El exjuez federal Roberto Catalán, condenado a 12 años por delitos de lesa humanidad, fue filmado fuera de su casa. La fiscal pidió que se le revoque el beneficio.
Miércoles 30 de enero de 2019 17:52
Este ex juez federal nombrado como tal por Videla en 1976, fue parte de la dictadura genocida como la mayoría de sus colegas del Poder Judicial.
Catalán gozaba del beneficio de la domiciliaria otorgado por el juez Daniel Herrera Piedrabuena desde 2013, pese a que había sido impugnada por el Ministerio Público Fiscal, ya que los informes demostraban que a pesar de su edad avanzada, podía estar alojado en un establecimiento penitenciario.
El pasado martes fue sorprendido volviendo de "hacer las compras" en la puerta de su domicilio ubicado en Adolfo Dávila, entre Rivadavia y San Nicolás de Bari, en La capital de la Rioja.
En el video difundido por H.I.J.O.S se lo ve circular tranquilamente por la calle y entrar a su casa con una bolsa de compras en la mano. Al darse cuenta de que está siendo filmado, Catalán levanta su brazo y saluda a la cámara. “¿Me vas a sacar una foto?”. El repudio no tardó en llegar.
Después de que se difundiera el video, la fiscal federal Virginia Carmona solicitó que se le revoque el beneficio y que se lo traslade a un establecimiento del Servicio Penitenciario provincial.
Catalán fue condenado en 2016 a doce años de prisión por encubrir un homicidio y siete casos de torturas, en el marco de la megacausa de La Rioja, que contó con 65 imputados. Entre ellos el extitular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez. Catalán fue declarado culpable de por el Tribunal Oral Federal de La Rioja.
"Catalán instruyó causas por infracción a ley 20840 y, en tal carácter, recibió declaraciones indagatorias a individuos que evidenciaban notables signos de haber sido torturados e inclusive declaraban haberlo sido, y resolvió dejarlos alojados en el IRS (Instituto de Rehabilitación Social), el centro de detención donde sufrían las torturas", decía la acusación que hizo el Ministerio Público durante el juicio. La aludida ley se usaba para dar apariencia de legalidad a la persecución política.
Los fiscales probaron que el exjuez “tomó declaración a detenidos vendados, esposados y vigilados por guardias del IRS que portaban armas". "La única prueba de cargo que tuvo el juez Catalán para condenar a las personas en las causas por la violación a la ley 20840 fueron las declaraciones indagatorias tomadas bajo tortura", remarcaron desde la fiscalía.
Catalán y Milani
El exjuez federal deberá enfrentar un nuevo juicio, en el que está acusado junto al exjefe del Ejército César Milani, por participar en los secuestros y tormentos a Alfredo Olivera y a su padre en marzo de 1977.
Olivera pudo enterarse cómo se llamaba el subteniente que había participado de su secuestro y el de su padre cuando fue trasladado al despacho del juez Catalán – nombrado después del golpe como juez federal – desde el centro de detención donde estaba ilegalmente retenido.
Allí lo escuchó a Milani decir su apellido mientras hablaba con un secretario del juzgado, según relató Olivera, y lo denunció en 1979 – mientras todavía seguía privado de su libertad.
El comienzo de este juicio que tiene como imputados a Catalán y Milani estaba previsto para febrero pero se postergó, ya que el 7 se inicia otro por delitos de lesa humanidad. Vale recordar que Milani también está imputado por la participación en la desaparición del conscripto Alberto Agapito Ledo, ocurrida en 1976 en Tucumán.