Los docentes dan cuenta del maltrato desde que comenzó esta etapa de "revinculación" en las escuelas porteñas. En solo unos días se vieron situaciones como estudiantes a pleno sol al mediodía, funcionarios sin barbijos, o adolescentes rodeados de periodistas para la foto de la apertura. Fuerte repudio de la comunidad educativa.
Jueves 15 de octubre de 2020 18:59
Este martes el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impuso la vuelta a clases presenciales para los estudiantes de nivel medio. Bajo el pretexto de la revinculación escolar, se comenzó a aplicar un protocolo burbuja, sin consultar a profesionales de la educación ni a las familias. Desde la comunidad educativa advertimos sobre posibles situaciones de vulneración de derechos de los adolescentes cuando anunciaban la medida y finalmente esto terminó sucediendo.
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Desde el primer día se pudo ver a la ministra, Soledad Acuña, apareciendo en fotos sin barbijos y sin respetar la distancia social, lo cual demuestra que la principal preocupación era la foto y no salud de los pibes.
Además las clases presenciales arrancaron con los estudiantes en el patio, sufriendo a pleno sol temperaturas de casi 27 grados al mediodía. La mejor solución que se le ocurrió a los funcionarios fue salir corriendo a comprar 2 sombrillas que no alcanzaron para nada.
Además desde un primer momento los docentes y los estudiantes fueron asediados por medios de comunicación en busca de la foto que habla de "Una vuelta a Clases", sin importar el cómo y la exposición que pueden sufrir.
Un éxito https://t.co/zarlS0vbqN
— Myriam Bregman (@myriambregman) October 15, 2020
La respuesta no tardó en llegar. El miércoles comenzaron a surgir asambleas por escuela, y también se dieron debates e intercambios con las familias para denunciar estas situaciones. Mientras el sindicato mayoritario UTE (Unión de Trabajadores de la Educación), solamente hace declaraciones, aún no llamo a un plenario, y menos a un plan de lucha para enfrentar semejante atropello.
A 7 meses de la cuarentena el gobierno de Larreta se preocupó más por esta foto de la “vuelta a clases”, y no en garantizar la conectividad de los miles de pibes que no tienen los recursos. Ni siquiera garantizaron la alimentación saludable para los niños, niñas y adolescentes, pese a un fallo judicial que lo obligaba. Los planes para volver a clases y que fue finalmente aprobado por el gobierno Nacional estaba lleno de falencias y en estos días quedó demostrado. Fue claro que esta vuelta a clases presenciales sigue un fin económico para que continúe la apertura económica y que no tiene ningún objetivo pedagógico.
Desde las escuelas, seguimos pensando, como dice Jorge Larrosa profesor de Filosofía de la Educación: "¿Para qué sirve la escuela? (...) solemos buscar la función fuera de la escuela. O bien en la sociedad (la escuela está ahí para producir ciertos efectos o transformaciones sociales, políticas, económicas o culturales) o bien en el individuo. Pero Rancière dice que la escuela no se define por su finalidad social externa. La escuela tiene su función (...) se separa de cualquier finalidad externa. La finalidad de la escuela es la escuela misma. La escuela se define por su forma y esa forma separa el espacio escolar de otros espacios sociales, separa el tiempo escolar de otros tiempos sociales, separa las ocupaciones escolares de otras actividades sociales. La escuela instituye un tipo especial de espacio (el espacio escolar), de tiempo (el tiempo escolar) y de ocupaciones (actividades escolares, ejercicios escolares, tareas escolares, prácticas escolares). Y esa separación es lo que hace que la escuela sea ESCUELA y no una fábrica, un shopping, una plaza, un mercado, un hogar familiar o una empresa". (Jorge Larrosa)