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Red Internacional
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Cuarentena. La odisea de ser "docente suplente" en Mendoza

Entrevistamos a Alejandro, docente suplente, que nos acerca su denuncia sobre cómo afecta el cese de actividades a su ingreso salarial y la falta de respuesta de los gobiernos de turno.

Viernes 24 de abril de 2020 00:00

Foto: Diario El Sol

De acuerdo a los registros publicados por Anses, de las 12,7 millones de personas que se anotaron para recibir el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) en todo el país, unas 7,85 millones han sido aprobadas para recibir el subsidio. Casi 5 millones de solicitudes han sido rechazadas.

Del total de los rechazos poco más de 2 millones se trata de monotributistas categoría C o superiores -se analiza ahora extender el beneficio a la categoría C-, unas 715 mil personas fueron rechazadas por percibir jubilación o pensión, 647 mil fueron rechazadas por tener algún familiar aceptado en el programa del Anses y otros 595 mil inscriptos fueron rechazados por falta de actualización en los datos personales, según la información oficial. Este último caso es la realidad que viven los docentes suplentes: no pueden acceder a la IFE y tampoco pueden presentarse a llamados.

"Durante el 2019 estuve cubriendo una suplencia en una escuela artística de la materia ’Arte y Cultura Latinoamericana’ hasta el mes de noviembre. También me presentaba a llamados para conseguir más horas en docencia ya que con esas horas no llegaba a fin de mes" nos comenta Alejandro.

El ajuste no puede pasar por la educación o la salud. En esta crisis hay que decir la verdad y es que plata hay pero va para deuda o subsidios a empresarios y no para que la pandemia no se transforme en una tragedia social

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- Al inscribirte al IFE ¿qué pasó?

  •  Como muchos trabajadores que quedaron desempleades o no pudieron salir a buscar trabajo por la cuarentena y el riesgo de contraer COVID-19 opte por hacer la postulación en el IFE. En el momento de ver los resultados me llega la noticia de que mi postulación había sido rechazada por ser trabajador en relación de dependencia. Me extrañó por que el gobierno me había hecho la baja en noviembre cuando termino mi suplencia.

    Llamo al 130 para hacer mi reclamo, la respuesta que me dan es que para analizar cada caso Anses toma los datos registrados hasta febrero y en ese mes seguía registrado como trabajador en relación de dependencia por parte de la provincia de Mendoza. En febrero percibí un ingreso de provincia pero no fue por estar trabajando en ese momento sino que fue lo adeudado en concepto de aguinaldo que se me debió haber pagado en diciembre, como se hace normalmente a cualquier trabajador en blanco, pero en el caso de los suplente el estado los paga atrasado (dos meses). Por esto Anses no aceptó mi postulación al IFE.

    - ¿Qué opinas de éste vacío que deja a cientos de miles de trabajadores a la deriva?

  •  Esto que me paso mí seguramente le está pasando a muchos más docentes y trabajadores en la provincia y el país. Son muchas las formas que adopta el estado y los patrones para poder “ahorrar” a la hora de pagar sueldos, para resguardar las ganancias, claro.

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    En este momento me encuentro sin trabajo y sin poder acceder al IFE, es la realidad de muchos docentes que no pudieron volver a concursar en los llamados. Creo que debería implementarse la metodología de los llamados virtuales para poder cubrir todas las materias que se quedaron sin docentes cuando se implementó la cuarentena. Participé de la jornada de protesta virtual que impulsó el SUTE, en la que se visibilizó la situación de suplentes sin cargo. Creo que hay que seguir impulsando estas medidas. También se están armando grupos de whatsapp. Clases hay y son una sobrecarga enorme para quienes tienen cargo, ya que donde no hay docente cubre el bache alguien con cargo. Hay alumnes sin docentes y docentes sin alumnes.

    El ajuste no puede pasar por la educación o la salud. En esta crisis hay que decir la verdad y es que plata hay pero va para deuda o subsidios a empresarios y no para que la pandemia no se transforme en una tragedia social. Si no hay un salario de emergencia, somos miles de docentes que no tenemos nada.