Vecinas y vecinos de la Ciudad Vieja ocuparon durante algunas horas la ex terminal Aduana, entre asamblea, encuentros y expresión artística para grandes y chicos, dieron otra pelea más contra la especulación inmobiliaria en el barrio. El derecho a la ciudad vs. el negocio del capital.
Sábado 25 de julio de 2020
El domingo 19 de julio la ex terminal de la Aduana fue protagonista de una jornada de lucha, pero también de encuentro y de espacio de expresión artística. La Comisión Derecho a la Ciudad y el colectivo de la Plaza 1 , con apoyo de la Federación de Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua (FUCVAM), realizaron una ocupación simbólica en el sitio durante varias horas. Compas de la Comisión Derecho a la Ciudad nos comentaron que en ese predio “estamos pidiendo no solo para frenar el proyecto con la multinacional Tsakos para este predio que es público, sino también pedirlo para cooperativas del barrio, para que se labure con gente que lo habita”. El propósito de esta jornada fue ni más ni menos que “hacer ruido, hacernos escuchar y compartir”.
La jornada contó con el apoyo de varios artistas de la zona, las Cooperativas de Vivienda de la Ciudad Vieja, y numerosas vecinas y vecinos que quieren construir otra manera de habitar el barrio, en la que ellos puedan decidir qué barrio quieren, en la que puedan estar todos sus habitantes y no tengan que ser expulsados porque no pueden pagar la pensión o el alquiler, o ser forzosamente desalojados en un barrio donde hay numerosos edificios vacíos.
Plantean “el derecho a la ciudad” que el filósofo marxista Henri Lefebvre llamó a una de sus grandes obras, simplemente representa que los vecinos pueden decidir qué barrio quieren, cómo construirlo, y ser activos protagonistas de la ciudad. En ello está la experiencia de la Plaza de Deportes Número 1 en la que una comisión de vecinos se encarga de gestionarla en conjunto con la Intendencia de Montevideo, también las propuestas de construcción de Cooperativas de Vivienda en la Terminal de la Aduana, la construcción de un espacio deportivo en el legendario edificio del Club Neptuno, que el centro de detención y torturas Carlos Nery no sea destinado a unas megatorres, resistir a la vuelta de que Lopez Mena se apodere del Dique Mauá y buscar una pronta solución para los vecinos vivan en viviendas dignas en el barrio.
Esto también es una lucha fuerte contra el capital, el negocio del ladrillo, y contra una Intendencia de Montevideo y Gobierno Nacional que en la mayoría de las veces toman postura defendiendo el negocio inmobiliario y no las propuestas de vecinos, llegando expulsar a quienes consideran indeseables y un estorbo a este “desarrollo inmobiliario”.
En voz de la Comisión Derecho a la Ciudad fueron tajantes en una forma de construcción del barrio y de la ciudad: “La actividad se enmarca que como Comisión de Vecinos de Derecho a la Ciudad de la Ciudad Vieja, por lo que estamos peleando es de que la comunidad sea constructor de nuestro barrio y de nuestra ciudad, y que no sean las lógicas del mercado las que terminan determinando en que se estructura una ciudad: en qué zonas se puede vivir un trabajador, en qué zona pueden vivir y viven los ricos. Porque la ciudad de Montevideo, como todas las ciudades del mundo, cuando se regula bajo las lógicas de mercado lo que hacen es designar los lugares dónde están los servicios, dónde están las mejores vistas para los de mayor poder adquisitivo, y a los pobres se los expulsa a los límites de la ciudad, dónde no hay servicios, y dónde no tenés acceso a una ciudad y al lugar en dónde naciste”.
En la Terminal de la Aduana esta lucha se hace material en la propuesta de que un predio municipal que se encuentra abandonado, sea cedido a FUCVAM para que pueda construirse cooperativas de vivienda integradas por vecinos que quieren quedarse en el barrio, y no una torre destinada a sujetos y empresas con alto poder adquisitivo. Es por ello que el domingo se realizó esta acción simbólica de ocupar el predio durante unas horas, con apoyo de varias cooperativas de la zona, artistas, y numerosos vecinos que se acercaron.
Es una tenaz lucha “disputando cada metro cuadrado de tierra y de suelo” en un barrio donde el negocio inmobiliario avanza vorazmente, sea con megaemprendimientos o sutilmente mediante refacciones de edificios destinados a oficinas en la City o al turismo de alto poder adquisitivo de cruceros, bajo las promesas de mayores puestos de trabajo está detrás la expulsión del territorio: desalojos de edificios ocupados, expulsión mediante altos costos de impuestos o alquileres, y territorios cada vez más controlados. La Ciudad Vieja se pone de moda, para quien pueda pagarlo.
Como nos mencionaron las y los compañeros: “Entonces nosotros como vecinos estamos reforzando todo lo que tiene que ver con la defensa de los espacios públicos y construyendo y proponiendo un conjunto grande de políticas para poder revertir todo este proceso de mercantilización del suelo, de mercantilización de la vivienda, de mercantilización de la vida misma, y que se pueda construir una sociedad justa donde se puedan acceder efectivamente a los derechos que muchas veces lo tenemos plasmado en la constitución, pero en la realidad no se accede efectivamente”.
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El domingo pasado fue una más de las luchas en las que las y los vecinos están dando contra la gentrificación, haciéndose fuertes en dar a conocer estos procesos de gentrificación , problematizar este proceso con las y los vecinos, en proponer espacios en los que habitar el barrio de otra forma, y que en lo elemental de tener una vivienda digna y poder vivir en el barrio.
Entrevista con las y los compañeros de la Comisión Derecho a la Ciudad de Ciudad Vieja
Proclama de la jornada.
Las y los compas de la Comisión Derecho a la Ciudad de Ciudad Vieja se reúne de manera abierta todos los martes a las 20hs en la Plaza de Deportes Nº 1 de la Aduana.