En poco más de cien páginas Ezequiel Kopel despliega un trabajo de divulgación sobre Medio Oriente que va desde la caída del Imperio Otomano hasta el surgimiento del Estado Islámico.
Juan Andrés Gallardo @juanagallardo1
Miércoles 6 de diciembre de 2017 18:43
Publicado por la editorial Universitaria de Villa María, el reciente libro de Ezequiel Kopel busca introducir a lectores y lectoras en el complejo mundo del Medio Oriente moderno a lo largo del último siglo.
Como periodista y reportero gráfico, Kopel trabajó en diversas ciudades de Medio Oriente durante más de diez años. La disputa por el control de Medio Oriente es su primer libro, publicado en septiembre de 2016.
A lo largo de sus páginas el autor logra resumir los acontecimientos que marcaron la historia moderna de Medio Oriente desde la caída del Imperio otomano hasta el surgimiento del Estado Islámico. Kopel muestra cómo las consecuencias de las decisiones políticas, producto de la herencia de la Primera Guerra Mundial, fueron las que dieron vida al conflictivo Medio Oriente que conocemos hoy. Esto incluye el desmembramiento del Imperio otomano, el surgimiento de mandatos coloniales en sus antiguos territorios, la negación del derecho a la autodeterminación a diversas minorías, la división de zonas de influencia para la explotación futura del petróleo y la cimentación de las bases para la creación artificial del Estado de Israel en el territorio palestino.
Kopel inicia su libro con una anécdota que ilustra acertadamente las consecuencias históricas de la injerencia de las potencias imperialistas en Medio Oriente: “En junio de 2014, el Estado Islámico difundió una foto de sus combatientes destruyendo las barreras que marcaban el límite entre Irak y Siria. Según las propias palabras de la organización, la acción contenía la intención de borrar el borde ‘Sykes-Picot’, en referencia al acuerdo secreto que el diplomático británico Sir Mark Sykes junto a su colega francés Francois Georges Picot, con la anuencia del entonces Imperio ruso, sellaron en mayo de 1916 con el fin de repartirse Medio Oriente”.
A la caída del Imperio otomano le siguió la intervención directa de Francia y Gran Bretaña con la creación de límites artificiales que les permitieron mantener el control en distintas áreas de influencia. El surgimiento de Estados y gobiernos patrocinados desde el exterior dieron lugar a un siglo de injerencia permanente de las potencias imperialistas que, no solo se mantiene hasta nuestros días, sino que la han transformado en una de las regiones más calientes del planeta.
El libro realiza un recorrido cronológico a través de los momentos clave que dieron forma al complejo mapa actual, como el descubrimiento de petróleo en la región, la votación de las Naciones Unidas que dio lugar a la posterior declaración del Estado de Israel, junto a las profundas consecuencias que provocó en la región como la Guerra de los Seis Días y la de Yom Kippur o las intifadas palestinas. La disputa por el control de Medio Oriente también se sumerge en el surgimiento del nacionalismo árabe y la crisis de Suez, la Revolución iraní y la intervención estadounidense, que se extiende de la guerra entre Irak e Irán a la intervención directa con la Guerra del Golfo y la invasión a Irak, para terminar con dos de los acontecimientos más recientes como los procesos de la llamada Primavera Árabe y el surgimiento del Estado Islámico.
Kopel también explica el origen y desarrollo de las tensiones dentro del islam entre sunitas y chiítas, incluyendo la gravitación que tuvieron en el último medio siglo la figura del ayatolá Khomeini (chiíta) con la Revolución iraní y el surgimiento de la Hermandad Musulmana (sunita), como sus derivaciones posteriores. Lejos de reducirse a referencias estrictamente históricas, estos enfrentamientos hoy tienen su máxima expresión en las tensiones entre Arabia Saudita e Irán, y su intervención en los conflictos de Siria, Yemen o el Líbano.
Si bien el peso de la injerencia de las potencias imperialistas es un elemento clave a lo largo del libro, Kopel no elude las críticas a las direcciones y los gobiernos de la región, y sus consecuencias políticas. En su epílogo señala que, “las grandes potencias han tenido un enorme impacto en la economía política y las ideologías de la región. No hay dudas de que Medio Oriente tendría una izquierda mucho más fuerte si Estados Unidos no hubiera conspirado para destruirla, como fue en los casos de Irak e Irán. La potencia norteamericana utilizó su poderío industrial y militar para intervenir en la región y mantenerla alineada, así como convertirla en lugar propicio para la inversión internacional y los intereses de las corporaciones extranjeras. Aunque, cabe destacar, esta situación no hubiera sido posible a través de los años sin la inestimable ayuda de los líderes autóctonos”.
La disputa por el control de Medio Oriente no pretende dar una interpretación particular de los hechos, su objetivo está más centrado en construir un material de divulgación para lectoras y lectores no especializados pero interesados en el convulsionado siglo que le dio forma a una región tan compleja como lo es Medio Oriente.
Aunque la pregunta sobre el futuro de la región queda abierta, Kopel brinda algunas pistas al afirmar que hoy “el único poder mundial capaz de garantizar la continuidad de esos bordes, Estados Unidos, no está tan seguro de querer mantenerlos tal como están”, para concluir “no hace falta ser pesimista para afirmar que la situación va camino a empeorar en un Medio Oriente donde pocas veces hay ganadores”.
Juan Andrés Gallardo
Editor de la sección internacional de La Izquierda Diario