Hace unos días se filtraron las cifras que demuestran los abultados sueldos que cobran los funcionarios públicos de Quilmes.
Una vez más la brecha entre los que día a día salen a trabajar para sobrevivir, sin llegar a fin de mes, se choca con el contrapuesto de quienes viven con privilegios a costa de acceder a cargos políticos.
Domingo 19 de enero de 2020 21:00
Mayra Mendoza, intendenta electa por el Frente de Todos y militante de “La Cámpora”( sector que se define kichnerista) , cobrará un sueldo de $304.903,68 mientras un preceptor percibirá $9.703 o un maestro inicial con doble turno $21.346. La lista de las cifras es más larga y no sólo zanja una profunda desigualdad con trabajadores de la educación, sino también entre trabajadores de la salud y personal administrativo municipal en relación a los funcionarios de las más altas jerarquías, como un concejal que ronda los $95 mil.
Te puede interesar:
Escandalosas liquidaciones para funcionarios quilmeños de la gestión de Martiniano Molina
En el marco de los tarifazos, impuestos municipales y servicios a la suba, despidos y aumento del desempleo - el Gran Buenos Aires ronda el 13% de desocupación- son miles y miles las familias trabajadoras que no llegan a fin de mes con una canasta básica de alrededor de $55.836 de valor – según la Junta Interna de ATE Indec – y con la mitad de los trabajadores cobrando un sueldo promedio de $21.000, la noticia causó indignación.
Te puede interesar:
Quilmes: Martiniano Molina y Mayra Mendoza acuerdan un impuestazo del 48 % en las tasas
¿Cómo puede alguien que percibe $3.648.000 anuales saber cuáles son las necesidades de alguien que cobra $252.000 en el mismo período?
Estas cifras no son una cáscara vacía; conllevan niños que van a los comedores escolares con bajo presupuesto, problemas edilicios que ponen en riesgo a niños, jóvenes y trabajadores de la educación, necesidades básicas insatisfechas, familias que alquilan lo que su poder adquisitivo les permite y viven hacinadas y un sinfín de situaciones que sólo los trabajadores y trabajadoras conocen de cerca.
Quiénes deberían gobernar para las grandes mayorías viven como ricos y más de una vez hemos visto como los favorecidos no son los más pobres, muy en sintonía con sus condiciones de vida.
La disputa de la política de los cargos
Apenas la intendenta de Quilmes asumió su cargo se encontró con Ricardo “Oly” Arguello (PJ) quién hizo público el reclamo, que abría el primer round entre “La Cámpora” y el PJ, donde exigía los puestos y contratos de trabajo prometidos para la militancia que habían puesto a disposición de la campaña del Frente de Todos, espacio que comparten. Una contienda que dejaba a las claras la conclusión de que nada se hace gratis, sólo por convicción, cuando se milita con sueldos abultados y la posibilidad de elegir a dedo a quienes tendrán cargos que pagan favores, cuando hace sólo un mes atrás Ángel García – secretario de Servicios Públicos de Mayra Mendoza – advertía sobre el "excesivo gasto público que generan los sueldos de empleados del municipio", incluso agregando que no es necesaria la plantilla de trabajadores existente, al igual que Martiniano Molina al iniciar su mandato. ¿No tan distintos?
Este tire y afloje cerró en un acuerdo que ronda 780 mil pesos por mes por 30 contratos de menor escala y 3 en el ejecutivo, mientras las filas para conseguir empleo pintan la postal de una crisis pagada por los trabajadores y las trabajadoras.
La pelea por una política de la clase trabajadora
Hay otra forma de hacer política. El Frente de Izquierda y Trabajadores Unidad (FIT) ha presentando en todas las cámaras legislativas el proyecto para que todo funcionario cobre lo mismo que un docente; como ya lo han demostrado Nicolás del Caño y Myriam Bregman del PTS-FIT, para nombrar dos ejemplos, que aportan sus dietas a los fondos de lucha de los que dan la pelea en contra de los despidos o cierres de fábrica. Este proyecto nunca tuvo el apoyo de los partidos mayoritarios que son también los que enarbolan el discurso de la solidaridad de los más que tienen con los más necesitados.
A diferencia de los sueldos que alejan la vida de un trabajador a de un legislador como se puede ver en Quilmes y otras localidades y provincias, el FIT es conocido por tener sus listas repletas de trabajadores de base que luego de cumplir sus mandatos (con bancas rotativas) vuelven a sus puestos de trabajo.
Te puede interesar:
La diputada del FIT Mónica Schlotthauer vuelve a trabajar en el Ferrocarril Sarmiento
Carla Lacorte fue candidata a intendenta por el partido de Quilmes, es trabajadora de comercio, militante por los DDHH y militante del PTS-FIT y el CEPRODH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos), y es reconocida por su apoyo a luchas obreras y contra el gatillo fácil. Expresó al respecto: “Nosotros somos defensores de que los funcionarios cobren lo mismo que un trabajador porque no puede seguir prevaleciendo el privilegio de una casta sobre los millones de pibes que viven con sus familias en los barrios sin llegar a fin de mes.
Durante estos años se votaron las leyes de un ajuste brutal a los trabajadores y sus condiciones de vida, votos tanto del peronismo (PJ) como de Cambiemos.
En Quilmes vimos como cerraron Kimberly Clark, Ansabo, Eitar, Petronas -para nombrar algunas- de forma fraudulenta dejando a centenares de trabajadores sin sustento para sus familias, por eso hemos aportado a esas luchas y las seguimos apoyando. Esa es nuestra causa militante. Por eso hacemos política desde los trabajadores para los trabajadores.
Nosotros siempre estamos del mismo lado”.