La Izquierda Diario y la agrupación estudiantil En Clave Roja impulsan espacio de divulgación científica abierto a estudiantes y trabajadores de ciencia. Periodismo científico desde abajo.
Domingo 30 de octubre de 2022
Créditos: @enclaverojaexactas
La facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA representa uno de los centro de mayor jerarquía en el sistema científico a nivel nacional y regional. La realidad de estudiantes y trabajadores de ciencia, no escapa a la realidad en otras estructuras y áreas productivas en un contexto de crisis social y económica que se profundiza al ritmo del presupuesto de ajuste 2023 votado por el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. El presupuesto 2023 contempla recortes en todos los órdenes, y en particular, de más de un 10% de los fondos asignados a las universidades, apuntando así al cumplimiento de las metas acordadas con el FMI para el pago de la deuda. La comisión de divulgación de La Izquierda Diario en la FCEN se propone cubrir la necesidad social de dar cuenta de la realidad de la estructura científica en todos sus órdenes.
El encuentro impulsado por estudiantes de la agrupación En Clave Roja del PTS en el Frente de Izquierda Unidad tuvo lugar en el pabellón Cero + Infinito de Ciudad Universitaria, el pasado jueves 27 por la tarde. Miembros del staff editor de la sección Ciencia y Ambiente de la Izquierda Diario y de la colección Ciencia de la editorial del Instituto del Pensamiento Socialista (IPS) también se hicieron presentes. La reunión convocó a estudiantes de física, biología y otras carreras de la facultad de ciencias Exactas y Naturales de la UBA, quienes intercambiaron acerca de distintas problemáticas que se viven día a día en la realidad universitaria: desde la situación de precarización de las y los becarios en trabajos con sueldos miserables, las posibilidades laborales a futuro, la transferencia de recursos y tecnología desde la universidad a las empresas extractivistas, hasta recientes resultados de la investigación en distintas áreas de las ciencias naturales.
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Pensar y construir una producción científica y tecnológica por y para trabajadores requiere dar peleas a nivel político e ideológico, habilitando debates importantes: desde las condiciones de trabajo y estudio hasta las burbujas reduccionistas que restringen los problemas sociales a cuestiones genéticas, raciales, evolutivas o neuronales, naturalizando así la desigualdad social intrínsecamente ligada al sistema económico capitalista. El grueso de recursos técnicos y científicos que se producen hoy en Argentina y el mundo termina en manos de privados: multinacionales del agro, empresas hidrocarburíferas, megamineras y laboratorios que acumulan ganancias multimillonarias a costa de precarización y la explotación sin límite de los bienes naturales. Cada órgano del cuerpo científico nacional desde Conicet hasta la FCEN se estructura así en función del saqueo sistemático de parte de multinacionales como Shell o de pulpos empresariales atrás del negocio de la salud y del agropower como Hugo Sigman del grupo de Insud quienes, con una ínfima inversión intentan apropiarse del semillero de recursos ilimitados que representa la FCEN.
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La reunión organizada en torno a la puesta en pie de una comisión de divulgación en Exactas recorrió diferentes tópicos en la voz de varios estudiantes y docentes. Desde la ultra precarización de los becarios de Tecnópolis hasta las nuevas categorías que surgen en la biología para justificar el agronegocio, las valiosas intervenciones se sintetizaron en una gran convocatoria a formar parte de el colectivo de La Izquierda Diario en Exactas UBA. Como señaló una joven estudiante de física: "Nosotros no queremos estudiar para terminar laburando para Galperín o una multinacional extractivista, nosotros queremos investigar para que los avances científicos y productivos estén al servicio de los trabajadores y el pueblo."
