Hacia la Conferencia Nacional del PTS redactamos este artículo sobre las tendencias centrales que se están desarrollando en las luchas de la juventud precarizada. Fundamentamos la apuesta para poner en pie una poderosa organización de vanguardia como la Red, en la perspectiva de lograr una coordinación nacional para conquistar un movimiento de masas que unifique a todxs lxs que viven condiciones de precarización laboral, apuntando a la unidad de las filas obreras de conjunto.
Viernes 4 de diciembre de 2020 21:24
A lo largo del 2020 vimos los primeros pasos de organización y peleas de la juventud trabajadora precarizada e informal, como respuesta a los ataques más fuertes en una crisis agudizada con la cuarentena. El punto más álgido fue la enorme lucha por tierra y vivienda de las familias, las mujeres y lxs jóvenes de Guernica, que se organizaron democráticamente y resistieron el desalojo de Berni y Kicillof. Hoy siguen de pie, organizados en Asamblea, peleando por el derecho a la vivienda y este jueves realizaron un gran corte en el Puente Pueyrredón.
Esta pelea, junto con la resistencia de les jóvenes de la “Primera Línea”, marcó un punto de inflexión en lo que hace al enfrentamiento al plan de ajuste del gobierno, desafiando los límites de la propiedad privada y resistiendo la represión policial. En el marco de una crisis económica de carácter histórico, de disputas entre el gobierno, la oposición y distintos sectores empresariales, y de cambios cada vez más acelerados, las luchas de lxs precarizadxs comienzan a multiplicarse. Pese a los “palos de Berni”, las tomas continúan desarrollándose y se multiplican en diferentes provincias: la toma de Ledesma en Jujuy, Magaldi y La Cariñosa en Rosario (Santa Fe), la de Centenario en Neuquén, El Hotelito en Capital Federal, las de Rafael Castillo, El Garrote y Los Ceibos en el Gran Buenos Aires, la de Los Hornos en La Plata, así como también en Mendoza o Altos Belgrano, Tucumán.
A las recuperaciones de tierra se le suman numerosas peleas en las provincias por trabajo, por vivienda, por salario, contra la precarización de la vida. Como la lucha de las trabajadoras despedidas de limpieza de Córdoba, que vienen de realizar un bloqueo a la empresa Ecogas peleando por su reincorporación . Es una pelea que se potencia con la solidaridad de las organizaciones de los feriantes de la ciudad, que solidariamente actúan acompañando estas luchas y se coordinan para que no se quiebren por hambre . La pelea contra el lock out patronal en Hey Latam en Rosario, con la puesta en pie de una Coordinadora intercall center junto a laburantes de Easy Call y Konecta para enfrentar los ataques ante el abandono del sindicato . Buscan juntar fuerzas para imponer un paro regional y por eso marcharon hasta la puerta delSindicato de Comercio recientemente, exigiendo a sus dirigentes que se pongan al frente de esa medida. La pelea de los trabajadores de comercio en Tucumán, que de manera autoconvocada vienen realizando movilizaciones masivas por el horario corrido, exigiendo “tiempo para vivir’’. Podemos continuar enumerando: los trabajadores de la zafra también en Tucumán, los de los ingenios en Jujuy, los feriantes de Villa Celina, los call centers de Capital Federal. Esto sólo por nombrar algunas de una gran cantidad de luchas que recorrieron todo el año, como fue la organización de los trabajadores de las aplicaciones y la puesta en pie de la Asamblea Nacional de Trabajadores de Reparto, así como las que vimos en el inicio de la cuarentena entre los trabajadores gastronómicos, de aplicaciones o fast food. Todos sectores que a lo largo del año se levantaron contra los recortes salariales, los despidos y las suspensiones.
Como queda claro, en muchas provincias y en distintos gremios y lugares de trabajo, la juventud tomó la delantera en la lucha contra el ajuste. Estas primeras batallas que protagonizaron algunos miles de pibxs en todo el país, aún incipientes, no están separadas del protagonismo que tienen los y las jóvenes en las revueltas de Chile, Ecuador, Perú, Estados Unidos: es la juventud despojada de todo que, sin miedo, llegó para quedarse. Ese es un resultado del capitalismo que obtuvo sus ganancias acrecentando la precarización de millones, prohibiéndoles el derecho a estudiar y a tener un servicio de salud, y que relega cada vez más a la mayoría de la juventud a trabajos basura, desempleo y pobreza. Se liquida, además, la posibilidad de acceder a una vivienda digna, dejándolos a su propia suerte, sin cualquier perspectiva de futuro y sin que existan organizaciones políticas o sindicales en que se sientan representados.
En Argentina, según el INDEC, más del 15% de la clase trabajadora empleada y el 50% de los desocupados y desocupadas son jóvenes precarizados e informales, que durante años fueron maltratados por las patronales e ignoradxs por los dirigentes sindicales vendidos, estando ausentes en todo discurso del gobierno. Fueron tratados como material de descarte, cuando los despiden, cuando les quitaron el miserable IFE de 10 mil cada 2 meses, o cuando desalojaron con represión a los y las que tomaron un pedazo de tierra por no tener donde vivir. Hoy, una parte de esa enorme fuerza empieza a surgir en las luchas por trabajo, por vivienda, contra los recortes salariales y los despidos.
Hacia la Conferencia Nacional del PTS, y en el próximo periodo, tenemos planteado un desafío estratégico. Discutir y resolver las vías para convertir esa fuerza potencial de millones de jóvenes, que en el capitalismo sólo pueden elegir entre un mal trabajo, ser despedidos, vivir de un mísero plan social o morir de hambre, en un motor organizado de miles, cada vez más extendido, con el objetivo de multiplicarse y unirse a la clase trabajadora y los sectores populares en esta nueva crisis que atraviesa la Argentina.
El plan de las patronales, el gobierno y el FMI, chocará cada vez más abiertamente con el de la clase trabajadora y el pueblo. Hoy vemos que una nueva generación está decidida a resistir los ataques con nuevos métodos de lucha y organización. Esto tenderá a desarrollarse en la medida que avance la crisis, por lo que veremos luchas más duras.
Desde que pusimos en pie la RED lo hicimos en la perspectiva de intervenir en los principales procesos de la lucha de clases, con el objetivo de fusionarnos con los sectores más radicalizados y combativos que dé la situación. Por eso compartimos la primera línea con lxs pibes Guernica en su pelea por tierra y vivienda. Por eso hoy estamos desarrollando la Coordinación frente a la lucha contra los cierres patronales como en Hey Latam e imponiendo con la unidad de los trabajadores medidas de fuerza al sindicato. En las tomas de todo el país, peleamos por la organización democrática y contra los desalojos. En Córdoba, impulsando una pelea por trabajo genuino junto a feriantes e interviniendo en las asambleas de base y procesos de autoconvocados de Apps, Call y limpieza. Pero estamos convencidos de que el desafío es extender y llevar a cada rincón del país las conclusiones más avanzadas de estas primeras batallas para desarrollar la Red haciendo una experiencia en común con miles de jóvenes.
En ese sentido, en el artículo desarrollamos las tendencias que se expresan entre lxs precarizadxs en su lucha por trabajo, vivienda o salario, que están dando un salto en los últimos meses, desde que emergió Guernica como un hecho ineludible de la realidad política nacional. Estas tendencias de la realidad confluyen con la Red, que potencia los aspectos de unidad, de organización democrática y de combatividad contra las patronales, los gobiernos y las burocracias. A su vez, plantearemos las vías sobre las cuáles continuar desarrollando esta organización, potenciándola y peleando por la unidad de todxs lxs precarizadxs en lucha, que en sus primeros pasos demuestran que coordinandose se puede no solo fortalecer cada lucha sino también torcer el brazo a las patronales, cosa imposible de plantearse estando divididos. Impulsando nacionalmente esa coordinación, esa fuerza, peleamos por la emergencia de un movimiento de masas que nuclee a todxs lxs precarizadxs, y que dispute en los sindicatos existentes para que actúen como instrumentos de lucha.
1- La Red como organización que busca superar la división que imponen las burocracias sindicales y de los movimientos sociales, uniendo la fuerza de todxs lxs explotadxs y oprimidxs.
Una organización de masas como la que planteamos en el punto anterior sería enormemente poderosa no sólo para pelear por lxs derechos de todxs lxs precarizadxs, sino también para oponer un frente de lucha a los planes de hambre del gobierno, las patronales y el FMI. La Red, como impulsora de esa gran institución, peleará por ponerla al servicio de la lucha contra las burocracias sindicales que traicionan y dividen a la clase trabajadora, buscando la más amplia unidad junto a los trabajadores en blanco, sindicalizados, lxs estudiantes, el movimiento de mujeres, lxs ambientalistas y otros sectores. Las divisiones que refuerzan las burocracias sindicales existen para debilitar la potencia de la clase trabajadora y lograr que pasen los ataques. Las burocracias sindicales, y las de los movimientos sociales, cumplen así su rol de agentes de los intereses de los ricos y empresarios entre los trabajadores y trabajadoras.
Una institución de los precarizadxs, dispuesta a mostrar con el cuerpo que no acepta esas divisiones, podrá sentar las bases de la unidad necesaria con las fábricas, con las empresas de servicios y de transporte, con los hospitales y con los docentes. Esos sectores estratégicos tienen la fuerza de parar realmente el país y poner a los empresarios de rodillas. Las jornadas del 2019 en Chile nos dejan importantes lecciones para pensar en este sentido: semanas de enfrentamiento en las calles, masivas movilizaciones con protagonismo de la juventud, un paro general de los puertos y las minas. El pueblo trabajador hizo de todo. Pero al no pelear unificadamente, por la complicidad de las organizaciones que apostaron a dividir y frenar la entrada de la clase trabajadora, no se pudo conquistar una huelga general que pudieran derrotar a Piñera y atacar los intereses y las ganancias capitalistas, mostrando la unidad de lxs jóvenes combatientes con lxs trabajadores de las posiciones estratégicas de la economía. Esto le dio el tiempo al gobierno derechista de Piñera para retomar la iniciativa y acordar con las corrientes opositoras del Parlamento una Asamblea Constituyente amañada, como vía de buscar un desvío y que no cambie nada estructuralmente. Una enorme lección de que esta unidad no puede ser conquistada en el momento de la lucha misma, sino desde hoy.
2- La Red de precarizadxs, informales y desocupadxs: una organización de lucha contra los ataques del gobierno y las patronales en pelea con las burocracias sindicales y de los movimientos sociales
Como se demostró en la Asamblea de la Red con más de 700 jóvenes que viajaron 40 km desde Capital Federal hasta Guernica (y más kilómetros aún desde la Zona Norte del Conurbano), debatiendo junto a otros 300 reunidos en las provincias, la pelea por tierra y vivienda en Guernica concentró una bandera central para lo que viene. Esa bandera fue recogida por la Red de trabajadorxs precarizadxs, informales y desocupadxs, mostrando la emergencia de la juventud más empobrecida y despojada de todos sus derechos que se pone de pie y lucha por sus derechos.
En Guernica y en muchas tomas las tendencias son más radicalizadas. Porque mientras los ricos no rinden cuentas de sus countries, canchas de golf y clubes privados, para las mayorías un pedazo de tierra donde vivir cuesta represión y desalojo. Por eso el ejemplo de Guernica tomó repercusión nacional: porque miles aparecían desafiando los límites de la propiedad privada, estando en la primera línea contra la represión policial. Esta lucha dejó planteado que para triunfar es más que nunca necesaria la unidad con todos los sectores en blanco, los sindicatos recuperados, los delegados combativos y la pelea de lxs precarizadxs. Esa es la perspectiva por la que peleamos desde la Red y el MAC y que lamentablemente corrientes con las que compartimos en FITU, como el Polo Obrero e Izquierda Socialista, rechazaron. Esta unidad era vital para exigir con más fuerza a las burocracias sindicales y piqueteras que sostienen al gobierno que apoyen a los vecinos, o bien que se profundice la experiencia que sectores de esas organizaciones vienen haciendo con las clasistas y combativas en esta crisis.
Además surgió la tendencia a organizarse democráticamente (autoorganización), chocando contra los métodos de los movimientos sociales como el FOL y el MTR, que intentaron impedir que los vecinos decidan efectivamente y que las asambleas no sean una “puesta en escena”. Es decir, que los que ponen el cuerpo por un pedazo de tierra sean parte de las mesas de negociación y, por ende, que sean protagonistas de esta lucha. Frente a eso surgen nuevos dirigentes que pelean por asambleas, por la elección democrática de delegadxs y que exigen se escuche su voz. En cada una de estas peleas contra los métodos burocráticos en los movimientos sociales, la Red actuó aportando a que estas tendencias se desarrollen.
A su vez, la lucha de Guernica también mostró la necesidad de desarrollar una “infantería ligera”, una fuerza de la juventud precarizada que, con colaboración solidaria de la Red, aproveche la flexibilidad y la disponibilidad para la intervención de manera permanente en cada conflicto. Esto se mostró indispensable para otra gran tarea: la necesidad de organizarse y prepararse para defenderse de los ataques represivos que el gobierno se dispone a asestar.
¿Qué pasaría si se lograse una coordinación democrática para luchar por los reclamos entre los movimientos de los precarizadxs y los desocupadxs? Esto abriría no solo la posibilidad de que estos conflictos triunfen, sino que se convertiría en un polo de atracción de todxs aquellxs que se ven débiles para luchar. La Red pelea por conquistar esta unidad con quienes están convencidos de combatir las maniobras de las burocracias y el gobierno.
Esta base de organización es muy importante. Como se demostró en las conclusiones de la Asamblea en Guernica, cientos de jóvenes expresan una subjetividad nueva: una ruptura con el gobierno de Alberto Fernández (incluso muchos habiéndolo votado hace solo unos meses) que se profundiza. Un grito que dice “ellos o nosotros”, frente a esos empresarios explotadores y “chupasangre”. Un grito que nace de las tripas y los dispone a luchar.
Son jóvenes que exigen su derecho a decidir y que rechazan que lo hagan por ellos como hacen las burocracias sindicales o de las organizaciones piqueteras. Estos cambios en la consciencia nos plantean la puesta en pie de una organización a otro nivel. Proponemos impulsar grupos de estudio donde nos podamos apropiar de las lecciones de otras luchas muy importantes como Zanon, recuperando la experiencia de una empresa que frente al cierre y los despidos masivos se puso de pie y batalló por poner a producir la fábrica bajo control obrero, proceso que llega hasta hoy como un gran ejemplo de cómo los trabajadores podemos actuar frente a la crisis.También profundizar la comprensión sobre el “secreto” de la ganancia en el capitalismo, con el curso “Para entender la explotación capitalista”. Conocer el legado de Marx con la serie de “Marx Ha Vuelto”, para entender el carácter del Estado capitalista, fundamentando que la lucha por una nueva sociedad sin opresión y explotación, una sociedad libre y emancipada, será obra de los trabajadores mismos.
¿Cómo volvemos la Red una organización militante de miles de jóvenes?
En primer lugar, multiplicando la organización y la fusión con cada lucha que surja. Ante cada lucha no hay que empezar de cero, contamos con las lecciones de cada experiencia.
Pero a su vez la Red puede extenderse muchísimo en este tiempo en base a distintas iniciativas: por ejemplo, la intervención en los conflictos que se multiplican progresivamente con el fin del aislamiento obligatorio y los crecientes ataques a la clase trabajadora. Para que estos conflictos triunfen comenzamos a organizar grupos de la Red en los barrios, apostando a la relación con las ferias por ejemplo, que crecen producto de la desocupación. Nuestra perspectiva es ser cada vez más los y las que estemos organizadxs frente a cada conflicto. Por esto impulsamos torneos de fútbol para recaudar plata para las tomas como la de Guernica o realizamos festivales solidarios en apoyo a las tomas. Estas actividades son muy importantes para rodear de solidaridad e ir adquiriendo la fuerza para ser miles apoyando las próximas luchas.
En especial nos preparamos hacia el verano, en los clubes y quintas, donde haremos actividades sociales y culturales, organizando a todxs esxs jóvenes que apoyan o ven bien a la izquierda o que comienzan a sentirse identificadxs con las peleas de la Red. Por ello mismo proponemos juntar fuerzas en los barrios de cada ciudad donde la Red todavía no llega, profundizar las conclusiones en base a las luchas y profundizar la discusión de las ideas plasmadas en el Manifiesto que continuamos construyendo y debatiendo desde abajo. Los lugares de esparcimiento y actividades sociales permiten a la “juventud sin derechos” compartir experiencias, conspirar y organizarse.
3- Las voces y experiencias de lucha como “organizadores colectivos”, uniendo la juventud precarizada, La Izquierda Diario y el Frente de Izquierda
Estos cambios nos exigen también pensar una transformación de las herramientas con las que contamos para impactar a decenas de miles de jóvenes precarizados en todo el país, transmitir las conclusiones de las experiencias de lucha en cada lugar, difundir cada conflicto, las ideas, los debates y nuestra organización.
Para este desafío necesitamos montones de iniciativas que ayuden a llevar las ideas de la Red a todos lados. Sea mediante whatsapp, videos, lives, podcasts. Como propuesta pensamos un "informativo" de la Red que muestre las batallas que damos y las conclusiones centrales de cada una de ellas. Una herramienta hecha en común junto a compañeros independientes que se destacan en las luchas de cada provincia y donde, dialogando, arribemos juntos a las lecciones políticas de esas experiencias y busquemos la mejor forma de transmitirlas a la juventud que no la protagonizó pero vive condiciones parecidas.
Un “informativo” de la juventud precarizada que se apropia de La Izquierda Diario y sus millones de lectores para llegar muchos más lejos; que se apoya en la fuerza de Nicolás del Caño, Myriam Bregman y sus centenares de miles de simpatizantes y votantes para fortalecer sus luchas. Un “noticiero” que llegue a la juventud más precarizada que no tiene datos en sus celulares, con mensajes de WhatsApp que puedan viralizar entre sus amigos.
Si el diario supo en esta primera etapa ingresar en muchas estructuras de trabajo juveniles en base a ser el único que muestra lo que pasa por abajo, imaginemos: ¿cuántos podrían sumarse si convertimos a La Izquierda Diario en una herramienta en manos de los jóvenes de la “Primera Línea” de Guernica, de lxs activistas de call centers, de las organizadoras de las tomas en muchos lugares del país? Se volvería una herramienta poderosa para amplificar el impacto de estas experiencias.
Ligado a esto queremos multiplicar el desarrollo de la Red, la participación en los conflictos y la relación con nuestros referentes, diputadas y diputados. La intervención de Nicolás Del Caño en la Asamblea de Guernica, que planteó la necesidad de expropiar a los expropiadores peleando por otro sistema social que ponga lo mejor de la tecnología al servicio de las mayorías, su salud, su trabajo y su tiempo libre, tuvo un gran impacto. Demostró una enorme llegada sobre lxs sectores precarizadxs por su experiencia de vida como precarizadx, y su rol como diputado al servicio de los trabajadores y las causas populares, marca la potencialidad de estas ideas. Al igual que en Córdoba, donde la lucha de las trabajadoras de limpieza encontró otro punto de apoyo en la banca de nuestra compañera concejala Laura Vilches, que se puso a disposición para aportar y visibilizar la lucha.
4- Peleamos por un movimiento masivo de lxs precarizadxs, informales y desocupadxs en todo el país, organizado democráticamente
Los ataques sobre los trabajadores y la juventud tenderán a profundizar con una crisis cuyo próximo capítulo será la posibilidad de miles de despidos con el fin de las ATP, el aumento de los alquileres y un presupuesto de ajuste a la medida del FMI, que ni siquiera contempla el IFE. Las primeras tendencias de lucha que observamos hoy son muy importantes. Ya demuestran el surgimiento de una vanguardia que no está dispuesta a resignarse entre los males que le ofrece el sistema. La Red pelea por una coordinación de los precarixs a nivel nacional, para contar con la fuerza suficiente para poner en pie un movimiento de lucha que nuclee y unifique a los miles que hoy están sufriendo la crisis, la precariedad del trabajo, de la vida, la desocupación. Tenemos el desafío de pelear por un movimiento único en el que todxs puedan opinar y decidir, que agrupe al conjunto de lxs jóvenes precarixs, informales y desocupados con todas sus demandas, de manera plenamente democrática. Contra todo tipo de forma clientelar como las que sostienen las actuales organizaciones piqueteras. Un movimiento de masas que no tenga ninguna restricción en cuanto a la adhesión de sus integrantes a distintas corrientes políticas e ideológicas, sino que tenga como único punto común la disposición de luchar por las demandas de la juventud precarizada.
Apostamos a que el desarrollo de las luchas y las tendencias a la autoorganización sean una palanca para el llamado y la unidad a las corrientes, o sectores de las mismas, para la lucha por la vivienda, el trabajo y las demandas que surjan entre quienes somos atacados por patronales y gobiernos en esta crisis histórica.
Es en este marco que llamamos a todas las organizaciones que se ponen al lado de la juventud precarizada - PO, MST, IS, PO-Tendencia, NMAS y organizaciones que se consideran de la “izquierda popular”, críticas de los ataques del gobierno y la patronal - a luchar por esta perspectiva en común con La Red, como ya venimos haciendo.
Los sindicatos y los movimientos sociales que apoyan al gobierno son espacios enemigos de estas tendencias, luchas y formas más progresivas de organización que comienzan a emerger, como demostraron en Guernica. Sólo a través de la unidad entre los protagonistas de esas luchas y las corrientes combativas y de izquierda, podremos conquistar la fuerza para abrir la perspectiva de recuperar estas organizaciones de masas al servicio de la lucha, sacando a los burócratas de los grandes sindicatos de sus cómodos sillones. Estos quieren separar en aparatos pasivos aquello que las demandas frente a la crisis y la lucha comienzan a unificar tendencialmente.
Sacar las lecciones de Guernica y de las luchas que recorren nuestro país y América Latina, donde la pelea de la juventud precaria se transforma en revueltas de masas, son muy importantes porque expresan que somos una organización que se prepara para poner todo por esta unidad. Batallando codo a codo por la tierra, la vivienda y por la autoorganización democrática, y estando dispuesta a tomar las demandas que emerjan de las masas para unirse con todxs lxs trabajadores, las mujeres, y el movimiento estudiantil, apostando a dar vuelta este orden de miseria y explotación. No queremos migajas, queremos vencer.