Las elecciones de profesores en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires culminaron el jueves de la semana pasada. Opinan Lucas Rubinich (candidato a director) y Paula Varela (candidata a secretaria académica y consejera electa) del Bloque Imaginación Sociológica y La Izquierda de Sociología.
Lunes 5 de julio de 2021 16:50
El oficialismo ganó las elecciones del claustro de profesores para renovar el Consejo Directivo y todo indica que la próxima decana será Ana Arias. Sociales en Movimiento, lista ganadora, reunió a la mayoría de las agrupaciones peronistas y kirchneristas que se referencian en el gobierno nacional y se impuso por 119 votos contra 100 a la lista de Sociales en Común, que agrupó al radicalismo y al peronismo de la UES, quienes conforman hoy la mayoría del gobierno del rectorado de la UBA.
Las elecciones fueron convocadas en plena pandemia y desdoblando el calendario por claustros, lo que hace que, antes de que voten los estudiantes, el 75% de los miembros del Consejo Directivo ya esté definido, motivo por el cual la elección estudiantil se vuelve “decorativa” (Consejo Directivo se conforma por: 8 miembros del Claustro de Profesores; 4 del Claustro de Graduados y 4 del Claustro de Estudiantes).
Denunciando este carácter completamente antidemocrático de la elección se conformó un Bloque entre La Izquierda en Sociales y la lista de profesores Imaginación Sociológica, que apareció como la única voz crítica e independiente en la crisis de la facultad llamando al voto en blanco o el no voto en la elección de Consejo Directivo. La importancia de este bloque se destaca aún más frente a la defección de otros espacios que aparecían críticos de la decana Mera hasta antes de la elección (como el espacio Sociales Interclaustros – Movimiento Docente, referenciado en Patria Grande), pero terminaron disolviéndoseen el frente kirchnerista y abandonando toda posición independiente de quienes hace años que gobiernan la facultad y las carreras.
La emergencia de un Bloque independiente
En la carrera de Sociología el Bloque Imaginación Sociológica y La Izquierda de Sociología (Lista 2002) llevó a Lucas Rubinich como candidato a Director, a nuestra compañera Paula Varela (de Docentes e investigadores de Izquierda) como Secretaria Académica, a Cecilia Dinius (de La Naranja-PO) como coordinadora técnica y a Marcelo “Pancho” Langieri como coordinador del programa UBA XXII (en el que se dicta enseñanza universitaria en las cárceles). Esta lista sacó el 25.64% (40 votos en Profesores), con lo que logró ingresar a la Junta de la carrera con un consejere, que rotara entre Imaginación Sociológica y La Izquierda en Sociología para pelear por un programa de democratización y defensa de los derechos de docentes, no docentes y estudiantes.
Entrevistamos a Lucas Rubinich (candidato a director) y a Paula Varela (candidata a secretaria académica y consejera electa de la Junta de Sociología) y esto es lo que nos comentaron:
Lucas Rubinich: “Creo que el resultado de la elección en el claustro de profesores de El Bloque Imaginación Sociológica y La Izquierda en Sociología es importante porque supone que 1 de cada 4 profesores votaron a esta lista. Esto no resulta menor primero porque la elección se realiza en un contexto de voluntad de despolitización por parte de las autoridades de la Facultad, de vaciamiento del demos universitario con esto de la separación en cómodas cuotas de los distintos claustros de la universidad. El resultado de esta separación es una pérdida absoluta de vitalidad, porque el actor protagónico más relevante de ese demos universitario es el movimiento estudiantil, y cuando la elección se realiza separada y no hay vida, debate y deliberación, lógicamente se produce un proceso terrible de despolitización. Esto se lleva a cabo, además, en un contexto estructural donde hay un proceso de burocratización y rutinización del sistema académico, donde el “carrerismo” aparece como un elemento central para entender la vida académica actual. La idea del individualismo pragmático presente en la cultura predominante en general se expresa en el mundo universitario a través, y precisamente, de esta idea del carrerismo: uno hace carrera, uno logra determinadas metas, y los objetivos trascendentes que están siempre presentes en las Ciencias Sociales, y mucho más en la Sociología de la universidad pública, aparecen (felizmente en un lugar no tan secundario), pero en el marco de un clima predominante es otro. Entonces, que un Bloque de Profesores, que tienen experiencia y reconocimiento, haya logrado esta minoría, es algo significativo porque es una minoría que en principio apuesta por la politización del mundo universitario y apuesta a que esa politización del mundo universitario no puede estar desligada de algunas cuestiones fundamentales que forman parte de nuestro programa, que es: claustro único docente, la participación de los “no docentes” en el gobierno de la facultad y, además, la apuesta por una presencia pública de la Sociología y de la institución Carrera de Sociología en los debates relevantes de la época. Es realmente muy triste que la carrera de Sociología no sea un actor protagónico en los debates contemporáneos producto de una relación de empatía con una mirada de gobierno. Porque la cuestión realmente relevante es que hay casi cerca de un 50% de pobres, hay una cantidad alarmante de niños menores de 14 años en situación de pobreza, en ese contexto la Sociología tiene una misión de responsabilidad pública que nosotros como Bloque de Profesores en la Carrera de Sociología reivindicamos como una tarea fundamental de la Sociología. No es solo realizar bien nuestra tarea de profesores, que la realizamos, o hacer una carrera académica, que también la hacemos, sino que es una cuestión de responsabilidad pública y que tiene que ver con las mejores tradiciones de nuestra facultad, con la vida política de nuestra carrera de Sociología. Así que, en conclusión, creo este contexto de burocratización académica y voluntad de despolitización que se expresó en la manera en cómo se organizó esta elección, encuentra algunas respuestas. Una de ellas se encuentra en esta minoría, que va a ser una minoría activa, que seguramente con el claustro de graduados y sobre todo con el claustro estudiantil se va a convertir en una fuerza que va a recordar la mejor tradición de la carrera de Sociología que es una tradición crítica, que tiene la obligación de elevar su voz hacia el conjunto de la sociedad y no solo al mundo universitario en situaciones tan críticas como las que vive la sociedad hoy”.
“Hay una voluntad de despolitización, un vaciamiento del demos universitario por parte de las autoridades de la Facultad”
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Paula Varela: “Esto que dice Lucas de la voluntad de despolitización por parte de las autoridades es muy importante, porque estamos hablando de la Facultad de Ciencias Sociales y de un sector político (el kirchnerismo) que suele reivindicar, casi hacer alarde diría yo, de la importancia de la política y de la militancia. ¿Por qué este sector organiza una elección en plena pandemia, con la Facultad sin actividad y con un calendario que desprecia totalmente el voto estudiantil? La respuesta es bastante sencilla: porque la elección fue producto de la especulación entre los dos bloques que se disputan el Decanato (que se han juntado y separado según la ocasión) respecto de quiénes tienen la mayoría del Claustro de Profesores (que es, por cierto, el claustro que define). Lejos de concebir la elección como un espacio de debate e intercambio sobre proyectos político-académicos para la Facultad y para las Carreras, esto fue una medición de fuerzas de cara a negociar cargos y posiciones hacia las elecciones de Rector de la UBA. Y eso es una concepción de la política que podríamos denominar “la política de la rosca” (que es, obviamente, una invitación a que florezcan mil “borocotós”). Esa concepción de la política es opuesta por el vértice a la que nosotros, como Bloque de Imaginación Sociológica y La Izquierda en Sociales, defendemos cuando, por ejemplo, reivindicamos el proceso de la elección directa de Director de Carrera de Sociología en 2002 (¡por eso nuestra Lista es la número 2002!). En ese proceso, el movimiento estudiantil fue fundamental y logró imponer (con la lucha) que las y los directores de Carrera se eligieran por voto directo (aunque su programa no era el “voto ponderado” como finalmente se estableció en el reglamento). Pero nuestra reivindicación de ese salto en la democratización, no refiere solo a sus aspectos institucionales (que hoy deberían incluir el claustro único docente y el voto de los no docentes, como mínimo), refiere también a las instancias colectivas de debate como las asambleas interclaustros, las jornadas de discusión, etc. Todo eso estuvo completamente vedado en esta elección, esa es la voluntad despolitizadora porque cuanto menos debate e instancias colectivas democráticas hay, más fácil es imponer la rosca y sus lógicas. Pero déjame agregar una cosa más: la defensa de la mejor tradición democrática de nuestra Carrera (que logró un avance democrático el conjunto de la Facultad) está directamente relacionada con el tipo de Sociología que nosotros defendemos. No hay un muro entre vida política y vida académica en la universidad: la lógica política burocratizada es completamente funcional al inmovilismo y a la pasividad sobre la que se montan la degradación de nuestras condiciones de trabajo y de estudio, precarización que es, a su vez, funcional al clientelismo político de “favores por votos”. Es un círculo vicioso. La degradación de la política que estas autoridades fomentan es también la degradación de la vida académica y del pensamiento crítico. El pensamiento crítico requiere independencia de los poderes de turno (entre ellos, los que se disputan el Rectorado o el Ministerio de Educación), requiere independencia para tomar partido: ¿de qué lado te posicionás? ¿Con los que toman tierra en Guernica o con los que los reprimen? ¿Con los que hacen huelga para defender su salario o con los que homologan despidos en el Ministerio de Trabajo diciendo que “no da la relación de fuerzas”? En una crisis de esta envergadura se vienen muchos guernicas, muchas huelgas y tomas (como las de ahora en Garbarino), muchos Black Lives Matter, una “ciencia que incomode” sólo es posible enfrentando al Homo Resignatus que quieren imponer en la Carrera y en la Facultad”.
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La elección desdoblada continúa con las elecciones en el claustro de graduades en el mes de agosto y en el turno estudiantil que aún no tiene fecha. Allí podrán votar a Lucas Rubinich a director de Sociología, a Jorgelina Matusevicius a directora de Trabajo Social, a Fabiola Ferro en Ciencias de la Comunicación y a José Castillo en Ciencia Política que son los candidatos de La Izquierda de Sociales (PTS, PO, IS, Rompiendo Cadenas e independientes) para la elección de graduades y también de la lista de izquierda en estudiantes.