Polémica. Las PASO del Partido Obrero

El Comité Ejecutivo del Partido Obrero respondió a nuestra carta con una compilación de epítetos, falsedades, calumnias e intrigas que ratifican en un todo lo que allí poníamos: “Estas deleznables declaraciones de un importante dirigente del Po se inscriben dentro de una sistemática campaña de parte de la dirección de ese partido contra el PTS”. La dirección política del Po decidió tomar como propio el “Bregman no me representa” y “Bregman es neokirchnerista” que dijo en los medios Eduardo Belliboni, impugnando así que nuestra compañera pueda ser la candidata presidencial de todo el Frente de Izquierda y obturando cualquier fórmula unitaria como la que logramos en 2019.

No se trata de errores o excesos en la polémica de algunos de los voceros y dirigentes de ese grupo, ni tampoco solamente de pegarle a nuestra candidata presidencial Myriam Bregman para intentar aparecer en los medios (harta desesperación que lleva a Solano hasta a “un café” cordial y fraterno con la mileista Anamá Ferreira), sino que los ataques al PTS son la ratificación de una orientación de una progresiva y cada vez más acelerada adaptación al régimen y el Estado por parte del Partido Obrero, que claramente ha decidido ir a las PASO -solo o acompañado- para enfrentar a los y las precandidatas del PTS en todo el país.

No nos vamos a detener en cada una de las cuestiones que plantea la “respuesta”, que ya fueron respondidas y debatidas en numerosos artículos que invitamos a volver a leer y que la dirección del Po se niega a responder (1), sino específicamente en la imputación de “neokirchneristas o “adaptación del PTS al kirchnerismo” por cuestionar el fallo condenatorio a CFK, que es el fundamento por el cual el Partido Obrero decidió ir a las PASO.

Po vs Po

“La función que tiene el juicio por la causa Vialidad es condicionar el proceso político que está en marcha”. “Como reaseguro (la clase capitalista) tiene un juicio que está en marcha y que puede activar o no según sean sus necesidades políticas”. “La ofensiva judicial condiciona este proceso político, presionando para que el kirchnerismo avale abiertamente esta política”. “El hecho de que el pedido de condena alcance solo a Cristina Fernández de Kirchner y funcionarios y empresarios de menor envergadura, dejando de lado a los sectores capitalistas más consolidados y al personal político del macrismo deja ver el carácter parcial y manipulado del proceso judicial en curso y la intención de proceder a una medida proscriptiva en el plano político contra la actual vicepresidenta”. “La última palabra la tendrá la Corte Suprema, que gana con la situación una capacidad de arbitraje extraordinaria sobre la situación política. En América Latina, el poder judicial ha sido la vía para golpes antiobreros”. “Nuestro rechazo al pedido de una condena proscriptiva no debe confundirse con un apoyo político al operativo político del kirchnerismo”.

¿Quién realizó estas aseveraciones? ¿Bregman? ¿Del Caño? ¿Pistonesi? No, no: Gabriel Solano y el propio Comité Ejecutivo del Po (ver acá y acá), que ahora, meses después, en la “respuesta” pone entrecomillado “fallo persecutorio” (a CFK), como si no lo fuera.

Aunque centrista, la posición que tenía el Po nueve meses atrás, cuando el fiscal Luciani hizo su alegato pidiendo la condena a 12 años y la inhabilitación política de por vida por asociación ilícita a CFK, se fue tornando a una postura que bien podría ser rubricada por Alfredo Leuco o Luis Majul, el reinado de la derechizada “opinión pública” a la que el Po cede y se adapta.

El peligroso arbitraje de la casta judicial

En la “respuesta” del Comité Ejecutivo del Po, no hay una sola mención al rol del Poder Judicial, el más reaccionario y antidemocrático poder del régimen burgués, sino que, por el contrario, se toma al fallo condenatorio de CFK como una verdad revelada.

Quien haya leído las 1600 páginas del fallo condenatorio (o al menos un buen y confiable resumen) se habrá dado cuenta que no hay ninguna prueba de un vínculo directo (di-rec-to) y personal de CFK en la corruptela de su gobierno. Naturalmente, uno puede presumir o tener indicios que ese vínculo existió, pero el hecho incontrastable es que la “Justicia” macrista no pudo probarlo, y por eso es un fallo persecutorio (sin comillas). Y esto no es un detalle menor, sino que habla de la arbitrariedad manifiesta de una casta judicial antiobrera corrompida hasta los tuétanos que se toma la potestad de definir quién puede presentarse y quién no a elecciones y condicionar a todo el proceso político.

Si mediante meros ‘indicios’ jueces que pertenecen a otra camarilla capitalista distinta condenan a una vicepresidenta, a las y los luchadores obreros, populares y de la izquierda nos espera lo peor. No se puede luchar consecuentemente por las libertades democráticas, la absolución de los compañeros Daniel Ruiz y César Arakaki (exigencia olvidada por los oradores del PO el Primero de Mayo, a diferencia de Myriam Bregman que lo planteó claramente en su discurso), el desprocesamiento de todos los luchadores rehenes de la arbitrariedad judicial, sin una campaña sistemática contra la reaccionaria casta judicial. Y esto es el ABC del marxismo revolucionario. Los mártires de Chicago, Sacco y Vanzetti y cientos de luchadores obreros en todo el planeta fueron condenados a muerte por jueces sin pruebas, solo por ‘presunciones’ e ‘indicios’. Y no puede ser obviado que en América Latina el Poder Judicial viene siendo aprovechado por las distintas alas del imperialismo yanqui para promover causas que habiliten una ofensiva mayor, liquidando competidores locales, como ocurrió con la causa ‘Lava Jato’ en Brasil, base del golpe institucional contra Dilma Roussef y la posterior detención y proscripción de Lula, que facilitó el triunfo de Bolsonaro. El escandaloso fallo de la Corte Suprema suspendiendo las elecciones a gobernador en los “feudos” de San Juan y Tucumán (sin cuestionar las maniobras fraudulentas de las ‘colectoras’ y la Ley de lemas, que son utilizadas también por JxC) es el último acto de extraordinario arbitraje de la casta judicial sobre todo el proceso político.

Ni seguidismo al nacionalismo burgués, ni capitulación al poder judicial pro imperialista

Rechazamos y combatimos, como siempre lo hemos hecho, cualquier seguidismo al nacionalismo burgués y al “campo nacional y popular”, del tipo que fuera y por eso desde el PTS fuimos los impulsores de la creación del FIT en 2011 (y previamente el FITAS con Izquierda Socialista y el Nuevo Mas), mientras que casi todo el resto de la izquierda se integraba al kirchnerismo. Pero a ese seguidismo tan deletéreo para la izquierda, no se lo puede reemplazar -hacia allá va el Po- con una posición que le capitula a la que es, quizás, una de las principales políticas que tiene el imperialismo sobre nuestra región junto a la deuda y el FMI, y es la utilización de los poderes judiciales para disciplinar a quienes contradicen de alguna manera u otra a sus designios neocoloniales o sencillamente están en un bando opuesto a la camarilla capitalista a la que responden, en los hechos un verdadero seguidismo a la derecha gorila (similar a la “oposición” que el MST le hacía al primer gobierno de CFK de la mano de la Sociedad Rural en 2008). La presencia estelar del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, deleitando con su alocución a los ejecutivos de las empresas de la AmCham (cámara de empresas yanquis en la Argentina) es una muestra obscena más de lo que decimos.

No se puede enfrentar al gobierno ajustador, a la derecha y a Milei haciendo un frente único con el “partido” judicial.

Para desarrollar una estrategia revolucionaria es vital tener un programa absolutamente independiente de ambos bandos.

Y si alguna duda cabe, y aunque la dirección del Po no quiera o pueda entenderlo, esta posición de principios no implica ningún apoyo político ni solidaridad con CFK ni ninguna duda sobre la corrupción que existió en los gobiernos que encabezó, así como en el de Macri y los distintos gobiernos capitalistas. Cristina Kirchner es quien hoy comanda el ajuste del FMI a través de Sergio Massa y fue la mentora de este gobierno que continuó con la pulverización salarial y de las jubilaciones de Macri, multiplicó la precarización laboral, y llevó a millones de familias a la pobreza. Por el contrario, la militancia del PTS hace denodados esfuerzos para organizar a los sectores combativos y antiburocráticos en el movimiento obrero que enfrentan a la burocracia oficialista, al movimiento estudiantil combativo y utilizará la tribuna electoral para llamar a la organización y lucha encabezada por la clase trabajadora para derrotar el ajuste de Alberto, Massa y Cristina y el FMI mediante la huelga general.

Una peligrosa adaptación al régimen y al Estado. Una discusión de programa y estrategia política

Tenemos alguna coincidencia con Gabriel Solano quien en su discurso en la Plaza el Primero de Mayo planteó que lo que estamos discutiendo bajo la forma de candidaturas es “cuál es el programa, cuál es la estrategia política, cómo va a ser la izquierda, todo lo contrario al arribismo”. Y de eso se trata este debate.

Hablemos de arribismo, electoralismo. Hablemos de la “izquierda light”. En Salta, el Po abandonó en segundos sus “principios” llevando en las listas a Samuel Huerga sin crítica alguna de lo que sucedió en Orán, apenas consiguieron que Claudio del Plá fuera el candidato a gobernador (ver acá), algo que el MST celebró como una verdadera victoria dentro de su ya clásica estrategia oportunista.

El PO comparte con Barrios de Pie/Libres del Sur la conformación de la Unidad Piquetera, que, según la “respuesta”, serían los únicos con potestad para decidir y resolver el plan de lucha para liberar a los presos del Polo Obrero en Mendoza. Pero resulta que Barrios de Pie/Libres del Sur, es parte del gobierno represor de Suárez en Mendoza - ahora la alianza con el bullrichista Cornejo-, por lo tanto y naturalmente, se negó a movilizarse contra su gobierno, como tampoco se movilizó por la absolución de Ruiz y Arakaki el día de la audiencia en el tribunal de alzada y, consecuentemente, no participaron de la exitosa audiencia en el Congreso por el mismo tema (algo que Po ocultó en forma deliberada). Silvia Saravia, la otra vocera de la Unidad Piquetera junto a Belliboni, fue funcionaria de Alicia Kirchner en el Ministerio de Desarrollo Social y ahora es candidata a gobernadora por su fuerza política en la provincia de Buenos Aires, para competir contra el FITU bajo la candidatura presidencial de Jesús Escobar, ex funcionario del intendente radical Farizano de Neuquén, y luego fue parte de las listas que postulaban al derechista Marcelo Bermúdez de la UCR a gobernador. Ya hemos dicho en otra nota algunas otras “perlas” de estos aliados del Po, su integración al derechista gobierno de Sáenz en Salta y a la intendencia de Córdoba a cargo del schiarettista Martín Llaryora y ahora integrándose directamente al armado electoral del PJ provincial, sus alianzas con Randazzo, Lavagna y previamente con el macrista Alfonso Prat Gay… La “respuesta” del Po no dice ni “mú” frente a la imputación que hicimos en nuestra carta: en la última década el Po le dedicó una (1) sola pequeña nota de crítica a esta corriente, frente a las cientos de notas con injurias de todo tipo y color al PTS. Dime con quién andas…

El PO comparte con Barrios de Pie algo muy importante, en vez de tener una política para fomentar la autoorganización de los sectores más explotados de la clase trabajadora, aún con una política independiente del gobierno, el Po se adapta a un manejo arbitrario de los planes, incluso para movilizar para sus propios actos políticos. Estos movimientos se transformaron en colaterales de distintas agrupaciones políticas donde, contrariamente a la tradición del socialismo revolucionario, están prohibidas las tendencias políticas y solo rige el monolitismo de la corriente política que dirige.

Así, fue reduciendo en los hechos la histórica fuerza del movimiento piquetero para luchar junto al resto de la clase trabajadora, liquidando gran parte del programa transicional (la lucha por el reparto de las horas para conquistar puestos de trabajo y unir la fuerza de ocupados y desocupados, etc.). Como es público y notorio, esta construcción unilateral hizo que el Po fuera abandonando gran parte de sus posiciones en el movimiento obrero ocupado y en el movimiento estudiantil y ni que hablar de alguna actividad internacionalista (fue la única corriente del FITU que no viajó a Perú durante el último levantamiento popular) y la permanente lucha teórica e ideológica contra distintas corrientes reformistas de izquierda, resortes claves para cualquier estrategia que se precie como revolucionaria. La independencia del gobierno de turno no necesariamente garantiza la independencia del Estado burgués.

Dicho esto, queda claro por qué rechazamos el “congreso” del FITU que propone el PO, a la que se sumó ahora el MST con su propuesta de “asamblea abierta” para que se determine el programa y las candidaturas de nuestro Frente con compañeros y compañeras de lucha que no necesariamente comulgan ni siquiera con la izquierda en general (el propio Solano reconoció en varios reportajes que en el propio Polo Obrero hay compañeros que estarían por votar a Milei…).

Para las miradas obtusas e interesadas generadas por el Comité Ejecutivo del PO contra el PTS, nuestra histórica crítica a cómo se organiza el movimiento piquetero no es óbice de nuestro total apoyo a la lucha y las reivindicaciones de la Unidad Piquetera que enfrenta en las calles al ajuste de Massa y el FMI, y en contra de cualquier apresto represivo, principio que hemos sostenido desde siempre, desde los primeros levantamientos en Cutral Có, los cortes en Ruta 3, las asambleas piqueteras, cientos de marchas e iniciativas desde Zanon y MadyGraf y nuestro planteo de un Encuentro Nacional de Ocupados y Desocupados que Myriam Bregman reiteró en el acto del Primero de Mayo.

El PO decidió ir a las PASO

Las diferencias de estrategia y práctica política entre los distintos componentes del FITU no son nuevos, incluso no impidieron que lográramos listas comunes en procesos electorales de años anteriores y ahora en la mayoría de las provincias y ciudades con elecciones anticipadas (Neuquén, Río Negro, La Pampa, San Juan, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Trelew, etc.), algo por lo que bregó el PTS, aun realizando numerosas concesiones, y reivindicamos. Pero el Po con su cantinela de que el PTS y, particularmente, su precandidata a Presidenta Myriam Bregman se adaptó al kirchnerismo (es decir, que el PTS de conjunto habría abandonado la independencia política), decidió utilizar las PASO nacionales para impugnar la precandidatura de Myriam y continuar con esa política, como ya lo hicieron unilateralmente en Mendoza y todo indica que también en Santa Fe, sabiendo desde el vamos que naturalmente no coincidimos en convocar a un “congreso” o “asamblea” donde deberíamos poner bajo el sufragio de compañeros de lucha que no necesariamente acuerdan con la orientación política del FITU a nuestro programa y candidaturas. En el PTS hay una deliberación permanente de toda la militancia y quienes participan voluntariamente en nuestras asambleas abiertas, que son quienes democráticamente votan el programa y a las candidaturas que mejor les representan. En estas condiciones de la lucha de clases, en las PASO, que ha decidido utilizar el PO contra Myriam Bregman y el PTS y es un recurso que ya hemos utilizado en otras ocasiones (aunque seguiremos rechazando el piso proscriptivo), votarán a las listas del FITU quienes hayan decidido conscientemente apoyar al programa de nuestro Frente, rechazando las múltiples ofertas del oficialismo, Milei y el resto de la oposición de derecha, del peronismo federal y de otras pequeñas formaciones de izquierda que también tendrán sus boletas en el cuarto oscuro.

Le guste a quien le guste, el PTS continuará defendiendo su programa y desarrollando su estrategia revolucionaria, con total independencia del gobierno, el régimen y el Estado en todas sus formas, su internacionalismo militante (hoy con epicentro en Francia), el desarrollo de la intelectualidad marxista a través de una revista teórica semanal, impulsando la única editorial socialista de la Argentina, luchando por la autoorganización de las masas explotadas y oprimidas contra todas las alas de las distintas burocracias, insertándose en las principales posiciones estratégicas de la clase trabajadora, única palanca que puede desarticular el poder burgués e imponer un gobierno de las y los trabajadores.

1 Polémica en Argentina: la corrupción no se puede enfrentar con la persecución política de la casta judicial

Pedido de condena a CFK. Continúa el debate en el Frente de Izquierda

Polémica. El PO y un relato faccioso

Polémica. El Partido Obrero y el fallo condenatorio a CFK

Una vez más y en forma deliberada. El PO se equivoca de enemigo