El ministro de extrema derecha israelí, Itamar Ben-Gvir, dice que no se rendirá a las "amenazas", ya que los palestinos temen por el statu quo del lugar sagrado.
Martes 3 de enero de 2023 08:12
El ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha de Israel, Itamar Ben-Gvir , ingresó al recinto que alberga la Mezquita Al-Aqsa en el Jerusalén Este ocupado, un acto que amenaza con una reacción masiva de los palestinos que han calificado la acción como una "provocación sin precedentes".
“Nuestro gobierno no se rendirá ante las amenazas de Hamas”, dijo Ben-Gvir en un comunicado publicado por su portavoz, luego de que el grupo palestino que gobierna la sitiada Franja de Gaza advirtiera que tal medida cruzaría una “línea roja”.
Ben-Gvir ha pedido durante mucho tiempo un mayor acceso judío al lugar sagrado, algo que los palestinos consideran una provocación y un posible precursor de que Israel tome el control total del complejo de las mezquitas. Los principales rabinos prohíben a los judíos rezar en el sitio.
Ben-Gvir escribió en Twitter después de su visita que el sitio “está abierto a todos y si Hamas piensa que si me amenaza me disuadirá, deben entender que los tiempos han cambiado”.
La visita parece haber sido calculada para evitar una confrontación directa con los palestinos, ya que llegó temprano en la mañana y un día después de que Ben-Gvir pareció dar marcha atrás en sus planes, evitando así una reunión de palestinos en el lugar.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino dijo que “condena enérgicamente el asalto a la mezquita de Al-Aqsa por parte del ministro extremista Ben-Gvir y lo considera una provocación sin precedentes y una peligrosa escalada del conflicto”.
El líder de la oposición israelí y ex primer ministro, Yair Lapid, advirtió el lunes que la entrada prevista de Ben-Gvir al complejo conduciría a la violencia, y lo calificó como una "provocación deliberada que pondrá vidas en peligro".
Ben-Gvir prestó juramento la semana pasada como parte de un nuevo gobierno de extrema derecha encabezado por Benjamin Netanyahu.
En el complejo, el tercer lugar más sagrado del Islam después de La Meca y Medina, solo se permite el culto musulmán bajo el statu quo. La extrema derecha israelí ha estado intentando cambiar esto y permitir la oración judía en el sitio, a pesar de la oposición de muchos judíos ultraortodoxos y la prohibición de los principales rabinos.
Los palestinos temen que esto pueda conducir a un cambio en el status quo del sitio, ya que los israelíes de extrema derecha han estado pidiendo que se construya un templo judío en lugar de la Mezquita Al-Aqsa.
Los medios israelíes informaron que Netanyahu había estado negociando con Ben-Gvir después de que se supo que planeaba ingresar al sitio, en un esfuerzo por lograr que cancelara sus planes.
La entrada del ex primer ministro israelí Ariel Sharon al sitio en 2000 provocó la segunda Intifada o levantamiento palestino.