En su reciente visita a la ciudad de La Plata, la Ministra de Seguridad de la Nación, defendió los operativos policiales que requisan e identifican a pasajeros del transporte público, bajo la excusa de que “no son razzias, lo que se está haciendo es tener un mayor control”.
Sabrina Ramírez @sabry.ram
Jueves 29 de junio de 2017 09:50
Foto: Sabrina Ramírez
Estas declaraciones fueron en el marco de la apertura de las Jornadas sobre Investigación Criminal, que se desarrollan en la sede de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en donde la funcionaria estuvo acompañada por el Procurador General bonaerense Julio Conte Grand.
Ante la consulta de un medio periodístico local sobre la denuncia penal que presentó la Comisión Provincial por la Memoria, frente a la ilegalidad de esta práctica policial, Bullrich defendió los “controles” basándose en que hubo “muchas denuncias de violencia en los colectivos” y que “la gente lo ve muy bien”.
Sin embargo, la titular de la cartera de seguridad no tomó en cuenta que estas razzias, postales que recuerdan la Dictadura, vulneran tres derechos amparados por la Constitución Nacional Argentina: el de la intimidad, la libre circulación y la presunción de inocencia, este último pilar del Sistema Penal nacional.
Además estos procedimientos son ilegales: la bonaerense los realizó sin Orden Judicial. También son injustificados ya que no se está quebrantando ninguna ley al viajar en un transporte público de pasajeros, se trata más bien de una política del Ministerio de Seguridad en distintos Municipios.
En ese sentido la abogada del CeProDH y precandidata a diputada provincial por el PTS en el Frente de Izquierda, Luz Santos Morón, expresó: "el gobierno de María Eugenia Vidal busca imponer un estado policíaco donde se violan las libertades y garantías elementales. Cada vez son más las denuncias de razzias policiales en La Plata y en el Conurbano bonaerense, prácticas completamente ilegales que vienen de los años oscuros del terrorismo de estado y que funcionan como mecanismos de estigmatización, control social y criminalización contra los jóvenes, trabajadores y los sectores populares".
Criminalización de la pobreza
La ciudad de La Plata fue un punto clave dentro del mapa operacional de las razzias: luego de que una protesta de choferes de líneas locales y del conurbano, se hiciera presente en las puertas del Ministerio de Seguridad provincial, en donde desde el sindicato que los nuclea, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), se acordó con el Ministro Christian Ritondo, realizar estos controles para garantizar la seguridad de sus trabajadores.
Tras este acuerdo de partes, se avanzó con los operativos en Ensenada, Berisso, la bajada de la Autopista y los barrios periféricos de la ciudad de La Plata. La misma policía que reprimió a los choferes de la línea Este cuando protestaron en defensa de sus puestos de trabajo, es ahora la encargada de su "seguridad".
En estos puntos se detenían colectivos al azar, hacían bajar a los varones para requisarlos e identificarlos y pedían a los conductores la documentación correspondiente. Según testimonios recogidos, los procedimientos fueron violentos, sobre todo ante la negativa o el desconocimiento de los pasajeros, quienes sufrieron malos tratos e intimidación. Porque cuando se le otorgan concesiones a las fuerzas represivas del Estado, estas se transforman en abuso de poder y vulneración de derechos.
De los 11 operativos realizados en nuestra ciudad, la mayoría de ellos se sucedieron, no casualmente, en los barrios periféricos y populares, estigmatizando a la clase trabajadora y estudiantes, que viajan cotidianamente en pésimas condiciones, mientras las corporaciones del transporte se enriquecen a costa de subsidios millonarios.
La gestión de Garro y la campaña por la inseguridad
El jefe de gobierno platense, Julio Garro sostiene que su campaña es la gestión, y en un año electoral movido, esa “gestión” se sostiene en la buena relación y el apoyo a las políticas represivas de la Ministra Nacional Patricia Bullrich, quien colaboró con equipamiento, tecnología y personal policial a la ciudad capitalina.
Basados en esta política, las zonas elegidas para los operativos policiales “sorpresa” fueron consecuentes con los dichos de Garro, quien días atrás sostuvo que “la mayoría de los delincuentes ingresan a la ciudad desde Berazategui y Ensenada”, estigmatizando y remarcando las diferencias entre casco urbano y periferia.
Otro de los puntos elegidos, fue la intercesión de las calles 7 y 50, un viernes a la medianoche, punto de encuentro de la juventud que sale a divertirse, en una nueva avanzada del gobierno local que en el último año, atacó la movida cultural y artística de la ciudad.
Para finalizar, Luz Santos Morón sostuvo, "el gobierno de Cambiemos le otorga más poder a las fuerzas represivas para actuar contra el pueblo, cuando son ellas las organizadoras del gran delito", en el mismo sentido agregó "este gobierno que negó el genocidio, que negó los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos, que avaló el fallo de impunidad del 2x1, ahora pretende naturalizar este tipo de operativos y legitimar a las fuerzas de seguridad para que repriman impunemente mientras imponen medidas de ajuste contra los trabajadores y el pueblo".