En el marco de los actos por el Bicentenario el presidente habló desde Jujuy. Un discurso que combinó demagogia, retórica neoliberal y autojustificaciones.
Daniel Satur @saturnetroc
Viernes 8 de julio de 2016 22:41
Anoche, desde un escenario ubicado en las escalinatas del Monumento a los Héroes de la Independencia en la Quebrada de Humahuaca, habló el presidente Mauricio Macri, acompañado por el gobernador jujeño Gerardo Morales. No fue por cadena nacional pero sí fue transmitido en vivo por varios canales y radios.
La demagogia, la retótica neoliberal que lo caracteriza y una serie de autojustificaciones sobre las políticas en curso transformaron el evento en una tribuna del PRO. Nada que envidiarle a las largas diatribas de Cristina Fernández, esas que cuando era oposición Macri criticaba con tono republicano.
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Con muy poca convicción Macri rindió homenaje “a las generaciones y generaciones de pueblos originarios que han recorrido estos caminos, que hoy son orgullo de los argentinos y son una carta de presentación al mundo”.
A su vez le manifestó a los “queridos jujeños” que hoy, “en todo el país, en cada rincón, estamos festejando este momento. En cada lugar, con su propia identidad y esa diversidad cultural que tanto nos distingue y nos potencia”.
Independencia e individualismo
Macri aprovechó la oportunidad para desglozar algunos tópicos neoliberales, aunque cuidando ciertas formas y sin apartarse de la conmemoración.
“Todos estamos pensando qué pasó hace 200 años”, dijo el presidente. “¿Qué tuvieron ese conjunto de ciudadanos comunes y corrientes para haber encarado esta gesta de animarse a pensar en ser libres e independientes? Porque no se trata solamente de que el país sea independiente, o que el Estado o una provincia. Es que cada uno de nosotros sea independiente”, afirmó.
“Ser independiente conlleva una responsabilidad de desarrollarse y no estar esperando qué hacen los demás por uno sino qué hace uno por todos los demás. Y esperar que el Estado nos guíe, nos acompañe, pero no que nos condicione y nos aplaste”, sentenció Macri con aire doctrinario.
“Esas personas no eran superhéroes”, dijo en referencia a quienes protagonizaron los hechos de hace 200 años. “Ellos también tenían miedos y dudas. Pero el coraje, la decisión y la necesidad de ser protagonistas fue más. Y por eso dijeron ’basta con España, queremos conducir nuestro propio camino’”, agregó levantando levemente la voz.
“Pasaron 200 años. Y hoy, parado acá en Humahuaca, le pido a todo el país lo mismo: que cada argentino se anime a ser protagonista, que cada uno de ustedes crea en sí mismo, en sus capacidades, en su talento, en su creatividad”, insistió Macri. Y pidió que “no tengamos miedo, no escuchemos a aquellos que se han enfermado con el poder. Porque estamos caminando hacia el país que soñamos, claramente. Y con otros valores. Con uno fundamental que les he propuesto: decir la verdad. Porque la verdad es respeto y ustedes merecen ser respetados."
¡Viva la Patria! ¡Viva Argentina! #FelizIndependencia pic.twitter.com/Clb5wRikAc
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 9 de julio de 2016
Autojustificaciones
Macri aprovechó la oportunidad para explicar, a su manera, la situación actual del país.
“La verdad a veces es dura”, dijo y agregó que él sabe que “el punto de partida ha sido muy difícil. Encontramos un Estado devastado, saqueado. Y cada día nos enteramos de nuevas cosas que nos indignan, nos enojan. Nunca imaginamos que iba a ser tanto el saqueo y el abuso”. Los casos de corrupción, bolsos voladores y pases de factura entre exfuncionarios kirchneristas caídos en desgracia le vinieron muy bien al presidente.
“Pero estamos acá”, continuó. “Estamos nosotros, con nuestra fuerza. Todos los argentinos para empezar a caminar por el camino correcto”.
Y ahí sí aparecieron las referencias a sus políticas de ajuste y achicamiento del bolsillo popular, pero obviamente en tono autojustificador. “Para evitar el abismo, me vi obligado a tomar decisiones difíciles, duras, que me duelen porque sé que a muchos argentinos les está costando”, afirmó con cara seria. “Pero créanme que si hubiera habido una alternativa no hubiera tomado estas decisiones. Y no la había”, sentenció.
Volviendo a la demagogia (rozando el cinismo), Macri aclaró frente a la concurrencia que su gobierno ha tomado “muchas medidas para cuidar a aquellos que están en situación más vulnerable. Hemos puesto tarifas sociales, hemos ampliado las asignaciones universales y las familiares, nos estamos ocupando de nuestros abuelos”.
Y cambiando a un tono más optimista agregó que también su gestión sacó “las trabas para poder crecer. Y ya el país se prepara para crecer como nunca antes. Empezamos a bajar la inflación, empezamos a trabajar para volver a tener gas y electricidad porque sin energía no podemos vivir, no podemos crecer. Hemos puesto en marcha el Plan Belgrano, de reparación histórica para el norte argentino”.
Por último Macri dijo que es necesario tener “la grandeza de sabernos escuchar y de saber trabajar en equipo. Porque solo así vamos a superar la enorme brecha que existe hoy entre la Argentina que somos y la que tenemos que ser y queremos ser”.
Con retórica de campaña electoral cerró con su clásica arenga. “Trabajando juntos todos los argentinos, porque es aquí, es ahora, juntos, diciéndonos la verdad, que vamos a salir adelante. ¡Vamos Argentina! ¡Viva la Patria! ¡Gracias! ¡Los amo!”, concluyó.
Segundos después, un carnavalito subiría por los parlantes a modo de cierre. Quizás la música fue la culpable de que no se escuchara ningún aplauso.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).