en futuras primarias. Pero el martes por la mañana, la CNN y MSNBC dijeron que el IDP era incompetente y que fue Buttigieg, y no Sanders, el que se vio privado de generar el impacto necesario para catapultar su candidatura. Está claro que el establishment demócrata y los medios liberales buscan cualquier alternativa que no sea la de Sanders, particularmente con el declive de Joe Biden.
Crisis en el Partido Demócrata
Todo lo que se refiere a la elección en Iowa, desde los resultados hasta el proceso, demuestra la crisis en la que se encuentra el Partido Demócrata. De camino a Iowa, la carrera ha sido definida por un gran número de candidatos compitiendo por un lado pero un número bastante estable de nominales: Joe Biden y Bernie Sanders. Sanders y Biden eran ambos figuras políticas "de marca" antes de anunciar sus campañas y ambos representan alas del partido Demócrata - el ala progresista y el establishment, respectivamente.
Durante la mayor parte de la campaña, Biden había liderado las encuestas pero, en los días previos a la asamblea electoral de Iowa, Sanders había estado subiendo constantemente. Esto se debió, en gran parte, a los intentos de la campaña de Warren de apelar al establishment. Warren era la única representante del ala progresista del partido en la carrera y dividía el voto con Sanders. Sin embargo, después de que Warren retiró la propuesta de Medicare for All [seguro de atención médica gratuita, NdelT], los progresistas comenzaron a dejar el campo de Warren por Sanders. Una encuesta de entrada realizada por la CNN el lunes por la noche mostró que tres de cada cinco votantes de Iowa querían sustituir el seguro médico privado por un plan gestionado por el gobierno.
A pesar de liderar las encuestas desde que anunció su campaña, el establishment demócrata estaba preocupado por la viabilidad de Biden. De hecho, un dia antes de la elección del Caucus de Iowa, John Kerry (seguidor de Biden y uno de los líderes del establishment) fue pillado en una cinta especulando sobre postularse para asegurar que Sanders no ganara, un plan del que luego se retractó. Había, en camino a Iowa, un sentimiento real entre muchos de que Biden era más débil de lo que parecía en el papel debido, en parte, a la preponderancia de otras opciones moderadas en la elección. El hecho de que la derecha del partido no había encontrado un solo candidato detrás del cual pudieran ponerse en línea hizo que el panorama pre-Iowa pareciera positivo para Sanders.
Sanders pone nervioso a todo el mundo porque puede ganar la nominación democrática
Los partidarios de Sanders estarán indignados por los resultados de las reuniones del lunes en Iowa. Según todos los cálculos, ganó el voto popular... una historia que se está desarrollando y que posteriormente será enterrada mientras escribimos estas palabras. De hecho, la debacle de Iowa puede acabar dando un impulso a su campaña, ya que animará a los partidarios a movilizarse en New Hampshire, Nevada y más allá. Pero lo que debería ser evidente para todos nosotros es que el Partido Demócrata no tiene intención de respetar la voluntad democrática de los electores.
Los resultados de los caucus de Iowa son desastrosos para el campo de Biden y quizás para el establecimiento del Partido Demócrata. Biden, que fue el favorito en las encuestas con Sanders días antes de la reunión, llegó cuarto, detrás de Warren y apenas delante de Klobuchar. Esta es una humillante derrota para el ex Vicepresidente que afirmó continuar el legado de Barack Obama. Queda por ver si se trata o no de un bache en el camino inevitable de Biden para reclamar la nominación o si se trata de un verdadero colapso del principal candidato del establishment.
Buttigieg puede ser una estrella en ascenso para el establishment del Partido Demócrata, homogeneizando el sector "cualquiera menos Sanders" del partido. Al mismo tiempo, puede salir de Iowa con una reputación empañada como #MayorCheat [#Mayor Cheat significa “el alcalde es un tramposo” y fue el hashtag que se volvió trending topic en redes sociales el día de ayer, NdelT] que declaró la victoria antes de que se hiciera público cualquier voto. No está claro todavía si su victoria en Iowa es representativa de un cambio de orientación en el partido que se aleja de Biden y se dirige hacia Buttigieg. Tampoco es claro aún si su desempeño en Iowa fue sólo el producto de cómo funciona el sistema electoral local, la composición demográfica de Iowa o el hecho de que sea un nativo del Medio Oeste.
Joe Biden se dirige a New Hampshire golpeado pero no muerto. La carrera para ser la opción del establishment demócrata está lejos de terminar y, mientras esa carrera continúe, Sanders está en una posición privilegiada para capitalizar las divisiones dentro del ala derecha del partido.
Al mismo tiempo, la campaña de Sanders cuenta no sólo con ganar a los votantes tradicionales del Partido Demócrata, sino también con una oleada de nuevos y jóvenes votantes. Esto no se materializó en Iowa en la medida que Sanders esperaba. La participación se mantuvo relativamente estable con los números de 2016 y se vio un descenso en los votantes primerizos. Esto supone una gran decepción para el Partido Demócrata en su conjunto, ya que esperaban que una "resistencia" a Trump dinamizará su base y atrajera nuevos votantes. Si Iowa es un indicio, esto no está sucediendo, lo cual es un gran obstáculo para la estrategia de la campaña "Cualquiera menos Trump" que el Partido Demócrata ha estado implementando hasta ahora. También es una preocupación para la campaña de Sanders a largo plazo que se basa en energizar sectores que no son los típicos votantes. El inusual sistema de votación de Iowa - el sistema de caucus que consume más tiempo - y la demografía - es desproporcionadamente blanca en comparación con el resto del país - significa que estos resultados no deben ser tomados como necesariamente indicativos de una tendencia general.
Sin embargo, si estos números se mantienen en New Hampshire y luego en el resto de las contiendas, esto representa un peligro tanto para Sanders como para los demócratas.
Crisis del régimen
Las primarias de Iowa han creado un gran cuestionamiento por izquierda sobre las instituciones del régimen americano. Esto en el marco de una crisis de las instituciones de más largo aliento que viene desde el 2016.
Desde la derecha, Donald Trump anima a su base de America-First a cuestionar la legitimidad del FBI y la Corte Suprema, así como de procedimientos "sagrados" como el juicio político. La desvergüenza de Trump y especialmente sus embarazosos tweets ponen en duda el “honor” de la Presidencia, pero los demócratas se han posicionado como tratando de mantenerla, pasando los últimos tres años hablando de la intromisión rusa en las elecciones y más recientemente, de "Ucrania interfiriendo en la democracia americana". Los demócratas dicen ser los defensores de la “democracia” y se están ubicando como los garantes de la constitución y de las instituciones americanas.
Pero Iowa, y todo el proceso de las primarias, va en contra de eso. Los demócratas no están interesados en la democracia. Ciertamente no están interesados en representar con precisión la voluntad de sus votantes. Para empezar, todo el proceso de primarias y caucus es antidemocrático: un sistema en el que uno podría ganar el conteo del voto popular y no el Caucus o las primarias. Este sistema electoral debe ser abolido: no más colegio electoral o superdelegados. Una persona, un voto. Todas las primarias deben ser en el mismo día y no se debe dar preferencia a dos de los estados más blancos del país [en referencia a Iowa y New Hampshire que celebra las primarias el 11 de febrero, NdelT]. Además, la gente debería tener el día libre para votar, todos los mayores de 14 años deberían poder votar, además de la gente encarcelada y los inmigrantes indocumentados.
Pero más allá de los aspectos antidemocráticos de las asambleas electorales de Iowa, todo el proceso está ahora en duda: ¿Por qué Buttigieg donó dinero a la aplicación de Shadow Inc. que suena poco clara? ¿Por qué se utilizó? ¿Por qué no funcionó? Y por qué, más de 24 horas después todavía no sabemos los resultados completos de los caucus de Iowa? Cabe señalar que inconsistencias similares en países como Bolivia han sido la causa de que la Organización de Estados Americanos declarara "irregulares" las elecciones y pidiera otras nuevas, y de que los Estados Unidos calificará las elecciones de fraudulentas (cuando sirve a los intereses de los Estados Unidos, por supuesto). También vale la pena señalar que en 2016, el DNC intentó activamente inclinar la balanza a favor de Clinton, haciendo campaña sucia contra Sanders.
No sabemos qué está pasando en Iowa. Tal vez sea sólo incompetencia en unas primarias muy disputadas. Y tal vez dentro de unos días, Sanders salga victorioso. Pero el daño ya está hecho: Sanders, parece haber ganado el voto popular pero no consiguió su "momento Iowa" en el momento en que toda la nación está en vilo. Los reformistas como Bashkar Sunkara dicen que lo acontecido en Iowa no es gran cosa, que los partidarios de Sanders deben mantener el rumbo sin detenerse a cuestionar profundamente la falsa democracia americana o la estrategia de trabajar dentro de un partido que representa los intereses del capital.
Pero el ejemplo de Iowa no podría ser más claro: las reglas del proceso son profundamente antidemocráticas y están amañadas contra la clase obrera, las clases medias y los sectores populares. Por eso la izquierda necesita dejar de tener ilusiones en trabajar dentro del Partido Demócrata. Por eso la clase obrera no debe estar en el mismo partido que Michael Bloomberg, que está comprando su camino a la elección con sus billones de dólares. Es por eso que no debemos verter horas de energía y recursos en su partido, o sus candidatos. Necesitamos un partido socialista, de la clase obrera, independiente de los capitalistas: uno que sepa que el cambio real y duradero que necesitamos se logrará mediante la lucha de clases y la política revolucionaria en las calles, los centros de trabajo y el parlamento, uno que luche incansablemente por la clase obrera y los oprimidos, y uno que rechace el imperialismo estadounidense y bregue por la solidaridad internacional con toda la clase obrera del mundo. Los demócratas nunca serán ese partido y no podemos perder nuestro tiempo o recursos tratando de reformarlos.
Tatiana Cozzarelli
Docente, actualmente estudia Educación Urbana en la CUNY.