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Red Internacional
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A 40 años. La noche del apagón en Ledesma: “Las listas eran armadas por el propio directorio presidido por Pedro Blaquier”

Entre el 20 y el 27 de julio del 1976 se produjo en Ledesma, Jujuy, la “Noche del Apagón”. Reproducimos una entrevista a Francisco “Paco” Jara Sánchez (testigo en los juicios contra Blaquier).

Miércoles 27 de julio de 2016

El 21 de agosto de 1966, el dictador Juan Carlos Onganía dispuso a través del decreto-ley 16.926, el cierre forzado de 11 de los 27 ingenios existentes en Tucumán, la finalidad del mismo era provocar la transferencia de gran parte de la producción tucumana de azúcar a los Ingenios de Salta y Jujuy. Los días posteriores, continuó la regulación azucarera fijando cupos de producción por "zonas territoriales": Tucumán, Salta-Jujuy y el Litoral, respectivamente. Se determinó el impulso al Ingenio Ledesma S.A.A.I. que permitió el afianzamiento de una zona de frontera. De esta manera, mientras la dictadura cerraba Ingenios en Tucumán y ahogaba a los que permanecían todavía en funcionamiento, se realizaban grandes inversiones en la empresa jujeña con recursos del Estado Nacional.

El desmantelamiento de las fábricas y la ocupación militar de Tucumán produjo el vaciamiento demográfico de la provincia, que implicó la migración interna de 250.000 tucumanos (casi una tercera parte de su población en esa época).

¿Qué beneficios le brindó Onganía al Ingenio Ledesma?

Onganía creó una ley que benefició de manera directa a Blaquier, dejándolo por fuera de la restricción de cupos del azúcar.

Por el cierre de los Ingenios tucumanos, muchos trabajadores vinieron a Jujuy, trabajadores calificados, que venían con un nivel de tecnificación superior al de los trabajadores de Libertador Gral. San Martín, quienes venían, a su vez, con un grado de conciencia de clase mucho mayor al que había en la región en aquel entonces.

¿Cómo se inicia el proceso de organización dentro del Ingenio Ledesma?

El Sindicato del Ingenio Ledesma (SOEAIL) existía desde hacía años pero no tenía entidad suficiente para pararse frente a Blaquier. A partir del ‘68 comienza un proceso de organización profunda dentro del Ingenio. Con la llegada de los trabajadores tucumanos las cosas empiezan a cambiar, ellos eran militantes políticos y sindicales, varios de ellos pertenecientes a Vanguardia Comunista como Jorge Weiss. Así comienzan a elegirse delegados por sector, siendo él uno de los principales, y tienen el asesoramiento de compañeros abogados como Ernesto Patrignani.

Con la lucha se van obteniendo muchas conquistas sociales y mejoras laborales, logrando hacer un sindicato fuerte. Efectivos y jornaleros –quienes son incluidos al sindicato que antes los excluía–, empiezan a generar huelgas importantes, huelgas que reciben como respuesta fuertes las represiones de parte de la empresa de Blaquier.

Una escalada en el nivel de violencia patronal contra los reclamos de los trabajadores

En el 75 se produce una gran represión en El Talar, cuando se colocan bombas en dos máquinas pertenecientes al Ingenio, lo que le permite a la empresa justificar un brutal ataque contra los trabajadores. Ese día la Policía y la Gendarmería, detienen a Farías (delegado de los zafreros del Alto) y varios compañeros más. Se los llevan a todos, sembrándoles pruebas. Ahí comienza la escalada en el nivel de represión.
El gobierno provincial de Snopek interviene el sindicato ingresando con la Gendarmería, los trabajadores intentan tomar la fábrica y se arma una balacera impresionante. Ahí es cuando detienen a muchos de los delegados del Ingenio. A algunos juzgaron y condenaron a 4 o 5 años de cárcel por el delito de sedición. Allí detienen a Weiss y a Patrignani.

Hasta ese momento (1975) se trataba de una represión selectiva. Los iban deteniendo y largando una y otra vez. Durante ese año siembran el miedo en toda la población de Libertador y comienzan los despidos, tirando para atrás todas las conquistas logradas hasta el momento.

¿Qué pasó entre el 20 y el 27 de julio de 1976?

El “Apagón de Ledesma” se caracteriza por haber sido un operativo conjunto entre las fuerzas del Ejército, Gendarmería y Policía de la provincia, con listas en las manos. Se produjeron cortes de luz y tres grupos de tareas actuaron en simultáneo: uno en Calilegua, otro en Libertador y otro en el predio del Ingenio Ledesma. El por qué se realiza el 20 de julio, y no el 24 de marzo, se encuentra en que necesitaban las listas exactas de “los enemigos del patrón”, por eso durante más de 3 meses hicieron un trabajo de seguimiento e inteligencia para saber exactamente a quiénes iban a buscar.

El 20 de julio fue lo más furioso, posteriormente hubo algunos apagones pero no tan terribles como esa noche donde entraron a las casas, se robaron todo lo que podían, detuvieron a los compañeros, los vendaron, ataron y los tiraron en camiones.

Los detenidos eran trabajadores del Ingenio, hijos de trabajadores, docentes, abogados del sindicato y estudiantes que luchaban junto a ellos; incluso ha habido detenciones de estudiantes jujeños que fueron traídos desde Tucumán hasta Ledesma.

Fueron llevados a la comisaría y luego trasladados a Guerrero, al RIM 20 (Regimiento de Infantería), al GAM 5 (Gendarmería) o a la Central de Policía de Jujuy, en todos los lugares fueron sometidos a torturas.

Los traslados fueron hechos con el trasporte del Ingenio Ledesma, combustible y choferes de la empresa. Incluso trajeron gente desde Orán en camionetas de la empresa. Las listas eran armadas por el propio directorio presidido por Pedro Blaquier junto a la Administración Gral., a cargo de Alberto Lemos, sobre todo las de sus empleados.

De los 33 compañeros que aún continúan desaparecidos, 30 fueron detenidos entre la noche del apagón y un tiempo antes.

Entre octubre del 74 y diciembre del 78 se calcula que detuvieron a un total de 660/670 personas en la región de Calilegua y Libertador. En Caimancito hubo una detención, la de Mercedes Maidana, una docente. La mayoría fueron entre el 75 y el 76.