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Red Internacional
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Francia. Macron anunció nuevos confinamientos y cierra escuelas por el avance de la pandemia

Se prohíben los viajes a más de 10 kilómetros. Desde el lunes, también cerrarán escuelas e institutos de secundaria. Un año después, con la pandemia fuera de control cae la confianza en Macron

Miércoles 31 de marzo de 2021 20:07

El Gobierno francés extenderá las medidas contra el coronavirus a todo el país, durante cuatro semanas, según anunció este miércoles el presidente Emmanuel Macron, reforzando las medidas existentes como el toque de queda general de siete de la tarde a seis de la mañana, en 19 departamentos, incluido el parisino.

Con las cifras de contagios disparandose en Francia, este jueves se sumaron 59.038 positivos y con más de cinco mil personas en cuidados intensivos, superando así el pico de la segunda ola, es en el contexto de una situación crítica. El discurso fue esperado dado que la situación señala el fracaso de la estrategia del Gobierno, para hacer frente a la pandemia, que casi no habría tenido impacto en la epidemia, como subrayó Gilles Pialoux, jefe del departamento de enfermedades infecciosas, desde el hospital de Tenon. en France Info .

Entre las medidas anunciadas está el cierre de comercios no esenciales, la ampliación del teletrabajo y la prohibición de desplazarse a más de 10 kilómetros a menos que sea por un "motivo imperioso".

También se anunció el cierre de las escuelas e institutos de secundaria por lo menos 3 semanas. Así, las guarderías, escuelas, colegios y secundarios cerrarán la semana que viene y, según el plan oficial, se impartirán clases a distancia, luego todos los establecimientos estarán de vacaciones.

En las últimas semanas los docentes han advertido sobre la falta de un protocolo de salud a la altura en las escuelas. Según los datos oficiales la tasa de incidencia entre los jóvenes de 15 a 19 años es de 850 por cada 100.000 en los últimos siete días, frente a los 377 del conjunto del país.

Macron prefirió cerrar las escuelas antes que responder a las demandas de más recursos humanos, económicos y salud en las escuelas, en los anuncios no mencionó ni un centavo para los trabajadores de la educación.

En muchas zonas, las escuelas cumplían el papel de garantizar un plato de comida para muchos jóvenes y la posibilidad de acceder a clases para los estudiantes que no tienen acceso a una conexión remota.

El aumento de los contagios e internados en cuidados intensivos, no alcanzó para que el Gobierno revea su política hacia la pandemia. Macron pronunció un discurso en la estricta continuidad de su negativa al más mínimo “mea culpa” tras la fallida “apuesta” del pasado mes de enero. Negando la situación, el Jefe de Estado insistió en la idea de que la epidemia se había mantenido "bajo control". Incluso llegó a afirmar haber tenido "razón" en su estrategia y permitirle ganar "preciosos días de libertad" a los franceses.

El fracaso de la estrategia de salud llega hasta el punto de que el Jefe de Estado tuvo que anunciar varias medidas, que tienen en común que se basan en el autosacrificio de los trabajadores de forma constante. Al personal de salud, Macron pidió un "esfuerzos adicionales" para incrementar el número de plazas en cuidados intensivos, prometiendo refuerzos mediante la movilización de voluntarios, estudiantes o jubilados. Además, ha optado por extender sus medidas de confinamiento a todo el territorio, aunque han demostrado que por sí sola son ineficaces como se vió en las zonas donde ya se han aplicado.

Macron ha exagerado el triunfalismo de la campaña de vacunas. El Presidente ha prometido metas ambiciosas y "vacunar sin tregua", mientras en el país siguen faltando las dosis. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Francia comenzó a vacunar el 23 de diciembre y hasta el momento solo administró vacunas al 12,8% de su población total.

El presidente Macron quiso escenificar la implementación de medidas difíciles, pero lo único que queda detrás de los anuncios es la continuidad de una estrategia que ha llevado al país al desastre actual. Una situación diferente se daría su los sectores de trabajadores más golpeados por la crisis tomarán en sus manos imponer medidas de salud y medios adecuados, en escuelas o empresas. Un primer paso para retomar el control de una lucha contra la epidemia que las clases dominantes obstaculizan por su obsesión por el lucro, como se ve en la guerra de los laboratorios por la vacunas o en la falta de presupuesto para los hospitales públicos.