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Red Internacional
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18 de octubre. Miles se movilizaron al cumplirse dos años de la rebelión popular en Chile

Este lunes se cumplió un nuevo aniversario de la rebelión popular que comenzó las protestas de la juventud contra el aumento transporte público y generó masivas protestas contra la herencia de la dictadura.

Lunes 18 de octubre de 2021 20:10

Las pensiones de hambre, bajos sueldos, el problema de la vivienda y deudas en salud y en educación de millones de familias trabajadoras, entre otras demandas, generaron un movimiento de masas exigiendo una Asamblea Constituyente. El movimiento se desató el 18 de octubre de 2019, y acaba de cumplir dos años con movilizaciones en las principales ciudades mostrando que la mayoría de esas demandas aún no fueron resueltas.

Ese 2019 de lucha tuvo distintos hitos. El 12 de noviembre fue el punto cúlmine de la rebelión, con una huelga general protagonizada por distintos sectores de trabajadores acompañado por movilizaciones en los barrios, y que puso en jaque al regimen de los 30 años. Tres días después se generó un pacto a puertas cerradas con los partidos políticos del parlamento desde la derecha de Chile Vamos (Piñera) y la UDI hasta el Partido Comunista y el Frente Amplio, encabezado por Gabriel Boric.

Mientras se firmaba este pacto a espaldas del pueblo, en la madrugada del 16 de noviembre moría Abel Acuña en Plaza Dignidad producto de la represión, sumándose a una larga lista de víctimas de la violencia policial entre asesinados por las FF.AA. y Carabineros, lesionados, mutilados, torturados y alrededor de 600 presos políticos de la rebelión sin pruebas ni debido proceso.

¿Por qué Piñera sigue en el poder?

Pasaron dos años y el presidente Piñera sigue impune, aunque con un gobierno débil y cuestionado por su aparición en los Pandora Papers por negocios fraudulentos con mineras contaminantes. El presidente recibió la notificación de la Acusación Constitucional en su contra, pero este método institucional ya lo ha salvado en más de una ocasión: cuando fue acusado por la violación a los derechos humanos en plena rebelión.

Hoy no sólo Piñera enfrenta una crisis política, sino el conjunto de los partidos de los 30 años: la derecha de Chile Vamos pierde credibilidad entre su sector con los balbuceos de Sebastián Sichel, el abanderado de Piñera, al negar su participación como lobbista de la minería; la ex Concertación, de la ex presidenta Michelle Bachelet a través de figuras añejas como Yasna Provoste no convence a nadie, el Frente Amplista Gabriel Boric acomoda su discurso hacia el sector empresarial para ampliar el espectro de votantes y el fenómeno ultraderechista de José Antonio Kast se instala ante la debilidad de Sichel.

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El desvío que fue la Convención Constitucional, dirigido por el bloque de Apruebo Dignidad (PC), la ex Concertación y la derecha, terminó fortaleciendo el legado de la Constitución de Pinochet al subordinar la convención al parlamento. El acuerdo termina manteniendo la regla constitucional que permite que las nuevas normas se veten con un tercio de la convención, efectivamente dandole poder de veto a la derecha. Y a pesar del levantamiento del toque de queda.- que duró un año y seis meses- en pandemia, Piñera decreta estado de emergencia militarizando las regiones del Bío Bío y La Araucanía contra el pueblo nación mapuche, cediendo a las presiones del sector ultraderechista y empresarial.

A retomar el camino de la rebelión: Por la coordinación de todas las luchas

Una nueva recomposición sindical se desarrolla a través de luchas económicas y demandas abiertas que tomó la rebelión; como el derecho a una salud pública y de calidad, la libertad de los presos de la rebelión y mapuche, entre otros. En todo el país hemos visto huelgas aisladas, paros dispersos y manifestaciones de trabajadores.

Los trabajadores de la salud a inicios de la pandemia se movilizaron y denunciaron la falta de equipos e implementos de protección personal junto a la falta de infraestructura; hoy denuncian los despidos y llaman a enfrentar esta situación. Las movilizaciones en los hospitales base como es el Hospital Barros Luco y Sótero del Río de la capital son una expresión que se extiende a nivel nacional. Trabajadores de la “primera línea de la salud” han denunciado los bajos sueldos y las concesiones en los hospitales, como la lucha del Sindicato Siglo XXI del hospital de la ciudad de Antofagasta. Mientras que desde la industria y minería los trabajadores de Mantos de Luna, Abermale y SGS se han movilizado contra las prácticas antisindicales. Los trabajadores del puerto de Quinteros, las movilizaciones de trabajadores públicos de Puente Alto, la huelga de trabajadores del comercio y el reciente paro y movilización nacional de profesores son una de las recientes expresiones de movilización.

A dos años de la rebelión tenemos la tarea de transformar las luchas dispersas en un solo puño y poner a la clase trabajadora el centro de la escena. Exigiendo a la Central Unitaria de Trabajadores que se ponga a la cabeza de la organización las y los obreros, mediante asambleas de base.

Las candidaturas obreras y socialistas como la de Lester Calderón en Antofagasta están al servicio de todo esto. Para conquistar las demandas de la rebelión que el régimen de los 30 años se niega a conceder como un salario y pensión mínima de 600 mil pesos acorde a la canasta básica familiar, el fin del trabajo precario sin rebaja de sueldo y repartiendo las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, la desmilitarización ya del Wallmapu y el derecho a la autodeterminación del pueblo nación mapuche, salud, educación y vivienda, sin más subsidio a los empresarios privados. También el derecho al aborto legal, libre seguro y gratuito y terminar con el saqueo de los grandes recursos en manos de transnacionales.

Luchamos porque la clase trabajadora se transforme en un sujeto político con un programa independiente a la clase empresarial.