Los seis candidatos a presidente, en un debate que no fue tal, expusieron sus proyectos políticos sin derecho a réplica. En esta nota escribo una reflexión sobre el bloque "Derechos Humanos, Género y Diversidad" y las posiciones de los candidatos y sus fuerzas políticas.
Viernes 18 de octubre de 2019 13:25
Misoprostol como caramelos y aborto legal
La posición de los candidatos respecto al aborto quedó en evidencia para todas las mujeres y disidencias que peleamos por el derecho elemental a decidir sobre nuestros cuerpos y dejar de morir por abortos clandestinos.
En el extremo de ultra derecha, el candidato abiertamente pro aborto clandestino, Juan José Gómez Centurión, repitió en varias ocasiones que “se reparte misoprostol como si fueran caramelos”. Gómez Centurión miente. En muchos hospitales públicos solo es usado para inducir el parto y no para interrupciones legales de embarazo.
Aquellas personas que lo necesitan sólo lo pueden adquirir en las farmacias, bajo muchas trabas o de forma clandestina. Como si fuera poco, se pronunció a favor de eliminar todos los protocolos para los casos de interrupción legal del embarazo (ILE) como en los casos de violación.
Macri, Lavagna y José Luis Espert esquivaron al tema que abrió Nicolás del Caño, que se pronunció a favor de la legalización del aborto y saludó al Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, reivindicando la fuerza del movimiento imparable que surgió al grito de Ni una menos en el 2015.
El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, que hasta el domingo sólo se había pronunciado a favor de la "despenalización", dijo que había que “tender hacia la legalización”. Lo que omitió decir es la alianza que mantiene con los sectores de las cúpulas de la iglesia y de los gobernadores antiderechos como Manzur, que obligó a una niña de once años que fue violada, a parir. Una verdadera tortura.
El gobierno de Alberto Fernández, a partir del 10 de diciembre, tendrá una amplia mayoría a su favor en ambas cámaras y una alianza con la gran mayoría de los gobiernos provinciales. ¿Qué hará el Frente de Todos frente a esta demanda histórica del movimiento de mujeres?.
Como venimos denunciando desde el Frente de Izquierda, la unidad de pañuelos verdes con celestes que levantó Cristina Fernández no es el camino, tampoco las alianzas con sectores ligados a las cúpulas eclesiásticas. No hay que “tender hacia la legalización” hay que legalizar y levantar, de manera urgente, la separación de la iglesia del Estado.
El movimiento de mujeres en nuestro país es un ejemplo de cómo luchar y en las calles se deberá dirimir esta pulseada. Como expresó Nicolás del Caño: “las mujeres volveremos a salir a las calles y esta vez, será ley”.
El curro de los derechos humanos
Si las expresiones “reparten misoprostol como caramelos” o “estamos de acuerdo con la educación sexual en la medida que sea la continuación de la educación materna y que no degenere en ideología de género” sorprendieron por su contenido conservador y reaccionario en el primer debate presidencial, las posiciones sobre la última dictadura genocida de los candidatos Gómez Centurión y Espert no se quedaron atrás.
En sintonía expresaron abiertamente su postura negacionista sobre el rol del Estado genocida y las consecuencias terribles que tuvo la última dictadura militar en nuestro país.
Gomez Centurión dijo que hubieron “víctimas de la subversión” y nombró al parque de la memoria como un homenaje a los asesinos. Por su parte, Espert expresó que “en Argentina, los derechos humanos parecen haber sido secuestrados solo por los defensores de una parte de los asesinos durante los 70, aquellos que se esconden bajo la pollera de Hebe de Bonafini. Basta del curro de los derechos humanos”.
Como si no bastara, cuestionó el encarcelamiento a los militares, poniendo en duda los testimonios de miles de familias que perdieron a sus hijxs, a sus nietxs, a sus padres, producto de la tortura y la persecución política de una dictadura que liquidó a una generación revolucionaria.
La ideología detrás del relato
Cuando hablan de los “trágicos 70” aluden a una guerra entre dos bandos; niegan el rol que el Estado y los militares ejercieron por medio de la fuerza y el terror en un plan sistemático de aniquilamiento a un sector política e ideológicamente contrarios a sus intereses. Como si pudieran reescribir la historia, hablan de guerra sucia, niegan los 30 mil desaparecidos, el exterminio y el genocidio de clase que pretendía aplastar el ascenso obrero surgido en el Cordobazo y que, desde antes del golpe, se atrevió a cuestionar al peronismo en el poder.
Los subversivos, los terroristas, son todxs esxs obrerxs organizados por fábricas, con coordinadoras interfabriles combativas e independientes de la burocracia sindical, que fueron un ejemplo de lucha contra los planes de ajuste del gobierno peronista primero y contra el gobierno de facto después.
Mauricio Macri, que no quiso atreverse a tanto, días antes del debate participó de un “homenaje a las víctimas de la guerrilla” en el Regimiento de Patricios, en Palermo y denunció que decidieron otorgar un subsidio extraordinario a los familiares de los fallecidos en defensa del Regimiento de Infantería de Monte número 29.
Desde el Frente de Izquierda, exigimos la apertura de los archivos de la dictadura que permitiría terminar con la impunidad de todos los que fueron parte del genocidio, conocer el destino de los desaparecidos, ayudar a encontrar a los cientos de niñxs apropiados durante la dictadura y que hoy siguen sin conocer su verdadera identidad.
En 2014, el candidato a presidente Nicolás del Caño interpeló en el Congreso al entonces Jefe de Gabinete kirchnerista, Jorge Capitanich, para que diga cuántos y cuáles son los nombres de los integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad que estuvieron durante la dictadura y que aún hoy tienen funciones en esas instituciones. La respuesta del gobierno de los DD.HH fue que se trataba de un “secreto militar”.
Nicolás del Caño denunció que esa respuesta está basada en un decreto firmado en el año 1963 durante el gobierno de facto de Guido y que el entonces gobierno nacional de Cristina Fernández de Kirchner no derogó ni tuvo la intención de hacerlo, para dar a conocer los nombres de los cómplices de los asesinos de nuestrxs 30.000 compañerxs detenidos desaparecidxs.
Tampoco olvidamos que en el 2013, el gobierno de Cristina Kirchner nombró a Milani Jefe del Ejército y quedó impune, a pesar de las pruebas para condenarlo, por el secuestro y tortura sufridos por Pedro y Alfredo Olivera.
Frente a las políticas de reconciliación con los militares, con el bando genocida de la última dictadura, nosotrxs no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos”, levantamos las banderas de cárcel común y efectiva para todos los genocidas militares y civiles, por juicio y castigo a todos los responsables, por los 30000 compañeros detenidos desaparecidos presentes, ahora y siempre.
1- Para conocer más sobre el análisis de este período, recomiendo la lectura de “Insurgencia obrera en la Argentina 1969-1976” de Facundo Aguirre y Ruth Werner