No sabemos qué problemas enfrenta el candidato a gobernador de la PBA por el Frente de Todos, ni como los piensa resolver. Mucho "coucheo", sonrisas, abrazos, música emotiva, pero muy poco contenido. Una campaña que poco tiene para envidiarle a la del timbreo macrista.
Viernes 18 de octubre de 2019 00:00
“Venimos recorriendo la provincia, ciudad por ciudad, municipio por municipio” es el slogan que los spots de Axel Kicillof repiten, mostrando su siempre alegre llegada a pueblos de la provincia. Pero de los problemas de los bonaerenses, de la crisis económica, de cómo enfrentarla, de planes políticos y proyectos económicos no tenemos ni noticias. ¿No los tienen o los están escondiendo?
Pareciera que para los dirigentes e ideólogos del Frente de Todos se acabaron los años de la "juventud maravillosa", de la batalla cultural, de la revalorización de lo político. Se acabaron los años del empoderamiento, de la “ciudadanía politizada”, esa que la Cámpora decía expresar como “renovación progresista del peronismo”. Es que gobernando con el FMI lo único que podría prometer el Frente de Todos es más ajuste. Y como el ajuste no vende, hay que hacer uso de las herramientas comunicacionales de la escuela Durán Barba.
¿Y quién mejor que Axel como figurita de ese proyecto? Un muchacho facherito, sensible, de abajo, “un pibe de barrio”, ojitos claros tomando mate, se abraza con doñas, con laburantes, con pibes y pibas (sin pañuelos de ningún color), que llega a pueblos del interior sonriente (con la previa bendición de la Sociedad Rural Argentina con la que se viene reuniendo religiosamente), buscando recuperar “el orgullo de ser bonaerenses”. Musiquita de fondo celebra lo lindo de la amistad, lo lindo del amor. La estética de Instagram refuerza la “sensación de realidad” (dando la impresión de ser imágenes espontáneas encontradas en las redes sociales). Todo muy tiernis.
En la provincia tapada por las inundaciones, en la provincia de las vacas y de los campos que están en manos de unos pocos, con cientos de miles de pibes con hambre, en la provincia del gatillo fácil, de los hospitales que no dan abasto, de las escuelas caídas a pedazos, la provincia de los trabajadores de la educación muertos por la desidia estatal Sandra y Rubén, la provincia de las fábricas que cierran, la de los despidos masivos: en esa provincia, Axel parece no querer caminar. Es la provincia que Axel no quiere mostrar, la que tapa con discursos vacíos, con falsas esperanzas de cotillón, con palabras sueltas como “Verdad, austeridad, todos, participación”. Esa provincia que Vidal deja recontra endeudada, con la aprobación de los votos en el Congreso de los diputados del Frente para la Victoria,para Axel no existe.
Podés leer: Vidal y Kicillof tejen la transición mientras siguen los despidos
Podés leer: Vidal y Kicillof tejen la transición mientras siguen los despidos
“Llegando, llegaste, te mire de frente. Después puse un nombre. Te llamé ternura”, dice Piero de fondo. ¿Y las propuestas? ¿Y los problemas? ¿Y las soluciones? Nada. Buena onda, esperanza, abracitos y música emotiva. Nada que envidiarle a la campaña del “Estoy con vos” del Macri de 2015. El duranbarbismo nacional y popular llegó para quedarse.
Unidad de abrazos entre trabajadores, banqueros y patrones: “El sueño de la Champion”
La tele sigue prendida. Termina el spot de Axel y empieza el del Banco Santander: un gerente de banco llama por teléfono a una trabajadora de limpieza de un hospital para avisarle que ganó un viaje a España para ver la final de la Champions.
Ahora los bancos, artífices de la precarización laboral, de los cierres de fábricas y despidos, de la fuga de miles de millones de dólares que bien podrían ponerse en salud, educación, vivienda y obra pública, sortean viajes entre los trabajadores y lo muestran como un gesto de “confianza”. Unidad de abrazos entre trabajadores, banqueros y patrones. Una campaña que intenta mostrar “con rostro humano” a los responsables del hambre de millones.
Veo esta publicidad y sospecho que ambas tienen algo en común. Las dos hacen uso de estrategias de marketing similares: el tipo sencillo con grandes responsabilidades (un gobernador, un gerente de banco) que se acerca a sus clientes/electores, comparte con ellos momentos cotidianos, sonríe: “Es como vos y yo”, decís después de verla.
Seguramente Axel sabe muy bien que su promesa de “sacar la provincia adelante” no se cumple con beso, mate y bizcochitos. Casualmente, para cumplir lo que promete, tiene que afectar los intereses de bancos como el Santander, algo que ni por asomo aparece entre sus propuestas.
Lo de Axel y el Frente de Todos, así como está planteado, no tiene nada que envidiarle al “sueño de la Champion”.