Driving American Jobs, la coalición que agrupa a las grandes automotrices, hizo un llamado a Trump para no abandonar el TLCAN. "Con el TLCAN estamos ganando”, afirmó.
Martes 24 de octubre de 2017
Para imponer sus planes respecto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Donald Trump no solo se enfrenta a la oposición de los gobiernos de Canadá y México sino también a los grandes capitales trasnacionales, como el sector automotriz, que en particular saca gran provecho de la explotación de mano de obra barata en el país latino y otras ventajas productivas.
Este martes, la coalición llamada “Driving American Jobs”, integrada por los gigantes de la industria automotriz como General Motors Co, Toyota Motor Corp, Volkswagen AG, Hyundai Motor Co, Ford Motor Co y varias otras, hicieron un llamado a Donald Trump, para que no abandone el TLCAN.
De esta manera la coalición de grandes firmas automotrices se une a la campaña publicitaria para convencer a la Casa Blanca y a los votantes de que el acuerdo ha sido fundamental para el impulso de la producción y el empleo en este sector productivo y comercial.
Secundan la declaración de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, del pasado 10 de octubre, en la que afirmó que pelearán “hasta la muerte” para defender el TLCAN.
Estas declaraciones se dan entre las frecuentes amenazas de Trump respecto al abandono de Estados Unidos del TLCAN y a las medidas planteadas por este mandatario en la última ronda de renegociación respecto a las normas de origen para los autos. En estas reglas, que afentan particularmente a la industria automotriz, Trump propone pasar del 62.5% exigido actualmente al 85% y elevar la cantidad de cada vehículo que debe estar fabricado en Estados Unidos a el 50 por ciento para ser comerciado bajo el TLCAN.
De acuerdo a las declaraciones de la coalición de las gigantes automotrices, estas medidas se plantearon como insostenibles para el sector, así como para México y Canadá.
¿Por qué los empresarios de Estados Unidos defienden el TLCAN?
En el llamado a defender el TLCAN las automotrices plantearon: “Necesitamos que les digan a sus funcionarios electos que uno no cambia las reglas en medio del juego. Con el TLCAN estamos ganando”.
Efectivamente los grandes capitalistas estadounidenses no han dejado de ganar desde la firma del acuerdo. Como punto más importante a su favor está el aprovechamiento de la mano de obra barata en México, donde los niveles de explotación de los trabajadores son más elevados por los bajos salarios y el adelgazamiento de los derechos y condiciones laborales, lo que les ha permitido aumentar sus ganancias.
Además de este hecho, aprovechan la flexibilidad de las leyes fiscales y ambientales en este país, y los acuerdos beneficiosos que el gobierno les concede con regularidad.
Las propuestas de Trump -que son una salida reaccionaria a la disminución del crecimiento económico y otros efectos prolongados de la crisis del 2008- choca con los intereses de los grandes capitales trasnacionales estadounidenses.
Solo los trabajadores de los tres países en unidad -superando las divisiones raciales, sexistas y clasistas- junto a campesinos y sectores populares pueden levantar una política independiente y antiimperialista para enfrentar los efectos de la crisis, cuestionando de raíz que ni los intereses de los gobernantes ni los de las grandes empresas son nuestros intereses.