En medio de las medidas de guerra comercial que viene imponiendo Donald Trump contra China y otros países, los BRICS bregan por el comercio multilateral.
Viernes 27 de julio de 2018
El bloque de potencias emergentes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que se reúne en Johannesburgo, Sudáfrica, se comprometió el jueves a reforzar el libre comercio multilateral, marcando una clara diferencia con la orientación proteccionista y unilateral que propugna EEUU bajo la administración Trump.
"Haremos todos los esfuerzos por fortalecer el sistema de comercio multilateral", afirmaron los líderes de los BRICS en la "Declaración de Johannesburgo", el comunicado final de la décima cumbre del bloque.
En el documento, los presidentes de Brasil, Michel Temer; Rusia, Vladímir Putin; China, Xi Jinging; Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; y el primer ministro de India, Narendra Modi, coincidieron en subrayar que el comercio mundial afronta "desafíos sin precedentes".
El bloque, que representa un 40% de la población mundial y 23% del producto interno bruto del planeta, defendió una economía global "abierta" regida por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y también valoró el "papel central de la ONU" en asuntos mundiales.
Aunque ni el comunicado ni los gobernantes de las potencias emergentes mencionaron nunca a EEUU, la deriva unilateral y proteccionista de Donald Trump, que en los últimos meses directamente declaró guerras comerciales contra la Unión Europea (UE) y sobre todo contra China, ha sido claramente el blanco de las quejas de los líderes en la cumbre.
No obstante, las diferencias se sintieron al interior del grupo en los propios discursos. El mandatario más duro con Washington fue Xi, que instó al bloque a "rechazar rotundamente el proteccionismo" y abrazar el "multilateralismo" para que las disputas se resuelvan "mediante el diálogo".
Hay que tener presente que el pasado día 20, el inquilino de la Casa Blanca aseguró estar "dispuesto" a imponer aranceles a las importaciones procedentes de China por valor de 500.000 millones de dólares, en la que sería la tercera batería de gravámenes al gigante asiático en 2018
Mucho más templado se mostró Putin, quien no pronunció palabra sobre el unilateralismo del presidente estadounidense, con quien se entrevistó este mes en la cumbre de Helsinki, y donde ambos mandatarios se mostraron favorables a desarrollar buenas relaciones entre Rusia y EEUU, postura que incluso le valió grandes críticas a Trump desde distintos sectores políticos incluyendo el propio Partido Republicano.
El mandatario ruso, que se ausentó el miércoles en la primera jornada de la reunión de los BRICS y llegó recién el jueves a Johannesburgo, se limitó a valorar la "colaboración estratégica" entre los países del bloque para "resolver problemas" en el mundo.
Por su parte, el presidente ilegítimo de Brasil, Michel Temer, abogó por "eliminar barreras en lugar de levantarlas" para conseguir un progreso "compartido" y que las economías sean abiertas. Esta política, impulsada por quien llegó al poder mediante un golpe institucional, ha militarizado ciudades como Río de Janeiro y viene profundizando el ajuste y las reformas contra los trabajadores y el pueblo que ya venía aplicando el gobierno de Dilma Rousseff, es un claro recordatorio de que “libre comercio” o “proteccionismo”, “multilateralismo” o “unilateralismo”, no son opciones sobre las que deban elegir los trabajadores y los pueblos oprimidos.
Ninguna de esas falsas alternativas defiende los intereses populares, por el contrario ambas coinciden en aplicar ajustes y contrareformas para garantizar y fortalecer los negocios de sus propios monopolios y grandes capitalistas.
En el marco de la cumbre, el golpista Temer se apuntó un tanto al firmar los líderes del bloque un acuerdo para crear una oficina americana para el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), ubicada en la ciudad brasileña de Sao Paulo.
El NBD, con sede central en Shanghái (China), es una entidad de fomento creada por los BRICS en 2014 para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible tanto en los países socios como en otras economías emergentes.
Otro mandatario latinoamericano, el presidente argentino Mauricio Macri, participará este viernes en la última jornada de la cumbre en calidad de presidente de turno del G20 (grupo de economías desarrolladas y emergentes).
Macri, que viene imponiendo un duro ajuste económico y un endeudamiento monumental para financiar fuga de capitales y otros negocios, también esgrime el “libre comercio” como taparrabos de su política de entrega al capital internacional. Llegó a Johannesburgo el jueves y mantuvo reuniones bilaterales con Xi y Putin para tratar de llevar inversiones de esas potencias a Argentina.
En ambos casos se mostraron muy interesados en fortalecer el comercio mutuo, sobre todo en sectores donde las grandes empresas chinas y rusas podrían sacar importantes beneficios, como la minería (entre ellas de uranio), transporte, agronegocios y negocios financieros entre otros.
Macri intervendrá en el foro "BRICS Plus", una iniciativa diseñada para aumentar la cooperación entre países emergentes, junto a los presidentes de Turquía, Tayyip Recip Erdogan; y de Jamaica, Andrew Holness.
La cumbre de Sudáfrica, que organiza la reunión como presidenta de turno del bloque y hace de valedora de África, culminará también con una sesión de trabajo a la que acudirán líderes africanos para estrechar los lazos de ese continente con los BRICS.