El Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidad Sexual, realizado en Jujuy durante el fin de semana, expresó el contundente rechazo al gobierno hambreador y represivo de Javier Milei. Postales de una tradición que se renueva por trigésimo séptima vez.

“A pesar de todo, les hicimos el Encuentro”. Se canta todos los años, pero esta vez tuvo un significado especial. A pesar de que la mayoría tuvimos que recorrer miles de kilómetros para llegar a Jujuy; a pesar de que muchas que quisieron venir no pudieron hacerlo porque la crisis económica golpea especialmente a las mujeres; a pesar de que el gobierno de Milei y sus secuaces nos eligieron como blanco de sus ataques misóginos y sus discursos de odio... A pesar de todo, se realizó el 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidad Sexual, el que alguna vez iniciaron un grupo de feministas reuniendo a mil mujeres en la Ciudad de Buenos Aires, en 1986 y que se repitió en todo el país, año tras año, solo suspendido por la pandemia. No fue el más grande. Pero fue el primero con Milei presidente y, sin dudas, fue 100 % opositor.

Pero además, este encuentro se llenó de energía apenas 48 horas antes, cuando en Diputados, el gobierno consiguió el triunfo parlamentario de la aprobación del veto presidencial al financiamiento universitario. Porque esa episódica victoria de Milei, conseguida mediante negociaciones espúreas y panquequeadas de radicales y peronistas, desató la furia del movimiento estudiantil en todo el país, que no dudó en tomar facultades y rectorados. Y con esa alegría que se consigue en la lucha, nos subimos a los micros y viajamos hasta este encuentro en el extremo norte de Argentina. Muchas también se bajaron de la lista de pasajeros a último momento porque había que poner el cuerpo en las universidades tomadas. Aquí en Jujuy, una asamblea interfacultades el día previo al inicio del encuentro, votaba por mayoría realizar una asamblea plurinacional de mujeres estudiantes universitarias, cuando llegaran las compañeras.

En el acto de apertura, las banderas de todos los colores de agrupaciones políticas, sociales, feministas, estudiantiles, se unieron en un solo grito: “Milei, basura, vos sos la dictadura”. Y la emoción que provocaron las palabras de la mamá de Iara Rueda, se transformó en bronca y desahogo exigiendo Justicia, para ella y todas las mujeres víctimas de la violencia machista. Más tarde, el día se cerraba con una marcha contra los travesticidios que, en esta ocasión, enarbolaba el nombre de Paula Acosta, que murió después de ser internada tras el violento ataque que recibió de un grupo de personas no identificadas.

La asamblea de las feministas del Abya Yala, el pañuelazo de la Campaña por el Derecho al Aborto frente a la casa de gobierno provincial y la marcha del Agua bajando desde la quebrada, todas aportaron sus particulares protestas, reclamos y denuncias.

“Paro, paro, paro, paro general” y “que lo vengan a ver, las mujeres le enseñan cómo luchar a la CGT” fueron dos de los cantos más repetidos, entre trabajadoras de la Salud y la Educación, mujeres piqueteras, jóvenes trabajadoras precarizadas y de las comisiones que luchan por tierra y vivienda. Muchas intervenían en los talleres, cuestionando a las direcciones sindicales que dividen las luchas en vez de unirlas o que, en una misma pelea, se niegan a unificar a todas las trabajadoras y trabajadores de distintos sindicatos o que no están sindicalizados, para tener más fuerza. Como sí lo hicieron en el Hospital Laura Bonaparte, quienes, gracias a decidir todo democráticamente en una asamblea unitaria, desde abajo consiguieron derrota el plan de cierre y despidos que tenía el gobierno nacional.

No podían evitarse los debates acalorados entre las corrientes políticas, en los talleres donde se discutió sobre extractivismo, defensa de los territorios, del agua. Allí también se destacó el ejemplo de las mujeres de las comunidades originarias que, en Jujuy mismo, dieron muestra de una resistencia implacable contra la reforma constitucional del exgobernador Gerardo Morales. Muchas de ellas también participaron de este encuentro. La legisladora jujeña Natalia Morales, del PTS-FIT y referente de Pan y Rosas de la región, denunció que el extractivismo no es algo nuevo del gobierno de Milei. Que todos los gobiernos peronistas y macristas defendieron los negocios de las grandes corporaciones mineras, porque les permite recaudar los dólares con los que pagar la deuda al Fondo Monetario Internacional. Quien esté atado al FMI, mantendrá al país sumido en el atraso de las economías extractivistas y contaminantes, ahogando a las comunidades originarias y a pueblos enteros en la miseria.

Pan y Rosas, presente en las tomas y asambleas de las universidades de todo el país, hizo un gran esfuerzo para que, igualmente, una delegación de medio millar se sumara a las compañeras jujeñas que nos recibieron de brazos abiertos. A última hora del sábado hicimos un acto donde hablaron las estudiantes, las mujeres de las luchas por tierra y vivienda, las compañeras de la Posta de Salud que atienden a las heridas y heridos por la represión policial en cada movilización, una delegación internacionalista de compañeras de Pan y Rosas-Bolivia y nuestra referente jujeña Natalia Morales. También escuchamos el mensaje que nos envió nuestra compañera Myriam Bregman, quien lamentó no haber podido concurrir al encuentro, como lo hace cada año, acompañando a las mujeres en su lucha y organización; cerró el acto Andrea D’ Atri, una de las compañeras que fundó nuestra corriente feminista socialista.

Por supuesto que, el sábado a la tarde, la marcha que cierra la actividad de los talleres, fue más nutrida con la inclusión de vecinas de San Salvador de Jujuy que quizás se sumaron a último momento.

Agotadas, pero contentas de que “les hicimos el Encuentro”, volvemos a cada una de nuestras ciudades, con ganas de abrazar a nuestras compañeras de la facultad, de volver para sumarnos a las tomas de la universidad, para recuperar la fuerza de las asambleas barriales, para decirles a nuestras queridas jubiladas que son un ejemplo para todas. Volvemos con energía renovada para continuar la lucha hasta derrotar el plan de Milei, los gobernadores y el FMI. Porque no queremos esperar los calendarios de la burocracia sindical, ni mucho menos los de quienes ya están especulando con campañas electorales. El hambre, la pobreza, nuestros derechos avasallados, no pueden esperar.

Ya habrá tiempo para reflexiones y balances sobre estos días intensos. Hoy, mientras todavía resuenan las voces que debatieron en talleres y cantaron en las calles jujeñas, el encuentro se transforma en postales tan coloridas como los cerros que nos dieron cobijo.