En el día de ayer el rectorado de la Universidad en conjunto con el decanato de los distintos institutos anunció que se continuará la cursada de manera virtual hasta mediados de junio o julio, o inclusive agosto. Con esta medida, que fue decidida sin consultar a la comunidad educativa, estiman que se salvará el semestre.
Domingo 5 de abril de 2020
En un comunicado que dejó más dudas que certezas, el rectorado anunció que para anticiparse a la posibilidad de un tercer período de aislamiento, se propone una planificación de las asignaturas para continuar las clases.
Según el comunicado "este plan se propone como una estrategia de contingencia ante la situación de excepción que atraviesa nuestro país. No reemplaza la modalidad presencial, que sigue siendo la base del proyecto de enseñanza y aprendizaje de la UNGS, sino que busca resolver con creatividad la discontinuidad que genera a nuestro proyecto el necesario período de aislamiento". Hasta el momento, la gestión universitaria ha dejado todo el espacio a la "creatividad" y no a un plan serio de contingencia ante la situación.
Se propone un calendario académico en base a 2 posibles escenarios: el primero, en el que las clases presenciales inician en junio; y el segundo con inicio de clases presenciales en julio o agosto (todo esto dependiendo de la situación general del país).
En cualquiera de los 2 escenarios, al final del semestre, las materias deben contar con un período de clases presenciales. La organización total sería de este modo:
· la primera semana de clase presencial, que ya tuvo lugar
· al menos 8 semanas de actividades de distinto tipo en la virtualidad que varían entre los escenarios 1 y 2
· un período de hasta 6 semanas presenciales que cada asignatura integrará a su programación en la cantidad y del modo que mejor resulte para el logro de sus principales objetivos, en dónde se incluye finales obligatorios en todas las materias de todas las carreras.
En síntesis, hasta que comience la modalidad presencial de 6 semanas bajo cualquiera de los dos escenarios antes planteados, el plan es seguir adelante con la modalidad de clases virtual durante 4 semanas más.
Una nueva decisión en la que no se consulta a nadie
Aunque el comunicado hable de una propuesta, claramente se trata de una imposición. Los estudiantes, docentes y trabajadores no docentes no fuimos consultados de ninguna forma acerca de cómo continuar.
Desde la Juventud del PTS, en la Secretaría de Prensa y Difusión del CEUNGS, creemos que la decisión debe tomarse democráticamente, se debe convocar a reunión de CeUNGS de manera urgente(aunque sea virtual) para llamar una asamblea interclaustro, que se realice de manera virtual como ya se ha hecho en otras instituciones. Si bien el hecho que la decisión haya sido tomada unilateralmente por la gestión de la universidad implica un acto antidemocrático, tampoco podríamos aceptar si hubiese sido aprobada por sus órganos de gobierno (Asamblea Universitaria, Consejo Superior y Consejos de Instituto) donde los estudiantes tenemos una representación minoritaria en relación al claustro de investigadores docentes.
Por su parte los sindicatos de la Universidad brillan por su ausencia, sobre todo el Centro de estudiantes conducido por El Puente y el FUNyP, que no ha hecho nada durante el transcurso de la pandemia, salvo una encuesta que pese a no estar mal en sí misma, no está acompañada de un plan de acción. ¿Qué van a hacer con esa información?
Según el censo realizado por la UNGS, se estima que como mínimo 2 mil estudiantes no tienen acceso a internet ni a los medios necesarios para realizar algún tipo de modalidad presencial. ¿Ante esta situación que hizo El Puente? Absolutamente nada.
Claramente sabemos que la modalidad virtual aumenta la precariedad de la educación, e incluso es un formato con el cual se ha buscado flexibilizar más el trabajo de los docentes. No es casual que Banco Mundial haya fomentado su desarrollo. En una situación excepcional como esta, el dictado virtual de clases podría ser una alternativa solo coyuntural(esto tiene que quedar claro) pero de ninguna manera bajo el plan de la gestión que hasta el momento ha atado todo con alambre.
El comunicado plantea: "Sabemos que tanto docentes como estudiantes están transitando el aislamiento en condiciones que pueden resultar poco propicias para el sostenimiento de actividades formativas en la virtualidad; por no contar en sus hogares con espacios adecuados, por estar a cargo de hijos menores o adultos mayores, por problemas de conectividad, entre otras condiciones. Por ende, las actividades que se propongan deberán contemplar estas condiciones particulares y estar acordes con las disponibilidades de lxs docentes, con el compromiso institucional de contribuir a subsanar aquellas situaciones que así lo requieran."
Es claro lo que se propone: ninguna medida de fondo. Nos hacen una promesa de ayudar en "situaciones que así lo requieran", como si se tratase de un problema de algunas "particularidades" y no un de problema estructural. Se requieren medidas estructurales como garantizar el acceso a los recursos tecnológicos necesarios. Por ejemplo una medida podría ser abrir la biblioteca de la universidad, para que accedan los estudiantes a realizar sus tareas. Además es necesario un aumento en las becas de estudio, que sean integrales. En lugar de facilitar el trayecto académico, la decisión de la gestión parece ir en contra de ello. La obligatoriedad de final en todas las materias de absolutamente todas las carreras es una ejemplo.
Por otro lado, para aquellos estudiantes que realizan actividades en laboratorios no hay respuesta alguna como tampoco para quienes adeudan finales.
La salida es mediante la autoorganizacion de los estudiantes docentes y no docentes
Frente al planteo, poco claro del rectorado, es necesario que en los claustros se debata un plan de conjunto para afrontar esta situación, por qué los recursos de la universidad deben estar al servicio del pueblo trabajador y no seguir en cuarenta como hasta el momento. La universidad además de recursos tecnológicos y humanos cuenta con un profundo conocimiento de la situación social de la zona. Las decenas de trabajos e investigaciones que hasta el momento se han dedicado sólo a describir, es hora que tengan utilidad para intervenir en esta pandemia.
Nosotros propusimos un comité de emergencia que discuta cómo aportar a esta situación, como han realizado los compañeros del Centro de Estudiantes de Ciencia y Tecnología de la UNSAM que están produciendo diversos elementos de higiene junto a los trabajadores de Madygraf bajo gestión obrera.Asimismo hemos realizado colectas de alimentos destinado a hospitales de la zona.
A su vez, cuando sea el momento de volver a cursar, es necesario la constitución de un comité que asegure el retorno a clases y condiciones seguras para cursar. Esto quiere decir además de elementos de higiene, cursadas dónde no haya hacinamiento (es común ver cursadas repletas y hasta sillas en los pasillos).
Se prevee que la situación económica va a empeorar (grandes empresas ya han anunciado despidos y suspenciones), de la misma manera se buscará atacar el presupuesto a la educación universitaria. Si hasta el momento el presupuesto estaba por debajo de las necesidades que tienen las universidades, lo que viene va a ser peor.
Por ello es necesario que desde el movimiento estudiantil nos preparemos para hacer una defensa de la universidad pública, frente a un panorama que promete ajuste en todos los ámbitos.