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Red Internacional
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Libertades Democráticas. Juicio Escuelita IV: genocidas envalentonados con nuevos aires "de época"

Esta semana terminaron las audiencias antes del receso de la feria judicial. Nuevamente el genocida integrante del Destacamento de Inteligencia Jorge Héctor Di Pasquale atacó a la querella del CeProDH.

Domingo 26 de junio de 2016 19:51

Durante los días 22, 23 y 24 de junio se llevaron adelante las últimas audiencias del juicio "La Escuelita IV" en Neuquén, antes del receso de la feria judicial invernal y previo al inicio de los alegatos el próximo 25 de julio.

En esta oportunidad nuevamente varios de los represores imputados declararon. Lo hicieron los ex policías federales Jorge Alberto Soza, Gustavo Sommer, ex policía de la Policía de Neuquén Emilio Rozar, el oficial de Inteligencia Jorge Di Pasquale y el Teniente Primero Gustavo Vitón.

Con distintos argumentos evasivos, negando que lo que se llevó adelante fue un plan genocida por un lado; o bien, reconociéndolo pero responsabilizando sólo al Ejército Argentino, negando participación de las policías y en su caso ante lo ya indiscutible, negando su responsabilidad personal.

Gustavo Vitón, integrante de los "Treinta y Tres orientales", relató una vez más, como ya lo hiciera en juicios anteriores, cómo el mismo sería perseguido por el Ejército. Pero sin dudas, la nota de color la dió una vez más el genocida Jorge Di Pasquale hacia las querellas y especialmente hacia la del CeProDH. y sus integrantes.

Quien fuera Capitán del Destacamento de Inteligencia 182 en Neuquén, durante la dictadura militar y con varias condenas en su haber, repitió sus intentos defensivos tal como lo hiciera en otras oportunidades, y fue el portavoz una vez más de la Teoría de la Guerra en toda su magnitud y extensión, reivindicando la lucha contra la subversión, no solo durante la década del 70’, sino manifestando que la misma "continúa hasta la actualidad", haciendo alusión a que si esto no fuera así el "testigo José Montes no hubiera estado declarando en el juicio" y aún llegando a la amenaza contra quienes somos abogadas querellantes, diciendo que tampoco estaríamos allí.

A lo largo de su declaración durante seis horas, hizo una defensa acérrima de la fuerza, defendiendo el plan antisubversivo, que luchaba contra la "actuación clandestina" de las fuerzas de la izquierda en aquélla época. Habló de posibles excesos. Pero incluso en esta oportunidad como ya lo hiciera frente al testigo de concepto y dirigente del PTS José Montes, se lo escuchó repitiendo las palabras de sectores de la derecha argentina, y que tanto hemos escuchado durante estos meses de gobierno macrista " dejen de repetir el invento de los 30.000".
Recordemos que durante el mes de Mayo por el ataque al dirigente nacional del PTS y testigo de concepto de nuestra querella, José Montes, la Legislatura de la Provincia de Neuquén, a instancias de un proyecto presentado por el Diputado del PTS-FIT Raúl Godoy, votó por unanimidad de ese cuerpo legislativo la Declaración Nº 1817 que establece " Repudiar los dichos de Jorge Di Pasquale" y " Brindar apoyo a los sobrevivientes de la dictadura militar y organismos querellantes en juicio Escuelita IV, APDH y CeProDH" lo que fue comunicado también, al Tribunal Oral Federal de Neuquén.
Durante toda su declaración el imputado Di Pasquale mostró su evidente molestia con este repudio político provincial y dedicó varios momentos para con José Montes- también obrero del Astillero Rio Santiago- diciendo que se sintió agredido con sus palabras, y manifestó que nuestro compañero hizo el testigo “hizo el mismo espectáculo" en el juicio de La Plata, ofreciendo acompañar el video. Dejó evidenciado aquello que siempre decimos, esto es, que los genocidas aún en prisión continúan realizando “ inteligencia” sobre militantes y organizaciones.
No contento con ello, todas las acusaciones debimos solicitar la interrupción de su declaración en varias oportunidades, frente a sus constantes agresiones e insultos hacia las víctimas, familiares y organismos de derechos humanos, mostrándose airoso e impune para su arremetida reaccionaria. Incluso desafiando a los jueces del tribunal, Alejandro Silva, Guido Otranto y Marcos Aguerrido, a quienes no les tembló el pulso para amenazar en desalojar la sala en numerosas oportunidades, pero sí para apercibir a este siniestro personaje, que reiteradamente ante los llamados de atención manifestó que iba a "tener en cuenta las recomendaciones."

Y hacia las abogadas querellantes por el CeProDH nos dedicó un momento interesante al decir "Conozco a estas señoras, viven de los Derechos Humanos, no las respeto". Lo que intenta ser una ofensa esconde, que sin dudas el organismo que representamos, querellante en distintos juicios de lesa humanidad en la ciudad de La Plata y durante 9 años en los juicios " Escuelita" de la región Neuquén y Alto Valle, resulta una enorme molestia para quienes han gozado decenas de años de impunidad.

Sin dudas esta será una constante ante los nuevos aires "de época", donde los re- editados relatos de la Guerra y de los Dos Demonios vuelven a resonar con fuerza en los tribunales de todo el país. Todas estas actitudes avaladas por jueces que dictan fallos reconociendo "excesos de las Fuerzas Armadas" o que se sienten ofendidos cuando el público recuerda a las víctimas que aún permanecen desaparecidas. Consecuencias de un doble discurso kirchnerista que dio impunidad a miles en todo el país, y que hoy se refuerza bajo la arremetida contra las libertades democráticas bajo el macrismo.

No amedrentan a todos aquéllos que hemos logrado la realización de estos juicios, y que hemos permanecido en ellos acusando, sabiendo que la década del 70’ en Argentina alberga profundas lecciones para la clase trabajadora. Tampoco se puede pensar que a 40 años de estos hechos rompan el pacto de silencio. Seguiremos acusando a estos imputados por lo que son, genocidas.