Editorial. La crisis del PJ, su sociedad con la UCR jujeña y el desafío de la izquierda

Si alguien tenía alguna expectativa en que el voto opositor del PJ al RIGI fue por convicción, una vez más hay que decirlo: fue defraudado. Sabían que la UCR ya tenía las voluntades suficientes para que se apruebe. Y se cuidaron muy bien, al igual que en el Congreso cuando se trató la Ley Bases, para que fuera de la Legislatura no hubiese ningúna movilización, menos aún, un paro de las centrales sindicales que dirigen.

Pero era más importante marcar la cancha en la interna con la senadora Carolina Moisés, que votó a favor en el Congreso. Fue ella una de las partes que impulsó la intervención del partido contra su ex titular, el diputado Rubén Rivarola, ante el cuestionamiento por haber apoyado la Reforma de Morales. La pica sigue de cara a una eventual elección interna en noviembre.

Y si cuesta pensar en una renovación de “caras jóvenes” en el PJ nacional, considerando el vínculo político entre Kicillof y Cristina Fernández o del propio Juan Grabois que la semana pasada por carta ratificó que volvería a votar por Scioli, Alberto o Massa, algo así se hace más difícil en Jujuy. El sueño de quienes apostaban por la senadora Moisés como la “renovación” terminó pronto. ¿Encenderán una vela por la diputada, Leila Chaher, que promocionada por La Cámpora siempre se mantuvo dentro del redil del PJ Rivarola?

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Por si faltaba alguno, el diputado Guillermo Snopek votó la ley de Milei para quitar el derecho a huelga de las y los docentes. Al igual que la UCR y LLA. La diputada Chaher optó por ausentarse de esta pelea. Vilca fue el único diputado por Jujuy que se opuso, como tiene que ser.

La crisis del PJ es profunda y excede el problema del personal político. Los límites de su proyecto de país quedaron al desnudo durante la última gestión nacional. Y en la provincia desde que apostaron por la sociedad con la UCR. Y siguen insistiendo en lo mismo.

La cuestión de fondo es que ambos sectores del PJ, y en esta también se anota La Cámpora, comulgan con la falsa teoría del derrame. La misma que sostienen Milei y la UCR. Ya sea que lo hacen defendiendo abiertamente a los empresarios grandes o a los medianos, porque para ellos, “Si a los empresarios les va bien al pueblo trabajador le debería ir bien”. A lo sumo, los matices están en qué nivel de regulación estatal se aplica a los capitales. Cero para los libertarios, cero o cada vez más cerca de cero para el PJ.

El ejemplo de Palpalá es una muestra viva de la decadencia del PJ. Una provincia que pasó de contar con una fase del proyecto industrialista ligado a las Fabricaciones Militares como el complejo minero-foresto-siderúrgico de Altos Hornos Zapla con más de 5.000 trabajadores, a privatizarlo durante un gobierno justicialista (Menem). Dejaron un tendal de desocupados y una fábrica reducida hoy tan solo a 200 trabajadores en manos de un empresario amigo de Néstor Kirchner (Sergio Taselli). Promovieron el “emprendedurismo” de los obreros que cobraran la indemnización que no hizo más que llevarlos al fracaso por la misma competencia del mercado. Hoy es el mismo justicialismo junto la UCR el que desde la Intendencia administra la pobreza, a la par, que desarrolla sus propios negocios privados. ¿Cómo no va a ganar Milei?

Contrario al PJ cómplice de la UCR y Milei, el PTS-FITU viene siendo parte de enfrentar el ajuste. Con la juventud organizada para defender el Begu que quieran sacar los empresarios del transporte, impulsando una campaña en las calles y colegios, donde la jóven concejal capitalina, Keila Zequeiros, está a la cabeza. Los concejales en Palpalá, Julio Mamaní y Elías Ortega, no pierden pisada, y son un ejemplo de que si se puede enfrentar a los poderosos. Por tercera vez, bloquearon el tarifazo del Girsu no dando quórum, esta vez, incluso con el apoyo de una movilización unitaria. Vamos por poner en pie una coordinadora de vecinos y trabajadores para imponer a las centrales sindicales el paro y la movilización contra los tarifazos. Pero también desde la Legislatura junto a las comunidades se hizo sentir un fuerte rechazo al Rigi donde se destacó la diputada Natalia Morales y el bloque fue punta de lanza del rechazo al Girsu que comenzó con la denuncia de lo que se preparaba con la modificatoria de la Ley. Desde el Congreso, Alejandro Vilca, exigiendo el pago de la intercosecha de los trabajadores rurales y su derecho a tener trabajo todo el año o apoyando a los docentes contra el intento de quitarles el derecho a huelga. Así la izquierda ratifica su rol de principal fuerza opositora.

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Apostamos a darle moral a sectores del pueblo trabajador frente a la militancia de la resignación que promueve el PJ. Por eso, las militantes de la agrupación Pan y Rosas se juegan por la organización de cientos de mujeres de cara al próximo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias que se llevará a cabo en la provincia. A la vez, que en las escuelas nuestros compañeras y compañeros docentes de la agrupación 9 de abril en unidad con el activismo docente enfrentan el fraude en Adep y llaman a afiliarse para fortalecer al Cedems. A la par, abrimos a la juventud y trabajadores, una Casa Cultural Socialista, "La Comuna" para dar la pelea por valores solidarios y las ideas de izquierda.

Nuestra apuesta es a que este reagrupamiento de todas y todos los que quieren enfrentar el plan de ajuste de los gobiernos, el FMI y los grandes empresarios, nos permita ganar fuerza para desarrollar todo tipo de instancia o espacios democráticos de coordinación, asambleas provinciales, encuentros de ocupados y desocupados, comunidades originarias y la juventud, y así ganar la fuerza que se necesita para imponer a las centrales sindicales un plan de lucha bajo la perspectiva de la huelga general. Como parte de esta experiencia nos proponemos poner en pie un gran partido de trabajadores y socialista que pueda desarrollar esta perspectiva de lucha y que levante un programa para que la crisis la paguen los grandes empresarios. Solo así podemos terminar con el círculo vicioso de los poderosos y su sistema.