Las bancadas de Fuerza Popular de Keiko Fujimori, Renovación Popular de Rafael López Aliaga y Avanza País de Hernando de Soto, presentaron formalmente la moción de vacancia contra el mandatario Pedro Castillo. Si bien es difícil en este momento que logre los votos necesarios la iniciativa muestra la política destituyente de la ultraderecha fortalecida a raíz de la actitud conciliadora del presidente.
Viernes 26 de noviembre de 2021 22:07
Este pedido de moción de vacancia (destitución) presidencial cuenta con las firmas de 28 congresistas, todos ellos pertenecientes a los partidos más reaccionarios y ultraderechistas del parlamento, quienes, ahora utilizan este mecanismo legal contemplado en la Constitución de 1993, amparándose en las crisis políticas recurrentes por las que atraviesa casi a diario el gobierno de Pedro Castillo, lo que se refleja palmariamente en el cambio -vía presión del Parlamento y de la gran prensa- de 11 ministros y un Premier en los tres primeros meses de gestión.
Cabe mencionar que la presentación de la moción de vacancia presidencial había sido anunciada la semana pasada por la segunda vicepresidenta del Congreso, Patricia Chirinos, quien hizo un llamado a las demás bancadas para que se sumen a su propuesta, recibiendo solo el respaldo de los ya mencionados partidos pertenecientes a los sectores más conservadores de la política nacional. En ese entender, la mayoría de las bancadas de derecha y de la izquierda reformista que tienen presencia en el Congreso se mostraron en contra de la destitución del presidente Castillo.
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El vocero de la bancada de Perú Libre, Waldemar Cerrón, afirmó a los medios de comunicación que su grupo parlamentario estaría evaluando si apoya o no la moción de vacancia contra el presidente Pedro Castillo. Si la facción congresal dirigida por Vladimir Cerron termina votando por la vacancia presidencial, no sería la primera vez que este sector político actuaría en concordancia con los sectores de la ultraderecha.
Recordemos que las diferencias entre los dirigidos por Vladimir Cerrón y Pedro Castillo se deben fundamentalmente a que el presidente les quitó presencia en el ejecutivo (cuotas de poder, como diría Vladimir Cerrón). Esto se dio porque Castillo priorizó a sus nuevos aliados de la denominada izquierda liberal (nuevo Perú) y de la derecha neoliberal y continuista, entre los cuales figuran miembros de Acción Popular y Alianza Para el Progreso del millonario Cesar Acuña. Estos últimos ahora han pasado a jugar un papel más protagónico en los Ministerios, incluso el nuevo secretario de la presidencia de la República pertenece a esta agrupación política de derecha.
Es pues, a raíz de la cercanía del gobierno a estos sectores de la derecha y a los empresarios nacionales y extranjeros con los que permanentemente Pedro Castillo busca quedar bien, que, en lo que va del mandato presidencial, no se ha implementado ninguna medida sustantiva que roce siquiera los intereses de los grandes capitalistas, por esa razón, la crisis económica y social se sigue profundizando y estos últimos días hemos visto a campesinos, trabajadores y sectores populares, que en las elecciones pasadas apoyaron a Castillo, empezar a movilizarse y a implementar acciones de lucha.
A ello se debe, por ejemplo la huelga indefinida de los obreros de COMACSA o los cortes de carreteras llevados adelantes por los agricultores de Tumilaca-Moquegua quienes se oponen a la contaminación minera o, actualmente, la lucha que vienen llevando adelante los campesinos de la región La Libertad quienes exigen al gobierno -entre otras cosas- la inmediata reducción de los precios de los insumos agrarios, medida que el ejecutivo no puede concretar por su temor a caerle mal a los empresarios importadores de estos productos que son de suma importancia para los pequeños productores agrarios.
Los argumentos de la ultraderecha para pretender vacar a Castillo
La oposición de ultraderecha ha señalado 7 motivaciones para vacar al presidente, las cuales tienen poca consistencia. Sin embargo, la razón de fondo de esta iniciativa es eminentemente política ya que busca presionar y desestabilizar al gobierno a fin de empujarlo aún más a la derecha, desvinculándolo así de su base social que lo llevó a la presidencia y que veía en el maestro cajamarquino una alternativa de cambio frente al desprestigio de los políticos tradicionales y las políticas de ajuste neoliberal que se aplicaron en estos últimos 30 años y que han contribuido a ampliar la brecha entre ricos y pobres.
Detallemos los argumentos de que se valen los sectores conservadores para buscar la vacancia presidencial:
1.- Uso ilegal de fondos públicos del Gobierno Regional de Junín en la campaña electoral 2021 de Perú Libre.
2.- Designación de altos funcionarios, vinculados al terrorismo y acusados de apología al terrorismo.
3.- Tráfico de influencias en ascensos en las Fuerzas Armadas y en la Sunat.
4.- Debilitamiento del sistema democrático al fortalecer las relaciones con gobiernos anti democráticos como Venezuela y avalar la intervención de personajes extranjeros en asuntos internos (Evo Morales - Ari Ben Menashe).
5.- Genera inestabilidad económica.
6.- Libertad de expresión, maltrato a medios de comunicación y negativa a rendir cuentas a la sociedad.
7.- Permisibilidad a la violencia contra la mujer.
¿Podrá la ultraderecha vacar a Pedro Castillo?
La primera valla en el intento de vacancia presidencial ha sido superada por la ultraderecha, sin embargo, para que la moción sea admitida a debate, se requieren de 52 votos a favor.
En caso de que los sectores que promueven la vacancia consigan superar esta cifra, inmediatamente el pleno del Congreso acuerda día y hora para el debate y votación del pedido de vacancia, lo cual, como ya lo dijimos anteriormente, por el momento nos parece que no será posible ya que no contarían con la cantidad de votos requeridos ya que, como lo vimos también, las otras fuerzas de la derecha parlamentaria, además de la izquierda reformista no apoyarían esta iniciativa.
Recordemos que para concretar una vacancia presidencial se requiere una votación calificada no menor a los dos tercios (2/3) del número legal de Congresistas, es decir 87 votos. Según la sucesión constitucional, en caso de que se apruebe la vacancia del cargo, el cargo de jefe de Estado es asumido por el o la vicepresidente. Actualmente solo hay una persona en ese puesto, Dina Boluarte, quien también se desempeña como ministra de Desarrollo e Inclusión Social.